Flámico (fanfic Sonic the Hedgehog)

18. Se realza Albión

La gran ciudad de Albión, es un ciudad fundada en la Isla del Ángel por los equidnas, antes de su erradicación por el dios de la ira, Chaos. De lo poco que quedó de tal urbanización, fueron muchas de las ruinas que se encuentran en la isla, como lo es el Santuario Celestial (Sky Sanctuary). La Hermandad Obscura que ahora se encontraba reconstruyéndola, era vigilada de cerca por Sonic, Silver, Blaze, Tails y Knuckles. Sonic había pensado en haber llamado a Shadow para ayudarles, pero, no lo hizo por el momento, pues creía que podían hacerse cargo.

Había oído de ella. –Dijo Knuckles.–

¿La ciudad, Knuckles? –Pregunta Tails.–

Sí. Albión era una ciudad enorme que se alzó en la Isla del Ángel, constrüida con rocas y madera, pero, ahí estaba. –Dice Knuckles.–

Era una ciudad pacifista, pero, es transquilidad acabó el día en el que un líder lleno de ambición, intentó apoderarse de la Esmeralda Maestra. Entonces fue cuando Tikal se selló en la Esmeralda Maestra junto a Chaos o al menos eso recuerdo. –Dice Sonic.–

Sí. Chaos destruyó gran parte de toda esa ciudad. –Afirma Knuckles.–

Bueno, ahora estamos frente ante la realización de esa gran ciudad, debes estar feliz, ¿verdad? –Pregunta Tails hacia Knuckles.–

Diría que sí, pero, no lo sé, Tails, hay algo en todo esto que no me deja tranquilo del todo. –Dice Knuckles.–

Que extraño, tú por lo regular sueles ser engañado hasta por tipos que caen en huevos gigantes del espacio con armas mortales y que incendian parte de la selva. –Dice Sonic hacia Knuckles.–

¡Yo no estaba cuando el incendio ocurrió y en mi vida había visto un robote! –Dice Knuckles.–

Se dice «robot», Knuckles, con una erre medio retraída a la garganta. –Explica Tails brevemente.–

Tienes razón, debemos agradecer que en primer lugar sepas hablar español. –Dice Sonic bastante engreído.–

¡Sí serás hijo de la chingada! –Exclama Knuckles, tan molesto como siempre.–

Oh, vamos, Knuckles. Solo fue una pequeña e insignificante broma. –Dice Sonic.–

Ja, sí claro. –Dice Knuckles poniéndose a ver a otro lado.–

Todos permanecieron un rato sin hacer nada hasta que finalmente, llegó Shade acercándose hacia Knuckles. Apenas se acercó lo suficiente, se quitó su máscara, dejando ver su rostro. Era tal como había comentado Sonic, se trataba de una equidna, las espinas amarradas por una especie de diadema, color anaranjadas sus espinas, ojos violetas, y con unas marcas blancas en el apéndice de sus espinas.

Buen día, guardián. –Dice Shade.–

Buen día, soldado Shade. –Contesta Knuckles.–

Disculpe mi llegada sin avisar, pero, debía venir a pedirle permiso de usar la Esmeralda Maestra un poco. –Dice Shade.–

¿Para qué la quieren? –Pregunta Sonic.–

Necesitamos más energía para reparar más rápidamente las edificaciones, como lo es el templo del agua. –Responde Shade.–

Tienen una Esmeralda del Caos, ¿con eso no les basta? –Pregunta Tails.–

Aunque las Esmeraldas del Caos son de gran energía, la energía que requerimos es de una fuerza mucho mayor. –Dice Shade.–

No lo sé, una Esmeralda del Caos puede hacer muchas cosas, estoy seguro que con esa Esmeralda pueden hacer eso y más. –Responde Sonic.–

Sonic tiene razón, lo lamentamos, pero, la Esmeralda Maestra sigue bajo nuestro cuidado. –Dice Blaze a Shade.–

Shade se retiró, pero, dijo volver con pruebas de que necesitaban de la Esmeralda Maestra y una simple Esmeralda del Caos no era suficiente.

Oye, Blaze. –Dice Sonic.–

¿Qué ocurre? –Le responde Blaze.–

Gran trabajo como tu trabajo de interlocutora hace rato. De no haber sido por ti, todo seguramente hubiese acabado en una pelea. –Le dice Sonic.–

Oh, gracias. Supuse que todos intentarían atacar, así que decidí intervenir a tiempo, y muy a tiempo lo hice. Me sorprende lo diplomáticos que son, incluso para ser guerreros. –Dice Blaze.–

Lo son y mucho, incluso me sorprende su tecnología, en poco tiempo ya han comenzado a levantar una ciudad, en tan solo horas, ¡es sorprendente! –Dice Tails.–

Y por eso mismo debemos tener cuidado, que no los engañen con cosas como esas. En cualquier momento podrían traicionarnos. Debemos estar alertas de cualquier imprevisto que hagan. –Dice Silver.–

Elemental, mi querido Silverson. Lo tenemos muy en cuenta. –Contesta Tails a Silver.–

¿Qué debemos hacer ahora? –Pregunta Sonic.–

¿A qué te refieres, Sonic? –Le responde preguntando Tails.–

Me estoy cansando de no hacer nada en este lugar, Tails, quiero acción. ¿No hay alguna manera con la que podamos estar más seguros de que no son ningún peligro más rápidamente? –Dice Sonic.–

No lo sé, pero, creo que de saberlo ya lo hubiésemos hecho. –Dice Tails.–

Quizás si alguno de nosotros se gana la confianza de alguno de los pasajeros de esa nave, podría obtener información suficiente para saber qué es lo que están tramando. –Dice Silver.–

Quizás, pero, ¿quién podría caerles tan bien rápidamente para que pueda obtener esa información? –Pregunta Knuckles, para lo cual, a ese punto, todo el mundo había volteado a ver a Knuckles.- Ey, ¿qué tanto me estáis viendo? -Les pregunta Knuckles.–

Oh, vamos, Knuckles, tú sabes porqué. –Dice Sonic.–

Pues no, no tengo idea, por algo os pregunto. –Responde Knuckles.–

Bueno, es solo que, ¿quién más además de un equidna rojo, protector de la Esmeralda Maestra, que no les deja usar esa gema, y que tratan con tanto respeto después de casi mentarles la madre, podría acercarse tan rápidamente a ellos para conseguir esa información? –Pregunta Tails.–

¡Ey, yo no miento madres! -Dice Knuckles.-

Como sea, Knuckles, alguien va a ir por esa información, y ese alguien, eres tú. –Dice Sonic a Knuckles.–

¿Y quién más va a cuidar la Esmeralda Maestra? –Dice Sonic.–

Em, sí, bueno, ¿si notas que estamos aquí? –Pregunta Tails.–

Supongo que tenéis razón. Bien, lo haré. -Baja de la Esmeralda Maestra donde estaba acostado.- Pero, tengo un problema. –Dice Knuckles.–




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