Esa misma tarde al regresar a casa después del trabajo, Daphne aún tenía muy presente en su mente el asunto de que Ethan debería intentar buscar información de su madre, era verdad que pensaba que había una posibilidad de que realmente su madre no tuviera interés en él y que realmente por esto lo abandonara, pero estaba más convencida de que ella realmente si lo amara.
No cualquier padre o madre que deja a su hijo en un orfanato jura que regresará por él. No veía el por qué el director del orfanato de daría falsas esperanzas a un niño de que su madre volvería con él, debía ser cierto eso. La madre de Ethan podría estar en algún lado sin saber nada sobre lo ocurrido en el orfanato, y creyendo que tal vez él había sido dado en adopción. Y tal vez ella esperara volver a ver a su hijo un día, pero estuviera resignada ya que creería que él tendría otra familia.
Daphne detuvo un momento sus pensamientos al darse cuenta de que realmente estaba ya creando una historia en su mente sobre el paradero de la madre de Ethan y sobre como ella se sentiría. Tal vez si estuviese planteando muchas suposiciones, pero es que realmente quería hacer algo por Ethan. Él realmente la estaba pasando muy mal por la culpa que cargaba por no haber hecho nunca algo por esos niños. Ella en serio deseaba hacer algo significativo que realmente pudiese animarlo.
Daphne estaba segura de que, aunque no lo aparentara, Ethan realmente tenía un pequeño deseo de saber sobre su madre, es decir, ¿qué niño huérfano no desearía o tendría curiosidad sobre su procedencia? Ethan no podía ser la excepción. Era verdad que no conocía a muchas personas que fuesen huérfanas, realmente sólo conocía a una aparte de Ethan, y nunca había hablado abiertamente con esa persona sobre cómo se sentía con respecto a sus padres biológicos. Pero si se ponía en lugar de Ethan o cualquier niño huérfano que nunca hubiese sabido nada de sus padres, estaba segura de que tendría curiosidad.
Esa noche meditó mucho el asunto durante la cena, un par de horas de después estaba acostada en su cama pensando en sí debería hablar con ella, no debería divulgar nada de lo que le había confiado Ethan, pero estaba segura de que ella no diría nada, finalmente decidió hacerlo, necesitaba consultarlo con alguien que hubiese vivido una situación similar a la de Ethan. Así que salió de su habitación y fue a la de su abuela.
Tocó la puerta de su habitación y escuchó del otro lado de la voz de su abuela decir que podía pasar. Cuando entró su abuela dirigió la mirada hacia ella, estaba sentada en su sofá leyendo un libro.
—¿Qué pasa, Mary? —preguntó la mujer.
—Disculpa que te moleste —dijo Daphne entrando.
—Descuida —Daphne se acercó a ella y se sentó en el borde de la cama.
—Quería hablar contigo sobre algo —mencionó la chica, llamando la atención de su abuela, se oía seria, ella normalmente no se comportaba con esa seriedad.
—Dime —dijo la mujer, colocando un separador en la página de su libro y dejándolo a un lado.
—Bueno, quiero preguntarte algo —hizo una pausa, no sabía si a su abuela le incomodaría o le molestaría hablar de esto—. Tu fuiste hija adoptiva, ¿no?
—Sí, así es —afirmó Giselle, sin inmutarse.
—Bueno..., ¿tú nunca sentiste curiosidad por saber sobre tu familia biológica? —esa pregunta realmente la extrañó. La mujer se mantuvo pensativa unos segundos.
—Bueno..., sí, claro que tuve curiosidad por saber sobre mis padres biológicos, ¿qué niño huérfano no tendría curiosidad? —contestó.
—¿Y nunca intentaste buscar información sobre ellos? —esa pregunta la extrañó aún más.
—Nunca me fue posible tener alguna pista de ellos, así que nunca intenté buscarlos. Ellos... posiblemente mi madre, me dejó en un orfanato al nacer. Tus bisabuelos me adoptaron cuando tenía cinco años, y para mí ellos han sido mis únicos padres.
—Entonces, ¿nunca volvió a interesarte saber sobre ellos? —insistió Daphne. Giselle la miró inquisitiva, eran demasiadas preguntas muy sospechosas. De pronto Mary tenía mucho interés en su procedencia.
—Muy bien, Mary —habló—, ¿qué ocurre? De pronto tienes mucho interés sobre mi pasado.
Daphne se dio cuenta de que debía ser más directa sobre el porqué de sus preguntas, si es que quería un consejo de su abuela.
—Bueno... es que hay una situación en la que he estado pensando, y pensé que tal vez es algo que podría consultarte o que podrías darme un consejo ya que... tú fuiste adoptada.
—Por Dios, Mary —expresó su abuela—. No me digas que tienes una tonta sospecha de que eres adoptada.
—Oh, no —dijo Daphne sonriendo divertida— mi tío Joe siempre me ha dicho que soy como una versión femenina de papá. La situación de la que te hablo es un asunto referente a Ethan.
—¿Ethan? —consultó la mujer extrañada.
—Sí, ¿recuerdas que Ethan es huérfano?
—Oh, sí —afirmó, recordando la cena a la que su nieta había llevado al chico—. ¿Él quiere buscar a sus padres?
—No, en realidad soy yo la que quiere buscarlos; a su madre, bueno, trato de convencerlo de buscarla —contestó.
—¿Por qué quieres que la busque? —preguntó Giselle extrañada.
—Porque yo realmente creo que hay una posibilidad de que ella quiera verlo.
—¿Y por qué lo crees? ¿Tienes información sobre ella?
—Bueno, no realmente Es una larga historia —Daphne guardó silencio un momento, dudando en si decirle todo o no—. Aparentemente su madre prometió que algún volvería por él, el propio director del orfanato le contó esto a Ethan.
—¿Y no has pensado en que tal vez él haya mentido y que por eso ella no regresó en diecisiete años? —cuestionó la mujer como si fuera lo más obvio.
—Sí, pero tengo razones para creer que puede que ella realmente quiso buscarlo —aseguró la chica.
—¿Qué razones? —inquirió la mujer.
Daphne se quedó callada un momento, aún dudaba mucho sobre si contarle, pero tal vez debía ampliarle el panorama. Esperaba que no juzgara a Ethan por eso.
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Editado: 02.11.2023