-¿Y Alan?- pregunté por lo menos una décima vez ese día.
-El duque ha salido. Probablemente llegue tarde señorita.
No era estúpida, el maldito me estaba evitando. Y creo que con justa razón, es decir, había estado tan pendiente de mí aquella noche y lo único que hice cuando desperté fue darle un susto de muerte.
Habían pasado dos noches desde el incidente, había preguntado por Alan luego de que mis delirios se desvanecían a la luz del día, pero no me daban razón de él. Sin embargo, en la noche había estado a mi lado, justo cuando mis ataques de histeria se hacían de nuevo presentes; pero no podía retenerlo, siempre se iba justo después de que Eliájh entrara en la habitación.
Afortunadamente los hermanos Mc´Llson antes que nada eran sinceros. O bueno, por lo menos Eliájh tenía la decencia de no mentirme cuando le preguntaba sobre aquellas pesadillas de mierda que me atormentaban.
Y si bien no le agradaba mucho la idea, Nick le hacía consiente de que era un tema que me interesaba, debido sobre todo a que yo era la de las extrañas “visiones”.
Ahora sabía lo que ellos eran. La primera noche, justo cuando Alan comenzó a distanciarse de mí, los hermanos Mc´Llson se acomodaron junto a mi cama y comenzaron lo que, para mí, era una tétrica historia de fantasía.
Eliájh y su familia eran algo así como un pequeño aquelarre de “entes” o “seres” antiguos.
¡Vamos! si había resultado posible un viaje en el tiempo, lo que menos debería sorprenderles era que todos aquellos seres a los que temíamos cuando íbamos a la cama en medio de la noche eran precisamente reales.
-Tienes que ir a su siglo. Mira qué cambió y vienes- exigió Eliájh una vez Clark, Reyna y Nick entraron en mi habitación aquella noche.
Y como si se tratara de un sueño, Clark desapareció convirtiéndose en… nada. Se desintegró en el aire y por lo menos unos 10 minutos después apareció de nuevo junto a la puerta.
-¿Qué es? ¿Qué cambió?- preguntó el mayor de los hermanos con un tono que realmente daba miedo.
-Nada. Lo único que queda de Loren está en libros antiguos, una buena duquesa y un hermoso retrato de su boda hecho por Leah- comunicó Clark- Nada más.
-No entiendo- dijo Eliájh sumiéndose en una meditación introspectiva. Casi como si aunque su cuerpo estuviese aquí, su espíritu definitivamente volara muy lejos.
-Pero si hubo algo interesante- eso llamó la atención del caballero- hermano, de Leah no se encuentra nada, no hay registros, ni retratos, ni siquiera la mencionan, ni en ese siglo, ni en este. Solo ese cuadro.
-¿Segura que viene por Loren?- preguntó nuevamente desviando la atención de su hermano hacia mí.
-Totalmente… Eliájh, veo cómo la hace pedazos frente a mis ojos y… no es una pesadilla, las reconozco, esto es diferente.
Esa madrugada me contaron todo sobre ellos.
Prácticamente existen desde siempre, de que son hermanos, no hay duda. Eliájh es como una versión madura de Clark y Nick es como la versión masculina del físico de Reyna.
Tienen varias características en común, todos son hermosos, todos son inmortales y todos son poderosos.
Controlan los cuatro elementos a parte de varios sentimientos. Nick es fuego y representa la lujuria, el odio, los celos y la egolatría. Reyna es agua, representa el amor, la amistad, la alegría, la pasión y la dulzura. Clark es aire, representa lo efímero, los impulsos, la adrenalina y lo salvaje… y Eliájh, es tierra, representa la unión, la sabiduría, la bondad, la fidelidad, la elegancia, la clase, la constancia y la paz.
Y lo que viene tras mi hermana es todo eso dentro de un solo ser, gobernado por los impulsos de momento.
Se siente atraído por los viajes en el tiempo, no le gusta que los humanos sepan al respecto. El ser más poderoso entre ellos.
-No entiendo… o sea, si él es muy poderoso porque ustedes están tan seguros de que no llega aún.
-Porque no es estúpido- me respondió Nick como si fuese obvio.
>>Preciosa. Él está solo y nosotros somos una familia. Incluso el más fuerte no tiene oportunidad ante la unión y nosotros somos algo así como es segundo escalón después de ese hijo de perra.
>>Han intentado separarnos por siglos, sin resultado alguno- sonrió con bastante arrogancia.
-yo solo quiero que Loren esté a salvo.
-Y lo estará- afirmó Eliájh- tenemos que planear nuestra táctica de ataque y defensa. No sé cuántos podrá reunir en una semana, pero después de un quinto día, debemos estar preparados.
-¿Crees que los estúpidos de los O´Donell le seguirán?- preguntó Reyna.
-Cariño, siete envidias en un solo grupo. No sé cómo han sobrevivido, pero estoy seguro de que frente a nosotros se despellejaran entre sí- Clark parecía querer saborear ese momento con bastante prontitud.
-Esperen… ¿hay más?- entré en pánico.