Gracias al aparato que Tails le había regalado a Blaze, ella ahora sabía dónde estaba al menos una de las Esmeraldas del Sol. Ella a sabiendas que el lord Ix no vendría hasta mañana, decidió ir a buscar la gema al rededor de la isla. Sonic se ofreció en ayudarla a buscarla.
No tenías que venir, Sonic. Es mi responsabilidad encontrar la gema y solo mía. –Diría Blaze al erizo azul.–
Sí, lo sé, pero ya sabes lo que dicen: «Dos cabezas funcionan mejor que una, y dos que tres». –Diría Sonic.–
Nunca había oído esa última parte. –Reapondería Blaze.–
Sí, no es algo común de oír, pero es cierto. Cuando dos personas trabajan juntas, pueden hacer lo que sea, pero cuando son tres, el tercero suele ser solo un atenido a que todo lo hagan los demás. –Respondería Sonic.–
Sí, supongo que tienes razón. Igualmente, no creo que necesitemos un trío para hacer esto bien. –Diría Blaze.–
Sí y bien, princesa imperial, ¿dónde está esa gema, eh?, ¿te ha dicho algo más el cacharro ese? –Diría Sonic.–
No, lastimosamente sigue igual que antes. –Diría Blaze.–
…Jm… Se supone que las Esmeraldas del Sol son similares a las Esmeraldas del Caos, ¿no es cierto? –Diría Sonic.–
Sí, ¿pero eso qué tiene que ver? –Preguntaría la felina.–
Las Esmeraldas del Caos no van a cualquier lado, siempre van a un lugar acogedor y calmado, así que seguro habrán ido a un lugar así. –Respondería Sonic.–
¿Y dónde hay un lugar así en esta jungla? –Preguntaría Blaze.–
“Está a sus pies, mi lady”. –Diría Sonic, obviamente haciendo referencia a un halago típico en un tono burlón.–
…¿Te refieres a que está a mi disposición el lugar o?… –Blaze no parecía percatarse.–
Je, no, Blazy. Lo que digo es que está bajo tierra. Vamos, sígueme. Te mostraré el camino. –Diría Sonic para ir hacia unas cascadas que estaban cerca de ahí, detrás de él iría Blaze.– ¡Aquí es! –Diría Sonic al llegar a las cascadas.– Justo abajo de estas inmensidades, se encuentra un palacio infestado de agua. A esta parte me gusta llamarle Hidro City, por parecerse también a una ciudad. –Diría Sonic.–
¿Y cómo se supone que bajaremos hasta allá abajo? –Preguntaría Blaze.–
Supuse que se me ocurriría alguna forma de bajar una vez estuviésemos aquí. –Respondería Sonic a Blaze.–
Así que no sabes. –Diría Blaze.–
Pues no. Cuando entré a ese lugar, fue cayéndome de aquel puente en el que estás. –Diría Sonic.–
¿Caerte?, ¿estás diciendo que diste un salto de fe desde aquí arriba? –Diría Blaze.–
No. En aquel tiempo Eggman había engañado a Knuckles por primera vez y el con una bomba nos mandó tanto a mí como a Tails allá abajo. Tails logró atraparme en el aire y continuamos por la parte de arriba que no tenía agua, pero igualmente, terminamos tarde que temprano en uno que otro pozo. –Diría Sonic.– Pero viéndolo ahora, no creo que sea tan malo un salto de fe al agua. –Respondería Sonic.–
Sonic, es demasiado alto, y no sabes que hay allá abajo con exactitud o en que caerás. No voy a saltar. –Dice Blaze a Sonic.–
Vamos, dime la verdad. ¿Le tienes miedo a las alturas? –Respondería Sonic.–
⸘Qué‽ Pero por supuesto que no, una princesa imperial no debe retroceder ante nada solo por sus miedos. –Diría Blaze algo nerviosa.–
Oh, sí que le tienes miedo. Tranquila. –Diría Sonic para tomarla en sus brazos y cargarla.– Solo mantente sujeta a mí y piensa que es un clavado. –Diría Sonic.–
¿Un clavado?, ¡pero si es un agujero de varios metros! –Diría Blaze.–
Sip, un clavado, es un clavado, solo que este sería al estilo quebrado. –Diría Sonic para acto seguido aventarse al agujero.–
Sonic descendió varios metros hacia el fondo, quizás la misma cantidad de metros de una enorme barranca, pero llegó, su pie se estrelló contra el suelo, sufriendo cero daño al caer.
¿Lo ve princesa? No era tan malo. –Diría Sonic para bajar de sus brazos a Blaze, quien estaba aterrorizada.–
¿Qué hubiese pasado si te hubieses hecho daño, Sonic The Hedgehog? No puedes jugar con las alturas, podrías hacerte daño. –Regañaría Blaze a Sonic, aunque realmente solo fue por haberla tomado tan repentinamente para bajar aquí.–
“La vida es un peligro y yo lo desayuno en vez de cereal por las mañanas”. –Diría Sonic con una sonrisa de lado a lado y un tono narcisista.–
Como sea, pero no me vuelvas a meter en tus locuras así de simple. –Diría Blaze, para acto seguido tomar aire y relajarse.–
Bueno, bueno, “pero no se enoje”. –Diría Sonic.– Cambiando de tema y antes de que ya no me tengas paciencia, ¿cómo va el cacharro ese? –Añade.–
Deja lo reviso. –Diría Blaze para sacar el aparato. Al encenderlo, notó que la señal se había intensificado, por lo que estaban cerca de la gema.– Creo que la hemos encontrado, la señal se ha identificado. –Diría Blaze.– Vamos, no hay que perder tiempo. –Diría la felina para salir corriendo en dirección a donde el rastreador señalaba la supuesta ubicación de la gema.–
Perfecto, it's a piece of cake. –Diría Sonic para salir disparado detrás de Blaze, aunque no le costó mucho alcanzarla.–
Blaze se aventuró por el místico palacio, esquivando algunas trampas, laberintos sin salida, continuó con el erizo por detrás hasta que encontró finalmente la fuente de la energía.
¡Sí, aquí es, aquí debe estar la Esmeralda! –Diría Blaze hasta ser interrumpida por ver ante sus ojos la verdadera fuente de la energía.– ¿Qué?, ¿qué es esto? –Ante los ojos de la princesa, yacía un portal a la dimensión del Sol, en el lugar donde descansaban siempre las Esmeraldas del Sol, como si nadie nunca las hubiese tocado.– ¿Pero cómo? –Se pregunta Blaze.–
¿Entonces nunca salieron las Esmeraldas del Sol de su dimensión? –Preguntaría Sonic.–
Eso parece. –Diría Blaze.– ¿Pero por qué? No me imaginaba por algo esta situación. Si ellas están allá, ¿por qué yo estoy aquí? –Preguntaría Blaze.–
Bueno, las Esmeraldas del Caos me mandaron a mí y a Tails a tu dimensión cuando necesitaste ayuda, ¿será acaso ellas las que te habrán traído hasta aquí? –Diría Sonic.–