A nadie le gusta el rechazo.
A nadie le encantaría sentir el amargo sabor de la decepción.
Pasamos nuestras vidas enteras creando mascaras disfrazando cada sentimiento, la realidad y la verdad.
¡Hemos estado tan absortos en nuestros problemas que no nos dimos cuenta de que terminamos completamente segados por lo que ahora se llama "realidad."!
Terminamos atrapados dentro de un pozo oscuro sin salida alguna - o al menos eso creíamos - Hemos crecido en una burbuja habitada por la hipocresía, el rencor, egoísmo, el miedo. La mente.
Dicen que las flores no pueden vivir en un lugar donde la luz del sol no llega tocar - ¡Vaya mentira! - es como decirle a un pequeñín inocente que la vida será fácil.
A nadie le gusta perder algo.
Y mucho menos si estuvo guardada dentro de una caja de cristal fino.
Pero sin darnos cuenta aquel tesoro se ha podrido.
Como cuyas flores de hermosos colores que te deleitaba con solo mirarla se fueron marchitando.
Perdiendo su esencia pura.
Perdiendo su propósito.
Perdiéndose así misma.
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Editado: 13.11.2024