Como gota de rocío
Sobre las flores amarillas del araguaney
Tu amor se ocultaba bajo la flamante mirada de tus luceros negros
Tu cauteloso mirar cautivo a las bestias, pero no a tu poeta.
La progenitora del poeta sacó sus trinches
Y los regalo a las bestias
Que persiguieron el amor de la musa y el poeta
Tedio del hijo a la madre
Encendió las praderas del dolor
allí, floreció el amor de la musa y el poeta.