Flavio y el Ángel Caído (libro 4)

1c ¿Tienes alas?

Los ojos de Flavio Andrés intentaban abrirse mientras la alarma del reloj despertador seguía sonando sin cesar, el sueño seguía venciendo al hechicero, apenas había dormido por la visita de Leónides, además de buscar alguna explicación al comentario de Asmael sobre su gemelo. Cuando logró encontrar el reloj con su mano, apagó la alarma, y se fue al baño para prepararse para su trabajo. Bien despierto y más tranquilo, vestido con su uniforme de paramédico, salió de la habitación rumbo a la cocina para desayunar con su esposa. En el comedor vio de pie a Asmael y a su esposa conversando, y no pudo evitar sentir una rabia dentro de él, era seguro que estaban hablando del supuesto gemelo, ¿Sería una broma pesada del profesor celestial de su hija? No era posible que un Ángel Guardián de los ángeles de la muerte y el nacimiento, fuese capaz de decir esa barbaridad. El paramédico terminó de acercarse a ellos, y su esposa emocionada le dio un beso en la boca antes de ir a la cocina a buscar el desayuno.

El hechicero poderoso molesto miró con rabia al profesor de su hija, y sin tener que preguntarle nada, Asmael le aclaró lo que significaba la presencia de un gemelo dentro de él. Lo que el ángel le dijo lo dejó sorprendido, el gemelo era un Ser superior, alguien por encima de cualquier ángel, incluyendo a su esposa y a su hija LC, que eran ángeles nacidas en cuerpos de hechiceras.

Una duda comenzó a carcomerle por dentro, ¿Por qué su esposa no le había dicho nada sobre este Ser superior? El ángel le respondió que ella no podía saber nada, su cuerpo terrenal no le permitió darse cuenta de la presencia del Ser superior. Catalina era la hija de dos hechiceros y recibió como su única alma la esencia de un ángel, haciendo que sus poderes como hechicera fueran sustituidos por los poderes del ángel, eso lo sabía el paramédico. Otra duda surgió en el hechicero poderoso, ¿Sus poderes eran realmente los de un hechicero o los de un ángel? Ni su esposa ni su hija podían conjurar magia de los hechiceros, ¿por qué él sí? Sí él y el padre de Catalina sabían que sus hijas eran ángeles, ¿Los padres de Flavio Andrés también lo supieron cuándo nació? Y si era así, ¿Por qué le mintieron diciendo que era un hechicero? ¿Qué sentido tendría haberlo hecho?

Asmael leía los pensamientos del poderoso hechicero, y le respondió que sus poderes eran los de un hechicero ordinario, como la naturaleza indicaba por haber nacido de una hechicera poderosa. Con la presencia del Ser superior al lado de su alma, su energía mágica había aumentado para convertirlo en un mago poderoso, a cuyos poderes se sumaban los del Ser superior, y era por eso que podía evadir los hechizos más poderosos, o incluso impedir que sus hechizos fuesen deshechos por cualquier hechicero poderoso. El paramédico no quedó muy conforme con la respuesta, en ese momento lo que quería saber era por qué sus padres no le dijeron lo que él era. El ángel le respondió que no sabía si sus padres conocían el hecho que un ser celestial acompañaba su alma, y que posiblemente no era una mentira lo que le dijeron, simplemente fue lo que pensaron que había ocurrido, y solamente el Creador tenía la respuesta, o su mismo gemelo. Asmael agregó que su gemelo había visto algo en el alma del paramédico el día de su nacimiento, que lo convenció de formar parte de su esencia, aprovechando el espacio para habitar dentro de él. No era común que un Ser superior naciera en el cuerpo de un hechicero, eso era una tarea para los ángeles, y si decidía nacer en el cuerpo de un hechicero, lo haría en uno que al nacer no tenía alma, uno destinado para un ángel. El profesor de su hija añadió, además, lo más importante que debía saber, su gemelo le impediría que le hiciera daño a un inocente, o incluso matarlo, era una especie de freno que le aplicaban los poderes celestiales. Asmael se despidió cortésmente y desapareció.

Al hechicero paramédico le molestaba algo saber la decisión de su gemelo de habitar en él. Después de lo que había vivido por ser un mago poderoso, mil veces hubiese elegido ser un hechicero ordinario, las Fuerzas Místicas del Orden no lo hubiesen tomado en cuenta, y quizás hasta el primer beso con el Ángel de la Muerte no la hubiese hecho agonizar, aunque en el fondo él sabía que no era cierto, los Ángeles de la Muerte no podían enamorarse, ni formar una familia para poder dedicarse a su destino. El sonido de la dulce voz de su esposa invitándolo a desayunar, lo sacó un momento de sus preocupaciones, y mientras comían, Flavio Andrés le relató todo lo que Asmael momentos antes le había contado. Ella lo miraba asombrada, nunca había escuchado que un ser celestial morara junto a un alma, y mucho menos un Ser superior, pues generalmente el cuerpo del hechicero nacía sin alma, para que el Ángel del Nacimiento le colocase un ángel en forma de alma dentro de él. El Creador seleccionaba la familia de hechiceros que cuidaría de su ángel, hasta que en su adultez cumpliera con su misión en el plano terrenal.

Después de desayunar, el hechicero poderoso se preparó para ir al trabajo, pero no quiso manejar su auto, así que pensó que le pediría que su amigo lo trajera al final del turno, y cuando iba a desvanecerse una distancia tan larga, recordó lo que el agente le había recomendado, e hizo cinco paradas para pasar desapercibido. En otra parte de la ciudad, una muy alejada de la Central, otro anciano sin magia había muerto, y Rafael acompañaba a los forenses, le había resultado difícil justificar su presencia, pero el forense hechicero lo ayudó. El agente se quedó afuera de la habitación, y vio al ayudante cuando le asentía, el cuarto estaba dentro de un hechizo anti magia. Escuchó a las Fuerzas del Orden, la de las personas sin magia, interrogar a la mujer que había encontrado al anciano muerto. Le llamó la atención oír que un paramédico estaba en la habitación al entrar ella, y la mujer pensó que había sido por una alarma a emergencias, una que estaba conectada a un monitor clínico. Inmediatamente, Rafael se dio cuenta que no había ninguna ambulancia fuera de la casa, e interrumpió a la policía para preguntarle por el paramédico, y ella le dijo que tenía pocos minutos de haberse ido.



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En el texto hay: fantasia, angelesydemonios, persecuciones

Editado: 09.07.2020

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