2. Todo color Neón.

Llegar al bar donde tocaba Aidan fue fácil, lo difícil era que no encontraba como respirar teniendo a demasiadas personas a mi alrededor.

Recordé la conversación que había tenido con él, enojándome de nuevo por haberme llamado rubia oxigenada.

¡Que va! Podía decir con orgullo que mi cabello era rubio natural.

Si, señores, rubio natural.

Había sido breve nuestra primera conversación, pero aún así, sus palabras se mantenían en mi cabeza, ese chico me atolondraría los pensamientos si seguía recordando sus hermosos ojos sobre mí, de eso estaba segura.

Pero en fin...

Las personas en el bar parecían estar alborotadas por alguien que estaba en el escenario y vi como varias chicas comenzaban a empujarse para ver a los de la banda que estaba tocando justo ahora.

Creí que sería un bar pequeño y algo descuidado, pero me sorprendí completamente al entrar en ese inmenso lugar con muchas luces neón y pude ver claramente que al fondo, en el escenario estaba el chico del que me había obsesionado desde que tenía catorce años, estaba allí ¡Oh, mi Dios! Aidan Johnson estaba en el escenario tocando el bajo y más atrás, estaban otros chicos, uno en la batería, otro también tocaba el bajo y más atrás estaba una chica en el teclado.

Pero lo que me enganchó fue su voz comenzando a entonar una canción.

La voz de Aidan retumbaba en el lugar y yo no pude evitar sentirme engatusada, atrapada, atolondrada.

Anhelé verte con esa hermosa sonrisa,

Me dejaste embobado apenas te vi,

Ahora soy yo el que se tiene que ir y evitar enamorarse de ti.

Toma mi mano,

Ven junto a mi,

Quiero que sientas lo que yo siento por ti,

Quiero que estés muy cerca de mí,

No te vayas,

Quédate aquí.

No sabía que la perfección existía,

Hasta que te conocí,

Que lindos labios tienes,

Se ven tan comestibles que no sé si al besarlos te dejaría ir.

Estaba tan sorprendida con su voz que pegué un brinco en cuanto puso su ardiente mirada sobre mí, abrió un poco los ojos, como si estuviera sorprendido de verme allí, pero siguió cantando y esta vez, sus ojos no se separaron de mí. Recorrieron mi vestido una y otra vez, para quedarse mirando fijamente mis ojos y no quitar la mirada de mí por el resto de la canción.

¿Qué significaba eso?

Tus labios son tan hermosos,

Que tentación eres para mí,

Toma mi mano,

Salgamos de aquí,

Vamos a la oscuridad,

Quiero poseerte hasta que no aguantes más.

Saltemos al abismo,

Tus manos sobre mí,

Y mis manos sobre ti,

No olvides que eres mi tentación,

No olvides que moriría por ti,

Por tus lindos labios,

Por tu cuerpo sobre mí.

Oh, oh,

Dame un minuto para enamorarte,

Solo por esta noche seamos amantes.

Tus labios son tan hermosos,

Que tentación eres para mí,

Toma mi mano,

Salgamos de aquí,

Vamos a la oscuridad,

Quiero poseerte hasta que no aguantes más.

Déjame amarte por esta noche,

Quiéreme encima de ti,

Dándote el amor que te mereces,

Ofreciendo mis suspiros y caricias,

Solo para ti,

Dime qué sí,

Solo por esta noche seamos amantes.

Oh, oh,

Dame un minuto para enamorarte,

Solo por esta noche seamos amantes.

Oh, oh,

Dame un minuto para enamorarte,

Solo por esta noche seamos amantes.

Estaba completamente consternada porque en ningún momento alejó su mirada de la mía, mi respiración estaba acelerada, me sentía acalorada.

¿Desde cuándo hacía tanto calor? ¿Qué me está pasando? Podría morir aquí mismo si seguía mirándome así, de esa manera tan... caliente.

En cuanto la canción terminó, Clarisse me codeó en el brazo, volteé para verla - ¿Qué? - pregunté con fingida inocencia, rogando para que no notara que Aidan aún no dejaba de mirarme.

- ¿Qué fue eso?

Carajo.

Miró un segundo hacia el escenario en dónde estaba la banda tocando otra canción, una más alegre y menos provocadora que la anterior.

- Nada.

- No dejó de mirarte en toda la canción.

Me encogí de hombros, no queriendo darle ilusiones a Clarisse de que Aidan me tenía interesada o algo parecido - Hablamos hoy por primera vez - dije ignorando el pequeño brinquito de emoción que dió mi estómago.

Pero no.

Deja de sentir mariposas, estómago, o no responderé.

No te permito que te ilusiones y menos después de que te llamó rubia oxigenada, no, no y no.

No puedes.

Te lo prohíbo.

- ¿Y por qué no me lo dijiste? - mi amiga abrió los ojos y puso sus manos en la cabeza. - Se supone que era la primera que debía enterarse de que el chico del que llevabas enamorada desde hace años te habló - chilló con emoción. La hice callar, aunque nadie nos prestaba atención.- No me mandes a callar, desconsiderada. Llevábamos más de una hora arreglándote y no comentaste nada ¿Qué clase de amiga hace eso, Kate? ¿Dónde está la emoción de los chismes nuevos y jugosos? - exageró, tomando mis dos hombros y balanceándome como si necesitara sacarme de algún trance. No pude evitar reírme, ella estaba loca.- No, no te rías, señorita. Esto es algo muy grave e indecoroso.

- ¿Qué es indecoroso? ¿Podrías deletrearlo? - la pinché.

- I-N-D-E... - comenzó a deletrear pero se detuvo en cuanto se dio cuenta que había caído en mi juego, abrió la boca con exageración, abriendo demasiado los ojos y mirándome con indignación. -...COROSO. - terminó de decir con molestia fingida.- No te creas que se me ha olvidado el tema ¿Cuándo hablaron? ¿Qué te dijo? ¿Cómo te miró? ¿Te pidió salir? ¿Le dijiste que si? Por favor dime que no, porque así le das un poco de sabor a su interés por ti ¿Hizo que se te inundaran las bragas? - estaba hablando demasiado rápido que por un segundo me perdí - No, no me respondas eso, ya sé la respuesta, ese espécimen de hombre está bien divino, así que si, creaste un río, eso seguro ¿Se ve mejor de cerca o de lejos? ¿Es bien pinche guapo? Porque déjame decirte que...