✩₊˚.⋆☾⋆⁺₊✧Fragmentos Ocultos˚.⋆☾⋆⁺₊✧
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Alaric volvió a casa en silencio, agotado y adolorido, pero más inquieto que nunca. La suspensión le daba tiempo para procesar todo lo que había pasado, pero eso no hacía que el peso de las amenazas y los secretos fuera más fácil de llevar. Apenas cruzó la puerta, el eco de las palabras de Maxwell continuaba en su mente, como un recordatorio constante de la rivalidad que dividía a sus familias y de la amenaza que pendía sobre Kalina y él.
Se dirigió a su habitación, encendió la lámpara de su escritorio y se dejó caer en la silla, apoyando la cabeza entre sus manos. Sabía que su padre estaba en la casa; había oído sus pasos cuando pasó por el despacho, pero dudaba que estuviera al tanto de la pelea con Maxwell. A pesar de la incomodidad de la relación con su padre, Alaric estaba decidido a hacerle frente.
Horas después, mientras Alaric observaba el techo sin realmente verlo, su padre abrió la puerta y entró sin previo aviso, como solía hacer.
- Supe que tuviste problemas hoy en la escuela – Comenzó, su tono inusualmente mesurado -. ¿Vas a explicarme lo que está pasando?
Alaric apretó los labios, manteniendo la mirada baja. Finalmente, alzó la vista y encontró la expresión severa de su padre.
- ¿Por qué sigues con la misma disputa familiar de siempre, padre? Maxwell es como tú. No le importa a quién afecta, solo quiere ganar – Soltó, sintiendo que su rabia comenzaba a hervir de nuevo -. Esto no tiene nada que ver conmigo
Su padre suspiró, cerrando la puerta detrás de él. Se quedó en silencio un momento, luego se acercó, apoyándose contra el escritorio.
- No tienes idea de lo que estás diciendo, Alaric. Hay mucho que no comprendes sobre esa familia y sobre lo que nos hicieron. Maxwell y su padre… – Hizo una pausa, como si estuviera recordando algo desagradable -. La historia no es tan simple. No es solo una rivalidad, hijo. La familia de Maxwell tiene su lado oscuro, y si tú crees que sus intenciones son solo "competitivas", estás siendo ingenuo.
Alaric lo miró, confundido y un poco asustado por la seriedad en el rostro de su padre.
- ¿Qué hicieron? – Preguntó en voz baja, inseguro de si quería saber realmente la respuesta.
Su padre miró hacia la ventana, como si los recuerdos que evocaba estuvieran allí, en la penumbra de la noche.
- Arruinaron nuestra vida en su momento, Alaric. Cuando eras un niño, sus negocios y trampas nos costaron más de lo que alguna vez sabrás. Ellos no juegan limpio, y ahora Maxwell intenta hacer lo mismo contigo. Quizás no comprendas todo, pero estás metido en medio de una tormenta que comenzó hace años.
Alaric escuchó las palabras de su padre en silencio, dándose cuenta de la gravedad de la situación. Aunque había oído sobre las disputas familiares, nunca había imaginado que fueran tan profundas ni tan llenas de rencores que parecían imposibles de dejar atrás.
- ¿Y qué quieres que haga? ¿Que lo enfrente? – Preguntó Alaric, tratando de entender cuál era su papel en esa rivalidad.
Su padre negó lentamente con la cabeza.
- Quiero que seas inteligente. No te pido que sigas mi camino ni que continúes esta disputa, pero tampoco puedo permitir que te dejes manipular. Si Maxwell intenta destruir lo que has construido o herir a los que te importan, debes saber protegerte. A veces, la única forma de vencer es mantenerse un paso adelante.
Alaric asintió, aunque su mente todavía estaba enredada en un torbellino de pensamientos. Cuando su padre salió de la habitación, él permaneció en silencio, asimilando cada palabra, cada advertencia. Sabía que había una verdad en las palabras de su padre y una amenaza latente que no podía ignorar.
La rivalidad no era solo un juego.
Esa noche, Alaric apenas durmió, inquieto por la conversación con su padre. Las palabras resonaban en su mente una y otra vez, como un eco imposible de acallar. Maxwell había dejado de ser solo un adversario molesto; ahora era parte de un conflicto más oscuro y profundo de lo que jamás había imaginado. Por primera vez, sintió el peso de una historia familiar que lo arrastraba hacia un destino que no había elegido.
A la mañana siguiente, se encontró caminando por la ciudad sin rumbo fijo, tratando de aclarar sus pensamientos. Caminó hasta un pequeño parque que él y Kalina habían descubierto juntos, un rincón lleno de magnolias y flores azules que parecían de otro mundo. Su presencia allí, entre el verde y el aroma fresco de las flores, le trajo un respiro, un recordatorio de las cosas importantes.
Mientras observaba las flores, su teléfono vibró. Miró la pantalla y vio un mensaje de Kalina:
"¿Estás bien? Te noto distante. Porfa no hagas nada solo sin mí”
Alaric se quedó mirándolo sin saber qué responder. Desde el enfrentamiento con Maxwell, había empezado a distanciarse de todos, especialmente de Kalina. No quería arrastrarla a esa sombra de rivalidades y secretos. Sabía que Maxwell la había estado observando de cerca, y temía que hacerla parte de su vida solo la expusiera más al peligro. Pero la imagen de ella, la calidez de su sonrisa y la sinceridad en su mensaje, lo hacían cuestionarse si su distancia no era simplemente una forma de esconderse, una cobardía disfrazada de protección.
Respiró hondo y comenzó a escribir:
"Lo siento, Princesse. No quise apartarme de ti. Hay… cosas complicadas que estoy tratando de entender. Cosas que tienen que ver con mi familia, con todo esto entre Maxwell y yo. No quiero que te veas envuelta en eso."
No tardó en recibir una respuesta.
"Alaric, no me importa lo complicado que sea. Quiero estar ahí para ti. No tienes que enfrentar todo solo."