La magia de la Navidad ya se siente en el aire y es que una de las mejores épocas del año está por llegar y con ella los maravillosos mercados navideños. Uno de los más queridos y famosos de Nueva York es el Unión Square Holiday Market de Urbanspace.
Es un gran mercado. Es Nochebuena y Brenda decide ir para comprar unos regalos a la familia de su amiga Dina, que la ha invitado a comer en un restaurante el día de Navidad.
Este año, el icónico mercadillo navideño de Union Square dará la bienvenida a más de 100 vendedores con regalos únicos, artesanías, juguetes hechos a mano, cinturones, bolsos, sombreros elegantes, joyerías, regalos navideños, ropa y variedad de plantas. También se puede degustar varias delicias gastronómicas, dulces, sidra de manzana caliente o un cappuccino mientras se escucha música en vivo.
El último día que permanece abierto es el día veinticuatro de diciembre.
Brenda recorre el mercadillo; es grande y hay muchísima gente de New York y visitantes, pero al final se para en un puesto donde compra unos regalos. De regreso a casa, se pide una sidra de manzana caliente; hace frío, le sentará bien.
Al final decide no quedarse en su apartamento y pasar lo mejor posible el día de Nochebuena, así que se va a Christmas Lights Tour de Dyker Heights, que dura unas tres horas y media. Parte del Lower Manhattan y desde allí el autobús con guía se dirige a Brooklyn; verá todas las decoraciones tal y como aparecen en las series y películas estadounidenses.
Brenda ha decidido ir sola a cenar al restaurante donde iba con sus padres cada año en Nochebuena y algún que otro domingo.
Quality Meats: se pidió un bistec cocinado a la perfección. A Brenda le supo a gloria. ¡El crème brûlée de maíz fue increíble! Recordó que cada vez que lo pedía su madre, a ella le encantaba especialmente.
De postre se pidió helado de nuez con mantequilla.
Allí sentada en aquella mesa, recordó grandes momentos vividos con sus padres, momentos que no volverán, pero ella ahora se siente feliz y coge su copa de vino y la levanta hacia arriba mirando, como al cielo, dirigiéndose a ellos.
"Aquí, estoy disfrutando esta cena sin vosotros, pero luchando con toda la fuerza que desde ahí me dais. Mis días ya no son iguales sin vosotros, pero gracias a vosotros camino; gracias a vosotros hoy soy una guerrera. No os olvidaré jamás, estáis en mis pensamientos y mi corazón cada día. Brindo por vosotros, los mejores padres del mundo, ¡¡¡"Os quiero"!!!
Cogió su bolso, se levantó y se dirigió hacia su apartamento caminando por las avenidas. Las noches en Nueva York son espectaculares por los adornos navideños; las avenidas llenas de luces hacen a la ciudad aún más hermosa.
Al llegar a casa, lleva un rato al parque a Otto, sin tener señales de vida de Lucas. "¿Cuándo volveré a verlo?", se pregunta Brenda cada día que pasa. Nuevamente se dirige a casa, hace frío y se pone un pijama, se va al salón y enciende un poco la televisión; no le entretiene mucho, así que decide coger un libro. Le encanta leer y sumergirse en la vida de los personajes, así que se cubre las piernas con una manta y se queda en el sofá, junto a su perro Otto.
De repente suena el teléfono; Brenda se levanta y contesta.
—¿Sí? —¿Quién es? —pregunta.
—¡Soy yo, Margaret! —¿Qué tal, Brenda, cómo estás? —le dice.
—¡Hola, Margaret! Muy bien, ¿y tú? Me alegro de oír tu voz.
—¡Muy bien, esto es precioso, tienes que venir a conocerlo!
—¡Me alegro mucho, disfrútalo, amiga! Saluda a Leonardo de mi parte.
—¡Claro! ¿Y tú qué tal estás? ¿Qué estás haciendo? Imagino que estás en tu apartamento.
—¡Sí, acabo de llegar! He hecho el tour de Christmas Lights Tour de Dyker Heights, he ido a cenar y acabo de llegar a casa; me he puesto una peli y estoy en el sofá leyendo un libro! También he ido al Unión Square Holiday Market de Urbanspace a comprar unos regalos para los padres de mi compañera Dina; me ha invitado y mañana, Navidad, voy a cenar con ella y su familia.
—¡Vaya, me alegro muchísimo! ¡Me encanta verte así de animada, Brenda!
—Al final del día, ¡Estado muy bien! ¿Sabes algo de Dylan?
—¡No sabemos nada de él! Simplemente que está trabajando y tiene alojamiento, que le ha dado la empresa, y que está bien.
—¿Que está trabajando? ¿Pero dónde? ¿Y la carrera de periodismo?
—¡No! Ha dicho dónde está —solo que está bien y trabajando; de momento se ve que su carrera la deja a un lado.
—¡Bueno, Brenda, te tengo que dejar! En unos días te llamo.
—¡Vale, Margaret! ¡Gracias por llamarme! ¡Un beso, amiga!
—¡Otro para ti, grandote! ¡Cuídate, adiós!
Brenda cuelga el teléfono y se alegra de que su amiga la haya llamado; la quiere mucho, es como si fuera una hermana para ella.
Mientras tanto, en otro punto, en otro lugar, está Dylan, que parece haber encontrado en Kate una línea de escape.
En estos momentos de su vida y tras haber abandonado sus estudios de periodismo, Dylan ve que ha tomado el camino correcto, que ha tomado la mejor decisión de su vida, aunque para ello esté renunciando a cosas y personas muy importantes para él, pero tiene el presentimiento de que, a partir de ahora, las cosas van a ir mucho mejor.
Cambiarse de ciudad, estar en otro entorno, rodearse de otras personas y trabajar para seguir adelante le han ayudado a ver las cosas de otra manera, y cruzarse Kate en su camino le facilita las cosas.
Kate le ha cambiado la vida, y Dylan no la va a dejar escapar, esta vez no...
Dylan conquistará el corazón de su nueva amiga, con la cual quiere compartir buenos momentos, con la cual lo quiere compartir todo.
Por fin, ¿ambos lograrán olvidarse de su pasado?