Flor Azul

Capitulo 6

✩₊˚.⋆☾⋆⁺₊✧Nuevos Horizontes✩₊˚.⋆☾⋆⁺₊✧

Los días posteriores al recital fueron un torbellino de emociones y planes. Kalina y sus amigas se reunían a diario para preparar el próximo evento, mientras Alaric se unía a ellos con entusiasmo. El jardín de flores azules se había convertido en su punto de encuentro, un lugar donde podían soñar y crear juntos.

Una tarde, mientras estaban en el jardín, Kalina decidió que era hora de explorar nuevas canciones. -. ¿Qué tal si intentamos algo diferente esta vez? – Sugirió, mirando a sus amigas y a Alaric -. Tal vez una canción original.

- ¡Eso sería increíble! – Exclamó Cathe -. Tienes tanto talento, deberías escribir tu propia música.

Kalina se sintió un poco nerviosa ante la idea. -. No estoy segura de que pueda hacerlo. Nunca he escrito una canción.

- No te preocupes, todos tenemos que empezar en algún lugar – Dijo Alaric, apoyándose en el respaldo del banco con una sonrisa alentadora -. Solo escribe lo que sientes. La música es sobre ser auténtico.

Sus palabras la inspiraron. Esa noche, se sentó en su habitación con un cuaderno y un bolígrafo. La música la había ayudado a expresarse, y ahora, con cada palabra que escribía, sentía que estaba descubriendo una parte más profunda de sí misma.

Las semanas pasaron y, con el apoyo de sus amigas y Alaric, Kalina comenzó a dar forma a su primera canción. Se sintió emocionada al compartir algunos versos con el grupo. -. ¿Qué piensan? – Preguntó, un poco insegura.

- Es hermoso, Kalina – Dijo Nefe, emocionada -. Tienes que cantarlo en el recital. La gente se va a enamorar de tu letra.

El día del recital se acercaba rápidamente, y Kalina se dedicó a ensayar su canción original. Cada vez que la cantaba, se sentía más conectada con sus emociones y su historia. En el jardín, el aroma de las flores azules la rodeaba, y el lugar parecía vibrar con su energía.

Finalmente, llegó el día del evento. El jardín estaba decorado con luces y cintas, y sus amigas estaban listas para darlo todo. Kalina respiró hondo mientras se preparaba, su corazón latiendo con fuerza. Alaric se acercó y le dio una suave sonrisa de aliento.

- Recuerda, solo sé tú misma. La música es tuya – Le dijo, acariciando su brazo con suavidad.

Cuando llegó su turno de subir al escenario, la pelinegra sintió una mezcla de nervios y emoción. Al mirar a la multitud de amigos que habían venido a apoyarla, se sintió abrumada por el amor que la rodeaba. Se colocó frente al micrófono y tomó un respiro profundo.

Comenzó con su canción original, y a medida que las palabras fluían, el jardín se llenaba de su voz. Se dio cuenta de que estaba compartiendo no solo su música, sino también su alma. Cada nota resonaba en el aire, y al mirar a Alaric, vio en su rostro una mezcla de admiración y orgullo.

Cuando terminó, el aplauso fue ensordecedor. Kalina sonrió, sintiéndose más viva que nunca. Sus amigas la rodearon, gritándole palabras de aliento y celebración. Alaric se acercó, su mirada iluminada.

- Fue increíble, Kali. Eres una compositora nata —dijo, abrazándola con calidez.

Kalina sintió que su corazón se llenaba de gratitud. Aquel jardín, lleno de flores azules y sueños compartidos, había sido testigo de su transformación. Había aprendido a confiar en sí misma y en su voz.

A medida que la noche avanzaba y la música seguía sonando, Kalina supo que este era solo el comienzo de su viaje. Había muchas más historias que contar, muchas más canciones que escribir. Y con Alaric a su lado y el apoyo de sus amigas, se sentía lista para enfrentar lo que viniera, lista para brillar en cada acorde.

Mientras Kalina celebraba con sus amigas y Alaric, Maxwell y su grupo comenzaron a murmurar entre ellos, preparando su plan para interrumpir la noche. Justo cuando Kalina se sentía más en la cima del mundo, un grito rompió la alegría en el jardín.

- ¡Oye, friki! – Gritó uno de los amigos de Maxwell -. ¿De verdad crees que puedes ser cantante?

El murmullo se detuvo y todos se volvieron hacia ellos. Kalina sintió que su corazón se hundía. Alaric, que estaba a su lado, frunció el ceño y dio un paso adelante.

- ¡Déjala en paz Max! – Dijo, con la voz firme, no le importaba pelear con su mejor amigo -. Solo está disfrutando de su música.

Maxwell se acercó, con una sonrisa burlona. -. ¿Qué pasa, Alaric? ¿Te sientes orgulloso de ser amigo de alguien tan... mediocre?

Las palabras de Maxwell resonaron en el aire, y Kalina sintió cómo el nerviosismo y la inseguridad comenzaban a apoderarse de ella. Sus amigas se colocaron a su lado, preparadas para defenderla, pero la atmósfera se volvía tensa.

- ¿Mediocre? – Replicó Nefe, con valentía -. Kalina acaba de demostrar que tiene más talento que tú jamás tendrás.

Maxwell rio en voz alta, como si estuviera disfrutando del espectáculo. -. ¿De verdad crees que eso importa? La gente como tú siempre estará en las sombras, Friki. No puedes competir con los que somos populares.

Las risas de su grupo aumentaron, y Kalina sintió que el mundo se desmoronaba a su alrededor. Era como si las flores azules se marchitaran ante su mirada. En un instante, todo lo que había construido -su confianza, su música, su felicidad-parecía tambalearse.

Alaric, viendo el impacto de las palabras de Maxwell, se giró hacia Kalina y le tomó la mano. -. No les haces caso, Princesse. Eres increíble. No dejes que te derriben.

Kalina miró a sus amigas, sintiendo la necesidad de aferrarse a su apoyo. Con un profundo suspiro, decidió que no permitiría que Maxwell arruinara su noche. Se volvió hacia él, con una determinación que apenas reconocía en sí misma.




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