[INICIO SUEÑO]
Una música solemne. Un salón de mármol blanco. Estatuas de reyes antiguos, y de fondo… una gigantesca bandera de Lucis ondeando al ritmo de un viento que no se siente. Una ceremonia. Coronación real. Él al centro. Prompto a su lado. Ambos en trajes de gala.
—¿Estás listo? —le dice Prompto, con voz distorsionada, como si viniera desde muy lejos… o muy adentro de su mente.
Noctis asiente. Pero el cetro no llega. La corona no llega.
En su lugar, Ignis aparece con una libreta.
—Ejercicio 7B: Demostración afectiva institucionalizada. Subcategoría: Contacto simbólico sobre el músculo testigo.
Y detrás, Cor da un paso al frente, con la cara seria.
—Comienza la prueba de simbiosis marcial.
—¿¡Qué!? —dice Noctis, mirando alrededor.
Y entonces suena una trompeta. Una alfombra roja se despliega. Y entra Prompto… con uniforme sin mangas. Lente en mano. Y posando.
Todos aplauden. Lunafreya observa con una sonrisa delicada. El rey Regis, como una aparición etérea, asiente solemnemente.
—Adelante, hijo —dice.
Noctis se acerca. Levanta la mano. La posa sobre el bíceps flexionado de Prompto.
Aplausos. Fuegos artificiales. La música sube. Las estatuas cobran vida. ¡Una voz grita desde los cielos!
—¡LUUUUCIIIIISSSSSS!
¡PAM!
Un golpe seco.
[FIN DEL SUEÑO]
28 de julio 756, mañana.
—¡LUUUU...! —Noctis se despierta gritando.
—¡Aaaaaaah! —Prompto se asusta y se sienta de golpe—. ¿¡Te atacó un bicho!? ¿¡Gladio hizo sonar bambú!? ¿¡Invasión imperial!?
Noctis se queda en silencio.
—No… peor.
Lo mira. Con el rostro pálido.
—Soñé… con tu bíceps… en mi coronación.
Silencio. Largo. Muy largo.
Y luego, sin poder evitarlo… los dos estallan en risa.
Pero afuera, la voz de Gladio ya suena:
—¡Entrenamiento en 15 minutos! ¡Y hoy hay inspección de progreso! ¡Así que quiero músculos bien marcados y manos listas para contacto!
Ignis: —Y no olviden que la presión debe mantenerse dentro de los rangos voluntarios informados. Tengo las tablas impresas.
Ambos en la tienda se miran.
—…Vamos a morir, ¿verdad?
—…Pero con estilo.
Noctis y Prompto aún están acostados, compartiendo esa quietud previa al caos. Sus cuerpos duelen. Sus músculos están saturados del dia anterior del “entrenamiento” emocional, físico y… borderline teatral.
El sueño de Noctis aún vibra en el aire.
—No puedo creer que soñé eso… delante de Lunafreya… —murmura, tapándose la cara con ambas manos.
Prompto, de lado, con el cabello alborotado y los ojos medio cerrados:
—¿Y yo estaba… posando en el estrado?
— con camiseta sin mangas.
—…¿Y tú me tocabas?
—Delante del rey. De todos.
—…
—Y los fuegos artificiales salieron cuando apreté.
Ambos se quedan en silencio.
Una paloma arrulla afuera.
La lona cruje con una brisa.
Entonces Prompto se incorpora un poco, apoya el codo en la lona y mira serio a Noctis.
—Ok, escúchame. Necesitamos un plan oficial.
—¿Plan oficial?
—¡Sí! Gladio e Ignis ya sospechan cosas. Si nos miran raro, si nos preguntan, si nos provocan, tenemos que estar sincronizados.
Noctis se frota los ojos.
—¿Cómo si fuéramos… pareja de crimen?
—¡Exacto! ¡Un equipo! Como en misión secreta.
—Genial… además de príncipe, ahora espía de bíceps.
Prompto saca una pequeña libreta de su bolso (no es la de Ignis, es suya), y con lápiz en mano, comienza a anotar:
—Versión oficial:
Noctis: —¿Y lo de la tienda anoche?
—…Proximidad por ahorro de espacio. Regulación térmica. Cosas de campamento.
—Y la parte donde caí encima de tu brazo…
Prompto: —"Pérdida momentánea de equilibrio postural del príncipe." Lo tengo anotado desde antes.
Noctis parpadea.
—¿Desde antes?
—…Por si acaso.
Silencio.
—…¿Qué somos, Prompto?
Prompto se encoge de hombros, sonriendo mientras guarda la libreta:
—Un desastre coordinado.
Pero al menos… juntos.
Se quedan viéndose un segundo más…
hasta que la voz de Gladio ruge desde fuera:
—¡¡Dije quince minutos!!
¡¡Han pasado diez!!
Ignis golpea suavemente la tela de la tienda con algo metálico:
—Y he actualizado los formularios. Favor firmarlos antes del primer contacto.
Noctis y Prompto se miran.
Tragan saliva al mismo tiempo.
—Hora de actuar.
—Hora de sufrir.
Y se levantan.
Como soldados.
Como amigos.
Como los raros que son.
Prompto y Noctis están medio de pie, tambaleando como si hubieran dormido sobre piedras.
Prompto, con la cabeza agachada y el cabello desordenado:
—¿Crees que tengamos tiempo de fingir una fuga, para evitar el entrenamiento?
Tipo… nos secuestraron unos Cactuars. Dejaron una nota y todo.
Noctis, poniéndose la camiseta con lentitud extrema:
—No cuela. Ignis no se traga ni su propio café si no lo prepara él mismo.