Nunca imaginamos que tendríamos la oportunidad de ser, pero ahora somos y no pretendemos dejar de serlo.
Al principio, creí que mi principal impedimento para querer a Levi era Clarissa; sin embargo, después comprendí que ella solo era una de mis primeras excusas para no tenerle, para alejarle porque vivía sumida bajo el sentimiento más mundano de la tierra: el miedo.