Nuestros corazones serán el abrigo
De nuestras más sutiles caricias
Abrigo para este amor blasfemo
Martirio para los ojos de Dios
Cubrirnos de las lanzas del desprecio
Que nos arrojan los mortales
Nuestro amor florecerá
Como la más bella Orquídea
la mirada de la incertidumbre.