3. Cerebro de nuez
Bueno para decir verdad está dos semanas han sido tranquilas desde que Ethan Thompson llego a nuestra secundaria, pero todavía no entiendo porque cambiarse de secundaria ya cuando solo le falta meses para que nos graduemos eso tengo que averiguarlo porque para todos es algo raro, algo debe ver detrás de ese repentino cambio, aunque a quien voy a mentir, como iba a estar tranquila cuando tenía las miradas del animal sobre mi cabeza en la hora de física, así quien estaría tranquila y más porque no le puedo hacer nada en esa clase, porque tendría una sanción.
Como todos los miércoles me voy con Katy y Pau de shopping y lo mejor de esto es que después de comprar nos vamos a comer un helado el cual siempre ellas pagan, porque yo casi no compro más bien las acompaño, cuando entramos a la boutique yo me quede enamorada de un abrigo con capucha de color azul, pero eso no fue lo que me enamoro si no lo que decía: EL VERDADERO AMOR OFF.
—si te lo vas a comprar que no sea de color azul si — dijo Pau con los brazos cruzado.
—eso si es verdad como no hubiera más color pitufina deja que el azul sea feliz, deja lo ir —dijo Katy alzando los brazos como iba a volar; a veces pienso, enserio ella es mi amiga.
—miren el azul no lo voy a dejar nunca entendieron, esta hasta en mi sangre y si no está me la pongo y los otros colores no son de mi agrado bueno menos el verde agua y ahí todo son feooos...... —le dije extendiendo un rato la o.
Después de ver algo más para mí, como no soy egoísta me fui a ver algo para Anna, así que comencé a buscar y me encontré con un vestido rojo, aunque no me guste el rojo, en ese vestido se ve hermoso y con el escoté que tiene, ese vestido tiene que ser de ley para Anna.
Bueno después de que agarre el vestido y el abrigo nos dirigimos a pagar.
-oye pitufina esa cuenta no se te hizo cara más de lo normal, con el abrigo estaba bien, pero se hizo más con el vestido y cuando le llegue la factura del vestido el cual se va a dar cuenta que es para tu mama y no para ti, porque esos no son tus gustos -dijo Pau cuando pasaron la tarjeta de crédito.
—bueno si le llega no importa, no sabe cuál son mis gustos, nunca se dio cuenta de ello, además haya el cómo se las arreglas a mí solo me importar gastar, así se acuerda que tuvo familia una vez —le dije cogiendo las bolsas con el abrigo y el vestido y bueno unos vans verde agua con diseños de pajaritos en negro, nos dirigimos a la heladería, yo como siempre pedí chicle, Pau chocolate y Katy igual, mientras salíamos para coger un taxi, nos pusimos a conversar para así a hacer más corto el camino, hasta que llegamos a mi casa me despedí de ellas y baje, ya que ellas viven algo más lejos de mi casa como unas 10 cuadras de distancia.
Cuando entro me viene un rico olor, me dirigí a la cocina por instinto, Anna estaba haciendo una ensalada que me encanta.
—enserio no sé qué haría sin ti, tuviera el ombligo pegado al estomago —le digo a Anna dejando las bolsas en la mesa —cierto ahí te traje algo así que en este momento te subes a probártelo, porque después me arrepiento y no te lo doy así que corre ahorra — Anna sin pensarlo dos veces cogió las bolsas y subió a la su habitación.
Mientras yo me serví un poco de lo que había hecho, después de 10 minuto subo a ver cómo le quedo y cuando entro a la habitación de Anna me que sorprendida haberla, lo cual único que salió de mi boca fue —¡¡¡WOOOW!!! Esta hermosa mama, a veces ni pienso que hayas tenido dos hijos con ese cuerpo —y enserio que estaba hermosa a pesar de los años Anna se cuidaba su cuerpo a veces nos confunden que si somos hermanas y si no les había contado tengo un hermano mayor llamado Kyle, pero eso le contares después, esperen le dije mama bueno si a veces le digo, pero eso si a veces.
—Como me digieras esa palabra a diario y no Anna —dijo mirándome sorprendida.
—No, me gusta Anna, ya que así te hace ver más joven que mama —le dije sentándome en la cama.
—Cierto cuando gastaste en esto, sabes que le va a llegar el valor de este vestido y ya vi la cantidad por lo que se va enojar porque gastaste algo tan caro para mí y no para ti que por eso te dio esa tarjeta—como siempre preocupándose de la economía de él.
—lo que gaste no importa es un regalo mío para ti no mires de donde sale la plata para compáralo si —le dije parándome de la cama para salir de la habitación e ir a la cocina a tomar agua porque si me quedaba se iba a ponerse hablar, sé que no debo portarme así cada vez que se trata de él, luego que salgo de la cocina veo que Anna está en la sala.