Sentí que caía en un abismo, pero
aquello no me hizo llorar, sentí placer,
uno tan abrazador que sentí mi cuerpo
arder, mis pensamientos navegaron
por la causa de mi infierno y me quemé,
me quemé de puro placer.
Y escribí y escribí, lo hice hasta volver a florecer.
Editado: 02.05.2025