19 de julio 756, mañana.
Ziiip…
La tienda de campaña hace un ruido familiar al abrirse.
Gladio, con su característica postura desafiante, mira fijamente hacia dentro,
pero su mirada se detiene en lo que ve.
Noctis sigue en la misma posición, medio dormido, y Prompto, con su brazo flexionado y la cabeza de Noctis reposando sobre su bíceps en una de sus "poses" involuntarias de comodidad, parece más congelado que nunca. Las expresiones de ambos son de pura sorpresa, pero también de una extraña calma, como si no pudieran decidir si lo que acaba de pasar realmente sucedió o si habían sido pillados con las manos en la masa de su absurdo secreto.
Gladio se detiene por un momento.
Ignis, sin mirar demasiado, simplemente frunce el ceño.
La atmósfera es pesada, pero se llena de un silencio incómodo.
El cierre de la tienda vuelve a sonar.
Los dos amigos se quedan en silencio por unos segundos más.
Gladio, con una sonrisa burlona, se cruza de brazos y suelta una risa baja:
—Parece que algo estaba pasando aquí. —sus ojos brillan con una diversión maliciosa.
—Eso no es lo que parece —murmura Noctis, su rostro ya encendido por la vergüenza de haber sido descubierto en una situación tan peculiar.
—Claro, claro. —Gladio hace un gesto con la mano, como si dijera "no hace falta aclarar nada".
—Bueno, entonces… mejor los dejamos seguir durmiendo. —Ignis dice esto de manera neutral, casi como si no fuera un tema de conversación importante.
Pero la ligera curva en sus labios y el destello en sus ojos contradicen su tono. La burla silenciosa era aún peor.
Cuando la tienda finalmente se cierra, dejando a Prompto y Noctis con una sensación extraña de haber sido pillados, ambos intentan recomponerse.
Fuera de la tienda…
Una vez fuera de la tienda, el aire fresco de la mañana les llega con fuerza, pero lo que realmente les pesa es la mirada de Gladio.
Él está de pie, con los brazos cruzados, observándolos.
Su sonrisa se alarga y brilla de una manera que hace que Prompto sienta un nudo en el estómago.
'El secreto, la flexión, lo sé todo...' parece decir con los ojos.
Noctis se encoge ligeramente, su mirada evitándola por completo.
—Gladio... —dice Noctis, con un tono más serio.
—¿Qué miras? —y añade con rapidez, un poco avergonzado,
mientras Prompto intenta pasar de largo, con la cabeza baja y el rostro avergonzado.
—Venga, no lo hagas tan obvio. —Gladio sonríe ampliamente.
Prompto camina rápidamente detrás de Noctis, y ambos se alejan con rapidez,
tratando de ignorar el peso de la mirada de su compañero.
—Ya, ya. No hace falta que lo digas. —Noctis murmura, sin mirar atrás.
—¿Seguro? —responde Gladio, entre risas.
Finalmente, después de algunos pasos, Prompto se anima a hablar:
—¡No es lo que piensas! —y lo dice con una risa nerviosa.
—Sí, claro. ¿Y qué piensas tú, Noctis? También te estás uniendo al club de la "fuerza silenciosa"? —Gladio sigue sin dejar de sonreír.
—¡No digas nada! —Noctis responde con una mezcla de vergüenza y frenesí, apretando la mandíbula mientras continúa caminando.
A medida que avanzan, Ignis los observa en silencio, una pequeña sonrisa en su rostro, aunque trata de mantener su seriedad.
El grupo sigue caminando, y aunque el momento no desaparece de inmediato, todos saben que algo más ha cambiado entre ellos: la burbuja de su secreto ha estallado, pero su complicidad, lejos de romperse, se ha cimentado en la vergüenza compartida.
Mientras Prompto y Noctis intentan avanzar con rapidez, todavía con la cara de vergüenza, Gladio no pierde la oportunidad para agregar más leña al fuego.
—¿Eso no es lo que te entrené, Prompto? —Gladio señala a Prompto con un dedo, claramente divirtiéndose con la situación.
—No era para dormir cómodamente con un brazo de almohada, sino para combatir, ¿recuerdas? ¡O para levantar objetos pesados, no para que el príncipe lo usara de cojín! —su voz es burlona, pero cargada con una risa que resuena en el aire.
Prompto se detiene en seco.
Se queda quieto un segundo, con los ojos muy abiertos, antes de mirar a Noctis.
Ambos, como si hubieran leído los pensamientos del otro, se averguenza aún más.
—¡Gladio! —Prompto exclama con vergüenza, cubriéndose parcialmente la cara con la mano.
—Eso no fue... no es lo que parece —intenta defenderse, pero las palabras no tienen la misma fuerza con la que normalmente hablaría.
—Ah, claro, claro. Noctis parece estar disfrutando de la "almohada de bíceps" —Gladio ríe con más intensidad.
Noctis, por su parte, evita el contacto visual.
Él sabe que, en cuanto abra la boca, lo único que va a conseguir es seguir alimentando la burla.
Su rostro está completamente avergonzado, y se siente atrapado en una especie de broma que no puede parar.
Ignis, que había permanecido un poco más alejado, ahora no puede contener su sonrisa.
Aunque intenta mantener la compostura, el leve atisbo de diversión que aparece en su rostro es evidente.
—Quizás alguien debería recordarte cuál es el propósito de esa técnica, Prompto, ¿no?
—dice Ignis, cruzando los brazos, pero el tono es más neutral, aunque no puede evitar la ligera ironía.
—Por supuesto, nada que ver con tu entrenamiento militar. A menos que el objetivo fuera el "descanso táctico", en cuyo caso, habría que revisar los manuales. —añade mientras se lleva una mano al mentón, como si pensara sobre lo sucedido.