Lo más cercano a la magia es la música. Tiene el poder de calmar el alma y despertar emociones que no sabías que tenías.
Anónimo
Parpadeo rápidamente, y miro mi teléfono confundida. Levi dijo lo que yo creo que dijo.
—¿Qué?
—Okey, eso se escuchó extraño —se ríe—. Me refiero a que no seamos medio amigos sino amigos y ya.
—Ah.
Eso tiene más sentido. Tonta Sussanah.
—Para probarte que quiero ser en verdad tu amigo, te dedicaré una canción —agrega.
—¿Vas a cantar? —emito sorprendida.
Levi se ríe. —No, nunca. Soy pésimo. Tocaré el violín para ti. Ya regreso.
A través del audífono, puedo escuchar todos los sonidos que produce. Parece estar moviendo cosas de un lado a otro. No logro comprender qué está haciendo, pero en realidad no importa. ¡Levi me está dedicando una canción! Es una locura. Seguro no será algo monumental, pero guardaré este momento en mi memoria para siempre.
—Listo, ahora solo dedícate a escuchar, no digas más nada. He ensayado esto mucho.
https://www.youtube.com/watch?v=5R3gCs5gQMM
Levi toca el violín con gran habilidad. No tengo idea de qué melodía está ejecutando, pero suena hermoso. Supongo que la música debe tener letras, pero como no la conozco, no logro comprender el significado. Así que opto por escuchar con atención, sumergirme en el sonido que emana del violín. En este momento, anhelo poder verlo interpretando. Debe lucir sumamente apasionado. Tengo esa creencia porque lo he visto antes, solo una vez, en un video que Clarissa nos mostró. Se notaba que lo disfrutaba profundamente, que su pasión por el arte era genuina. Casi puedo visualizarlo en mi mente: con los ojos cerrados y una expresión concentrada en su rostro. Sin sonrisas, sin nada que lo distraiga de su música.
Sonrío inconscientemente. Me encanta escucharlo tocar; su música me brinda una sensación de paz. No estoy segura si tiene planes de dedicarse profesionalmente a la música, pero si lo intentara, estoy convencida de que tendría éxito. Incluso podría llegar ser muy exitoso. Sigo la cuenta de los minutos que dura su interpretación: tres minutos y treinta segundos. Siento la tentación de aplaudir, pero me contengo. No puedo hacerlo, sería demasiado para mí en este momento.
—¿Y qué tal? —pregunta entusiasmado—. No me puedes negar que te gusto. Ensayé demasiado para que saliera así de perfecto.
—Estuvo bien, me sorprende tu talento.
Quisiera expresar lo maravilloso, fascinante, impresionante e increíble que estuvo, pero las palabras se quedan atascadas en mi garganta.
—¿Estuvo bien? ¿Me sorprende tu talento? Esperaba una crítica mejor, Suss.
—Hiciste una buena interpretación, ¿qué más puedo decirte?
—Pues no sé, por lo menos que la letra que va tras la interpretación te gusta, es algo que me haces sentir —explica.
¡Demonios! ¿Por qué no conozco la canción? Necesito saber que le hago sentir.
Carraspeo. —El punto es que… —titubeo—, no sé cuál es la canción.
—¡¿No sabes cuál es la canción?! —exclama-interroga asombrado.
—Sí, sí, no sé. Y deja de repetir lo que digo.
—Lo siento —emite—, es solo que me sorprende que no la conozcas.
—Mejor dime cuál es —sugiero.
Permanece en silencio por unos segundos y luego lo escucho suspirar por el micrófono. —Te lo envió por el chat, quisiera seguir charlando, pero debo irme.
—Bien —respondo confundida. No entiendo por qué se va tan de repente. Estoy disfrutando nuestra charla.
—Nos vemos en la salida de trabajo comunitario —dicho eso, cuelga.
Dejo el teléfono a un lado y de repente comienzo a revolcarme entre las sábanas. Me río como si estuviera fuera de mis cabales. Mi cama está hecha un desastre y no me importa en lo más mínimo. Me siento increíblemente feliz. Nunca antes me habían dedicado una canción. Aunque no tengo ni idea de lo que quiere transmitir con ella, estoy llena de alegría. Sé que cuando la escuche, sin importar lo que sea, la disfrutaré al máximo. Lo que capté con mis oídos fue hermoso; ni siquiera quiero imaginar cómo será experimentarlo en persona. Debe ser una sensación indescriptible. Si tengo suerte, quizás algún día se haga realidad.
Salgo de mi ensimismamiento cuando mi teléfono vibra. Lo cojo y veo que es un mensaje de Levi con el nombre de la canción. Me levanto rápidamente y me dirijo a mi portátil para buscar en Google.
—Count on me —susurro mientras espero que la búsqueda cargue. Apenas lo hace, pongo a reproducir el video.
De inmediato reconozco la melodía del violín de Levi. Escucho los primeros segundos y una sonrisa se dibuja en mi rostro. A medida que la letra avanza, quedo completamente absorta. Es una canción hermosa. Habla sobre la amistad, sobre esos amigos que siempre están ahí para ti sin importar qué. No tenía idea de que él sintiera eso por mí. Quiero decir, sé que de alguna manera nos llevamos bien, pero para mí estábamos apenas en camino de ser buenos amigos.