22. Recuerdos

Cuando estaba inconsciente, pude oírlo. –Pensaba Blaze.– Sonic estaba muy preocupado por mí, demasiado, quizás solo fue mi imaginación, pero recuerdo tan clara su voz: «¡Quédate conmigo, Blaze!». Al despertar, él estaba cerca, eso es raro de él, cualquiera diría que se pondría a perseguir al Clan Nocturno, pero no. Él es tan inquieto, y se mantuvo firme en un lugar, ¿solo por mí? Sé que solo son tonterías, …pero… … Sí, eso son. Solo son tonterías. –Estaría Blaze pensando.– …Aunque…, de todas formas, ¿y si Knuckles tiene razón?

Oye, Silver. Necesito que me hagas un favor. –Preguntaría Tails.–

¿Qué ocurre? –Contestaría Silver.–

Necesito que vayas al laboratorio y me traigas algunas cosas. Están en el sótano, una de ellas se trata de un cañón enérgico de bolsillo, también hay un escudo y unas cuantas ciberminas. No son mucho, pero creo que unos cuantos autómatas pueden ayudarnos si la cosa se llega a poner fea. Todo se encuentra en un cajón de color rojo, cuidado con las minas, no presiones el botón rojo o podrían explotar. –Diría Tails.–

Entendido. –Diría Silver para volar con sus poderes síquicos rápidamente al laboratorio.–

¿Y por qué Silver y no yo, Tails? –Preguntaría Sonic.–

Si nos llegasen a atacar, creo que tú serías el mejor junto a Blaze para contraatacar. –Diría Tails.–

Je, supongo que tienes razón. Hacemos un excelente equipo yo y Blazy. –Diría Sonic.–

Sí, ya lo creo –Responde Blaze.–

Pasarían unos cuantos minutos, antes de que Tails se diese cuenta que Knuckles estaba tardando un poco, por lo que se decidió en ir a buscarlo.

Oigan, como que Knuckles ya se tardó mucho, ¿no? –Diría Tails.–

Un poco, sí. –Dice Blaze.–

Creo que iré a buscarlo. –Dice Tails para levantarse.–

Con cuidado, Tails. –Diría Sonic.–

Lo tendré, Sonic. Cuidad bien de la Esmeralda. –Dice Tails para salir volando.–

¿Por qué decidió ir él? Cualquiera de los dos hubiese llegado más rápido. –Dice Blaze.–

Tails intenta ser un poco independiente y ser útil para el equipo en muchas ocasiones desde hace ya tiempo. No puedo negar que a veces puede ser algo miedoso aún, pero no deja de ser un niño, ¿sabes? No importa que esa araña sea tan minúscula que no le pueda hacer nada, estando solo, podría tomarle terror, incluso si ya la había aplastado antes, y eso es justo lo que intenta superar con este tipo de cosas. Por eso es que lo dejo ir. –Dice Sonic.–

Creo poder comprenderlo. Afrontar las cosas puede ser difícil, incluso si lo has hecho toda tu vida. –Diría Blaze.–

Sí. ¡Además, porque sabe que nosotros una increíble pareja! –Diría Sonic.–

¿Pareja? –Diría Blaze algo extrañada hasta entender que Sonic se refería a pareja de equipo.– Ah, la acepción de dueto, de un equipo. Claro, claro, lo somos. –Respondería Blaze.–

En realidad lo decía más por una serie que pasaban en un canal centrado en la comedia, era un programa muy divertido y habían dos policías que siempre eran pareja, no es que fuesen pareja romántica, aunque a veces así los trataban por justamente eso, “son pareja”. –Contestaría Sonic.–

Je, je. Suena divertido. –Diría Blaze.–

¿En tu dimensión no existen canales así? –Preguntaría Sonic.–

No exactamente. Hace tiempo, explotó una guerra en el reino, y eso ha hecho que en numerosas ocasiones la televisión esté plagada de otras cosas. Además, vivo algo atareada. –Diría Blaze.–

Claro, el trabajo de una princesa debe ser agotador. –Diría Sonic.–

Así es. Lo peor es que no es solo un reino, es todo un imperio, por lo que debo estar al pendiente de todos los demás virreinatos que hay. –Diría Blaze.–

Suena agotador, ¿has pensado en unas vacaciones? –Diría Sonic.–

De hecho, eso fue justo lo que me llevo aquí. ¿Recuerdas? –Diría Blaze.–

…Oh… Cierto. –Diría Sonic.– Bueno, te diré esto. Si encontramos las Esmeraldas del Sol antes de que tus vacaciones terminen, iré contigo para que puedas disfrutarlas. Con todo el quilombo que se ha armado, es algo difícil que puedas descansar ahora, y no quisiese que después de acabar con todo esto, tengas que volver ya mismo al trabajo real. –Diría Sonic.–

Claro, me encantaría estar contigo. –Diría Blaze.– Espera, eso sonó algo raro. –Pensaría Blaze.–

Pues sus deseos son órdenes para mí, mi lady. –Diría Sonic a la princesa.–

Ja, ja. Sí, claro. –Diría Blaze.–

Casi al instante, Knuckles y Tails volverían, y ocurriría todo lo que ha pasado.

¿Realmente nos comportamos como una “pareja”? –Estaría pensando Blaze.–

Bien, Tails. ¿Qué es lo que trajo el plateado? –Preguntaría Knuckles.–

Son unas ciberminas, un cañón energético de bolsillo y unas cuantas cosas más. –Diría Tails.–

Jm, suena interesante. –Diría Knuckles.–

De hecho, creo que hay algo para ti, Knuckles. –Diría Silver para tomas unas garras metálicas.–

¡Oh! Pero si se parecen mucho a las garras que utilizo para excavar. –Diría Knuckles.–

Son unas réplicas de las mismas. Están hechas ahora de acero inoxidable y son bastante resistentes si me lo preguntas. –Diría Tails.–

¿Por qué hiciste esto? –Preguntaría Knuckles a Tails.–

Supuse que en algún momento podrías llegar a necesitar un repuesto de tus garras metálicas, así que creé estás en caso de que las necesitases. –Diría Tails.–

Perfecto. Servirán muy bien en el caso de que alguien quiera atacarnos. –Diría Knuckles.–

Así es. –Tails le daría las garras a Knuckles.–

Oye, Blaze. –La llamaría Tails, mas ella no respondería, solo se quedaría mirando fijamente a la nada.– Em, ¿Blaze? –Repiritiría.–

Parece que se ha quedado plasmada en la imagen de cierto erizo azul. –Diría Knuckles con lo cual Sonic se percataría que en efecto, la vista nula de Blaze a algún lugar, parecía indicar de forma secundaria que estaba viendo a Sonic.–

Ey, Blaze. –Diría Sonic para pasar su mano ondeando por los ojos de Blaze.–