✩₊˚.⋆☾⋆⁺₊✧El Gran Día✩₊˚.⋆☾⋆⁺₊✧
❁
El bullicio del festival llenaba el aire desde temprano en la mañana. Carpas, escenarios, luces y la multitud comenzaron a acumularse alrededor del gigantesco recinto donde se celebraría el evento más esperado del año. Kalina observaba desde detrás del escenario, sintiendo una mezcla de nervios y emoción en el estómago. La vista era impresionante: una enorme multitud que se extendía hasta donde alcanzaba la vista, esperando con ansias a que las bandas comenzaran a tocar. El rugido del público era un recordatorio constante de la magnitud del momento.
- ¿Estás lista para esto? – Preguntó Evander, poniéndose a su lado mientras estiraba los brazos.
Kalina asintió, aunque su corazón latía a mil por hora.
- Lo estoy – Balbuceaba, tratando de sonar más segura de lo que realmente se sentía.
Catherine, siempre enérgica y positiva, apareció detrás de ellos, ajustándose su chaqueta de cuero.
- Vamos a romperla – Dijo con una sonrisa confiada -. Nadie en este festival será capaz de olvidarnos.
Él de mechas azules, que se mantenía en silencio mientras afinaba su guitarra a unos metros de distancia, levantó la vista al escuchar el comentario de Catherine. Sus ojos se encontraron brevemente con los de Kalina, y por un segundo, ambos intercambiaron una sonrisa nerviosa, pero cómplice. Durante semanas habían estado ensayando, preparando la presentación perfecta, pero había algo entre ellos que estaba sin resolver, algo que hacía que esos momentos previos al escenario fueran más intensos.
- Cinco minutos – Anunció uno de los organizadores del evento desde los laterales del escenario.
El grupo se reunió rápidamente para un último repaso. Los nervios estaban a flor de piel, pero también la emoción de estar en ese gran escenario por primera vez, frente a miles de personas. Kalina respiró hondo, sus dedos temblando ligeramente mientras ajustaba su micrófono.
- Recuerden que estamos aquí porque amamos esto – Dijo Nefe, en un intento de aligerar el ambiente -. Solo disfruten. ¡Y demos lo mejor de nosotros!
Cuando finalmente llegó el momento, la multitud estalló en vítores cuando el grupo salió al escenario. Kalina sintió una oleada de adrenalina al pisar bajo las luces brillantes. Los aplausos y gritos eran ensordecedores, pero al mismo tiempo, increíblemente estimulantes.
La banda empezó fuerte, con las primeras notas reverberando en el aire. Catherine marcaba el ritmo con su batería, Evander en el bajo, y Alaric deslizaba los dedos por las cuerdas de su guitarra como si el instrumento fuera una extensión de sí mismo. Kalina se movía al ritmo de la música, dejando que su voz llenara el espacio con fuerza y pasión. La conexión entre ellos era palpable, y el público lo sentía. Cada canción que tocaban parecía encender más a la multitud, llevándolos a un crescendo de energía y emoción.
Pasaron por varias de sus canciones originales, y la banda estaba en su mejor forma. La rusa se sentía más viva que nunca, su voz resonaba con una intensidad que incluso a ella la sorprendía. Pero lo que realmente la mantuvo centrada, lo que la motivaba a dar más de sí misma, era la presencia de Alaric a su lado. Cada vez que él tocaba, sentía que su conexión se hacía más fuerte.
Finalmente, llegó el momento que todos habían estado esperando: la última canción. Era una nueva pieza que habían trabajado en los últimos días, una canción que Kalina y Alaric habían escrito juntos en uno de esos momentos donde las palabras y la música parecían fluir de manera natural. La canción era más lenta que las demás, cargada de emociones, con una letra que hablaba de amor, de incertidumbre, y de encontrar el camino en medio del caos.
Alaric comenzó con un solo de guitarra suave pero melancólico, y Kalina cerró los ojos, dejando que las palabras la guiaran mientras empezaba a cantar:
"Can’t find the road, lost in this storm,
Trying to be strong, but I’m all torn,
But if you're with me, I’m not alone,
You’re the light that leads me home."
El público quedó en silencio, cautivado por la melodía y la intensidad de la interpretación. Mientras Kalina cantaba, algo dentro de ella se desató. Las palabras que estaba cantando no eran solo una canción, eran su verdad, su confesión, y lo sabía. Cada verso, cada nota, parecía resonar en lo más profundo de su ser, y por primera vez en mucho tiempo, no había miedo en su voz, solo honestidad.
Alaric la miraba desde su lugar, tocando la guitarra con una precisión casi perfecta, pero sus ojos nunca se apartaban de los de Kalina. Había algo en esa mirada, algo que los unía en ese instante, y ambos lo sabían. Mientras la canción alcanzaba su clímax, Kalina se acercó lentamente a él, las palabras finales aun resonando en sus labios.
"With you, I’m never lost…
With you, I’ve found my home."
El silencio que siguió al último acorde fue casi irreal. El público estaba completamente inmerso en la atmósfera creada por la banda, sin decir una palabra, esperando el siguiente movimiento. Kalina y Alaric se quedaron frente a frente, respirando con dificultad, aun sintiendo la intensidad de la canción.
– Princesse… – Murmuró Alaric, su voz apenas audible, pero lo suficientemente clara para que ella lo escuchara.
Ella no dijo nada. En ese momento, no necesitaban palabras. Lentamente, como si todo hubiera estado llevando a ese preciso instante, Alaric inclinó la cabeza hacia ella. La chica rusa, sin apartar la vista de sus ojos, cerró el espacio entre ellos. En medio del escenario, bajo las luces brillantes y frente a miles de personas, Alaric y Kalina finalmente se besaron.