Odette y yo entramos a las piscinas, el día anterior, por la tarde me habían llamado para decirme que podía hacer la entrevista y la demostración de cómo nadaba.
Al entrar vimos a un señor de aproximadamente 30 años y a una mujer, no más grande que el
-Bienvenidas – nos saludó la mujer, tenía el cabello negro y ojos cafés - ¿Quién de ustedes es Adhara?
-Yo – di un paso al frente – Me presento: Soy Adhara Beaumont…-con mi apellido entre abrieron los labios
- ¿Beaumont? - Pregunto el hombre y reconocí su voz, era el hijo de puta que me había contestado la llamada
-Si – asentí e intercambiaron una mirada – Como decía, soy Adhara Beaumont y vengo por el puesto de instructora de natación.
-Claro – la mujer asintió – Mi nombre es Iris – Analizo algo – Iris Siderallis
- ¿Siderallis? – Pregunto Odette
-Sí, es un apellido griego, pero, empecemos la entrevista
Media hora después de la entrevista estaba en traje de baño, lista para la demostración, hice un clavado y una vez dentro del agua empecé a nadar, todas las técnicas que me pedía Iris las cumplía al pie de la letra. Al nadar me sentí tan viva, hacía meses que no nadaba, era mi deporte favorito.
Al terminar Iris y Odette me veían con sonrisas, en cambio el señor, quien ahora sabía que se llamaba Nicolás
-Magnifico – exclamo Iris- Simplemente magnifico – no borraba su sonrisa y no dejaba de aplaudir- ¡Estas contratada!
- ¿De verdad? – no pude disimilar mi emoción?
-Claro – asintió – ven vamos a hacer tu contrato
-Pero…-Nicolás hizo ademan de discutir
-Sin peros… - Iris levanto la mano e hizo una mano indicándole que dejara de hablar – La decisión la tomó yo
Veinte minutos después salía de las piscinas con mi contrato ¡Empezaría a trabajar el lunes!
- ¡Felicidades! – Odette me abrazo con felicidad y emoción – Ahora las dos tenemos trabajo – esbozo una sonrisa
-Si – solo puedo decir eso
-Tus hermanos estarán felices – Liam estaba recargado en su coche y solo con verlo se me borro la sonrisa
- ¿Acaso me estas siguiendo? – Espete
- ¿Qué ganaría? – Cruzo los brazos
-No lo sé es la única explicación que encuentro a que siempre nos topemos – dije
- ¿Qué te asegura que te sigo a ti y no a tu amiga? – Enarco la ceja derecha
-Oigan… ¿Yo que tengo que ver en esto? – Odette extendió los brazos y las manos en el aire y paso la mirada de Liam a mi
-No lo sé – me encogí de hombros con los ojos entrecerré los ojos
Liam suspiro con exasperación
-Como sea ¿Las llevo? – Me quede perpleja ante su pregunta y Odette se giró para verlo como si le hubieran salido dos cabezas.
Aunque la otra ocasión quería que nos llevara, Odette tenía claro que él no era esa clase de persona. El jamás hacia algo sin querer algo a cambio.
- ¿Por qué lo harías? – fruncí el ceño
-Voy ir con Ethan
No sé cómo, pero al final accedimos, Odette y yo nos sentamos en la parte trasera del de su coche. No volvería a sentarme en el asiento del copiloto; en la madrugada que Ethan me obligo a irme con Liam su perfume me invadió las fosas nasales, no sabía cómo olía tan bien si era de madrugada
Llevamos a Odette a su casa
-Adiós Adhi – me abrazo – cuídate – Tras eso ultimo entro
-Hice ademan de abrir la puerta del asiento trasero, pero Liam me detuvo
-Podrías sentarte en el asiento del copiloto ¿Sabes?, a menos que te incomode tenerme a tu lado.
Estuve a punto de sentarme atrás, pero por orgullo me senté en el asiento del copiloto.
Durante el camino nos mantuvimos en silencio. Al llegar a mi casa baje rápidamente, y a esa misma velocidad entre.
- ¡Adhi! – Amara salió de la cocina – Que bueno que llegas, pensé que serían Ian o Liam, juro haber escuchado… - se interrumpió al ver a Liam entrar.
Amara paso la mirada de Liam a mí, y de mi a Liam, al final se encogió de hombros
-Como sea – Dijo al fin – Si buscas a Ethan está en su cuarto – Se volvió a meter en la cocina
-Yo fui a mi cuarto y Liam al de Ethan ¿En qué momento me pareció buena idea acceder a que nos trajera?
En el momento en el que te diste cuenta de que no querías usar el transporte
Deje mi mochila en el suelo saque mis carpetas, mis libros y mis apuntes, una vez lo tuve todo me fui a mi escritorio para repasarlo todo. Cuando coloqué todo en el escritorio vi el collar. Era tan lindo, tal vez no era de marca o de rubíes, pero era muy lindo, quisiera saber quién me lo había dejado; Quería pensar que me lo había dado Ael, pero, aunque la verdad me doliera sabía que no era el, el mismo me lo había dicho; no pude contener las lágrimas al recordar cómo había reaccionado cuando le pregunte si él había mandado las rosas, los poemas y el collar. Me dolía el hecho de saber que él no lo envió.
Unos minutos después parpadee rápidamente para retener las lágrimas, continúe estudiando y repasando los temas para realizar el aparato. Era jueves, llevábamos dos días investigando, estaba haciendo equipo con Joseph, sin embargo, no habíamos encontrado nada que pudiéramos utilizar.
Se abrió la puerta y al voltear vi a Ethan observándome
- ¿Sigues investigando? – pregunto y asentí
- ¿Qué investigas? – Ian apareció detrás de Ethan
-Algo que pueda utilizar para mi proyecto – explique
- ¿El que te lleva a España? – inquirió
-El mismo
- ¿Por qué no les das clases a ella y a su compañero? – Ian se giró para ver a su hermano. Ni siquiera me había dado cuenta de que había llegado
- ¿Por qué lo haría? – interrogo Liam
-No es mala idea – Analizo Ethan
- ¿Lo ves? Ian miro a su hermano y yo no podía borrar mi cara de horror.
- ¡Pero claro que es una pésima idea! – espete furiosa - ¡¿Cómo se les ocurre?!
Estaban locos si creían que yo iba a aceptar eso.
-Adhi – Ethan me vio con suplica – Tu siempre has querido ir a Madrid, esta es tu oportunidad