Flor de Daphne

CAPÍTULO 28

FASE 3

IDILIO

Ethan aún se sentía un poco perdido, su relación con Daphne había dado un gran giro. Ayer había permitido que ella se le acercara demasiado, habían compartido más de un beso ella se le había declarado, él no había hablado de sentimientos en ni ningún momento, pero eso para ella no parecía haber sido necesario para que su actitud hacia él cambiara después de que se hubieran besado de nuevo, siendo totalmente dulce con él, incluso esta mañana le había enviado un mensaje de buenos días, cosa que no había hecho antes.

Habían pasado un par horas juntos en su departamento ayer después del beso, ella había terminado de cocinar para él, habían cenado juntos y ella se le había acercado nuevamente en más de una ocasión para besarlo. Él le había correspondido cada uno de esos besos, y lo había disfrutado, realmente lo había hecho.

Se sentía temeroso por su sentir desde que había besado a Daphne, inmediatamente después de ese beso se cuestionó su acción y se reprendió por no poder controlarse. Algo dentro de sí le decía que todo esto estaba mal, pero su deseo de estar con Daphne era más fuerte que su lado racional.

No sabía aún cómo definir su relación con ella, Daphne había sido muy cariñosa y con toda confianza había vuelto a besarlo en tres ocasiones más, la última había sido esa tarde antes de irse, después de esto, Ethan no había podido dejar de pensar en todo el asunto. Toda la situación le recordaba a aquella que había vivido con Ellie cuando su relación comenzó, había sido de una manera similar, todo había comenzado con un beso. No estaba segura de si podía decir que ahora su relación con Daphne era un noviazgo, y no sabía qué pensar respecto a ello.

Se dirigía al trabajo mientras seguía pensando en ello. Pudo apartar de su mente ese asunto durante un momento mientras pensaba en qué les contaría a sus compañeros si preguntaban sobre cómo había ido su viaje. No había dado demasiados detalles del viaje, sólo sabían que alguien a quien había conocido hacía mucho tiempo lo había contactado para decirle que posiblemente podía tener información sobre su madre, y sólo por si existiera la posibilidad de saber de ella haría el viaje hasta allá. Sintió algo de temor al decir el nombre de Dryfield, pero ninguno puso mucha atención a ello.

Realmente no quería que ellos supieran demasiado de su vida, nunca había querido hablar mucho de su no pasado y por suerte ellos habían respectado eso, aun así, sabía que hablaban mucho de qué habría pasado antes en su vida, cuando él recién comenzaba en este trabajo, los había escuchado comentar que tal vez había huido de violencia intrafamiliar, que tal vez tenía padres adictos, o que incluso estaría huyendo de la justicia. Eran esas conversaciones que al parecer no se percataban que él podía oír, después de escuchar tantas suposiciones le había sorprendido que Brandon confiara tanto en él no sólo para darle trabajo, sino para dejarlo vivir un tiempo en el cuarto de arriba del local.

Cuando llegó al local, inmediatamente notó que algo andaba mal, vio a Brandon parado frente al mostrador, mientras que Gina y Ben estaban detrás de éste, la chica estaba inclinada sobre éste, sollozando, mientras que Ben tenía una mano sobre su hombro, mirándola con preocupación. Al entrar todos dirigieron su atención a él, notó como Gina trató de reponerse, se enderezó y se limpió las lágrimas.

—¿Qué ocurre? —cuestionó el chico notablemente preocupado.

—Emm, bueno... —habló Brandon dirigiendo un momento su mirada a Gina.

—No es nada —dijo Gina con voz un poco quebrada—. Bienvenido —le dirigió una pequeña sonrisa—. Pongámonos a trabajar —dicho esto se dio la vuelta y se dirigió a la cocina.

Brandon y Ben sólo la miraron preocupados, al igual que Ethan, sólo en una ocasión había visto a Gina así, y a su mente vino la idea de que podría ser algo como eso.

—Vamos a la cocina, Ethan. A Ben le toca atender —dijo Brandon, el chico asintió y ambos rodearon el mostrador.

—¿Qué le ocurre? —preguntó Ethan. Brandon sin detenerse, susurró negando.

—Su hermano —justo lo que pensaba.

Hacia cerca de unos cuatro años, Gina había pasado por un mal momento, no había querido hablar mucho de ello, pero según lo que entendía por lo que Ben y Brandon le habían contado, su hermano menor del que hacía meses no sabía nada, se había infiltrado en su departamento para tomar todos sus ahorros, dejando sólo una nota diciendo que lo necesitaba. Ella había estado muy mal por ello, al principio pensaba que sólo estaba muy molesta, pero después de encontrarla llorando fuera de los baños, entendió que sólo estaba muy triste. Según Ben, Gina amaba su hermano, y sólo lo quería devuelta, ese saqueo había sido lo más cerca que había estado de él en mucho tiempo. Ella no quería ningún mal para él, así que no lo había denunciado a pesar de que Brandon le había insistido mucho en ello.

—Deberías tomarte el día, Gina —dijo Brandon al entrar a la cocina, sin embargo, la chica fingió no oírlo y sólo fue hacia una de las mesas a separar las verduras.

Ethan no tenía idea de qué había sido del asunto de su hermano desde entonces, ella nunca hablaba de eso, y por lo que parecía, ahora tampoco tenía ganas de hablar de ello, al parecer ya había tenido su quiebre; su momento de debilidad con Brandon y Ben, ahora a pesar de tener irritados los ojos, parecía muy tranquila, aunque el ambiente se sentía un poco tenso. Sin embargo, Ethan casi agradecía que el asunto de lo que sea que hubiese hecho ahora el hermano de Gina, distrajera la atención de él, pero eso no duró mucho.

—¿Cómo te fue, Ethan? —preguntó Gina de pronto, mientras limpiaban verduras.

—Bien, supongo —contestó el chico no queriendo entrar en detalles.

—¿Supones? —lo miró enarcando una ceja.

—No la encontré, pero pude saber un poco de ella y conseguir una foto —contestó tratando de dar por cerrado el tema.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.