Capítulo 2: – La Noche del Acecho y la Confesión sin Palabras.

A pesar de las miradas furtivas y las sonrisas nerviosas entre Noctis y Prompto, ambos deciden continuar con el "entrenamiento", aunque saben que Gladio e Ignis ya tienen algunas sospechas.
El riesgo de ser descubiertos los pone en una posición más vulnerable, pero también es claro que han llegado a un punto de complicidad y diversión compartida que no pueden negar.

Prompto podría comenzar el entrenamiento con dudas internas: ¿estarán los demás observando? ¿Se les ocurrirá otra broma? A pesar de todo, el deseo de ver la evolución de su bíceps y continuar con el entrenamiento lo impulsa a seguir. Además, es evidente que Noctis está disfrutando del proceso de tener un "secreto compartido" y ver a Prompto crecer, lo que lo hace sentir más confiado.

Noctis, por otro lado, está en una situación en la que quiere seguir apoyando a Prompto, pero también es consciente de que su peculiar "secreto" ahora es de dominio público. Está decidido a no dejar que las miradas de los demás interfieran en su complicidad, aunque eso signifique seguir con el "entrenamiento" y las inevitables bromas bajo la atenta mirada de Gladio e Ignis.

El Suspenso de Ser Descubiertos

Mientras Noctis y Prompto se preparan para continuar, Gladio e Ignis están cerca, pero no completamente conscientes de lo que ocurre. Gladio tiene una mirada sospechosa y, mientras tanto, Ignis no puede evitar sentir que algo "no está bien". La atmósfera se siente más cargada. La tensión está en el aire y se siente un poco más evidente que la primera vez.

Gladio, como siempre, se muestra más directo y confiado, pero Ignis mantiene su distancia y observa con atención los pequeños gestos y la postura de ambos. Sabe exactamente lo que ocurrió, pero disfruta el misterio de sus reacciones. No es que los haya visto directamente en el acto, pero los detalles sutiles lo hacen sospechar.

Desarrollo del Entrenamiento Bajo Sospecha

Al principio, Noctis y Prompto intentan continuar con el entrenamiento de una manera más discreta, sin hacer demasiados movimientos obvios. Pero la tensión crece cada vez más, especialmente porque Gladio y Ignis están cerca, aunque no se acerquen lo suficiente como para ver con claridad.

Gladio, con su naturaleza curiosa, puede preguntar algo como:
—”¿Tienes alguna razón para estar tan... dedicados a ese 'entrenamiento especial', ustedes dos?”
Esto pone a Prompto a la defensiva, ya que, aunque sea una broma, la implicación de su "secreto" está allí.. Noctis, al ver la expresión nerviosa de Prompto, decide intervenir, pero de una forma más sutil. Su respuesta podría ser algo como:
—"¿Qué pasa, Gladio? ¿Nunca viste a dos amigos entrenar juntos?"
La pregunta es directa, pero la tensión sigue palpable. Gladio, en su tono burlón, solo responde:
"No es eso, sólo me pregunto si esa clase de entrenamiento es apropiada para un príncipe... A menos que sea una nueva técnica de combate cuerpo a cuerpo de la realeza, ¿no?"
Ignis se mantiene callado por un momento, pero sus ojos no dejan de observar los pequeños gestos entre Noctis y Prompto, como si estuviera recopilando información.

Noche

A medida que cae la noche, el campamento se prepara para descansar. Prompto y Noctis están aún más avergonzados, una nube de incomodidad flotando sobre ellos, mientras el resto del grupo sigue con su rutina. Gladio y Ignis, aunque actúan con su habitual calma, no pueden evitar las miradas cómplices entre ellos. Ambos saben que la noche les depara algo, más que solo dormir.

Noctis y Prompto intercambian miradas nerviosas mientras se acercan a la tienda.
—¿Crees que... —comienza Noctis, pero no puede encontrar las palabras correctas.
—Lo sé, lo sé... —responde Prompto, con una risa nerviosa—. Gladio no va a dejarnos en paz con sus bromas esta noche.
—¿Tienes alguna idea? —pregunta Noctis, frunciendo el ceño, pero el temor se nota en sus ojos.
—No. Y si se les ocurre espiarnos... —murmura Prompto, sabiendo que esa posibilidad podría volverse realidad. Noctis se encoge de hombros, sin saber cómo evadirlo.
Pero ambos están completamente conscientes de que escapar de la astucia de Gladio y la perspicacia de Ignis puede ser casi imposible.
Ambos se acurrucan en sus lonas, en la tienda, mientras Gladio y Ignis se encuentran afuera, conversando en voz baja. Gladio se ve tranquilo, pero una chispa de emoción brilla en sus ojos. Sabe que, en algún momento de esa noche, las cosas llegarán a un punto de no retorno. Tiene algo en mente.

—Iggy, creo que se nos presenta una excelente oportunidad esta noche para aclarar ciertos "entrenamientos" especiales. —Gladio habla en tono bajo, casi conspirador.
—Lo sé. —Ignis responde con una sonrisa calculadora, sin dejar de observar la situación.
—Les vamos a dar una lección inolvidable sobre la "discreción" —Gladio dice, con una ligera sonrisa traviesa—. ¿Sabes lo que quiero decir?
—Lo sospecho... y me divierte enormemente la prospectiva. —Ignis responde en tono tranquilo, pero también intrigado por lo que Gladio tiene planeado.
—Voy a espiar a esos dos esta noche. —Gladio asiente, mientras sus ojos brillan con la idea que está formando.
—Creo que si seguimos lo que ya hemos observado, vamos a lograr averiguarlo todo. —Ignis da su aprobación en silencio.
No puede evitar estar algo curioso sobre lo que realmente está ocurriendo entre Prompto y Noctis.
La dinámica entre ellos ha cambiado, y su creciente complicidad ha despertado su curiosidad sobre el alcance de su “secreto”.

Con las estrellas cubriendo el cielo nocturno y el suave crujir de la fogata apagándose, Gladio y Ignis se preparan para lo que será una madrugada llena de tensiones. Mientras tanto, Noctis y Prompto están dentro de la tienda, conscientes de que la atmósfera está cada vez más pesada.