Capitulo 2.

Hugh.

—Señorita perdón que la moleste.

Olivia.

—¡Que quieres Hugh! (voz amenazante).

Hugh.

—Hay... un problema, parece que una de sus empresas no puede cerrar una negociación.

—Nos están pidiendo que los asistamos.

—Parecen que aun saben que está aquí.

Olivia.

—¿Les pago para que me den problemas y no soluciones?

Olivia se recostó en la cama con los brazos extendidos y lanzo un suspiro mirando al techo.

—Vamos... Seguro un poco de trabajo me quite el mal humor de hoy.

Hugh.

—Como usted diga.

Cuando la negociación finalizó Olivia decidió almorzar en un pequeño restaurante era diciembre y el frío se hacía notar en las calles de Washington DC, mientras ordenaba a Hugh que despidiera al personal incompetente disfruto y finalizó su delicioso almuerzo, al salir del local se chocó con alguien.

Olivia.

—¡Hey! Fíjate tu camino.

—¿No sabes modales?

Maddie.

—¡Fíjate tú!, ¿no ves que llevo un montón de flores?

—¡Mira!, ¡ahora tengo que arreglarlas!

Olivia quedo sorprendida al ver que con quien se choco era Maddie. Maddie la observo detenidamente y se dio cuenta de quien era, mientras dio un trago de golpe Maddie le responde.

Maddie.

—¡Hey!, ¡eres tú!

—¡Mira lo que me has hecho hacer!

Olivia se encontró un poco perdida, pero reacciono al instante, antes que Daniel se le acercara del todo, con una delicada señal evita que Daniel se le lance a Maddie.

Olivia.

—Disculpa Maddie no sabía que eras tú.

Maddie.

—No importa quien sea debes tener más cuidado ¿no ves que estaba toda acumulada de flores?

Olivia.

—Enserio disculpa te lo pagaré solo dime el pre...

Maddie.

(Suspiro).

—Olivia no se trata de eso.

—Simplemente ten cuidado la próxima vez.

—Puede que sea alguien temperamental solo ten cuidado ¿sí?

Olivia quedo conmovida con la desinteresada preocupación, pero Maddie no prestaba mucha atención a su alrededor ignoro por completo la presencia de Daniel y Hugh.

Maddie.

—Me voy yendo, ¡estoy apurada!

Olivia.

—Está bien y ¡DISCULPA!

Hugh.

—Señorita quiere que hable con el gerente...

Olivia.

—No es necesario vamos, vamos a la casa que tengo por aquí...

Hugh estaba perdido, era sorprendente como cambio sus ánimos, sus sospechas se estaban haciendo cada vez más grandes desde aquella desaparición con Dina.

Hugh.

(Suspiro).

—Está bien le diré a Daniel...

Olivia mientras volvía a la casa tenía una sonrisa de oreja a oreja, aquel mal humor se fue como si nada.

Hugh.

—Señorita llegamos.

—Hemos adaptado la casa en base a sus gustos y necesidades ella es la ama de llaves el chef y él es de servicio de seguridad.

Por suerte Hugh no aviso, a todo el personal de la casa para que se fueran.

Olivia.

—Hola a todos solo quiero decirles que todo lo que yo pida saldrá de boca de Hugh, a mi rara veces me encontrarán así que sigan trabajando de forma normal...

Mientras Olivia se fue a su cuarto la ama de llaves parece no ser una mujer muy agradable es más tubo un terrible presentimiento pero lo dejo pasar, Olivia pareciera no poder dormir del todo recordaba una y otra vez "cuídate si la próxima vez puede ser alguien temperamental" ella solo quería recordar una y otra vez esas palabras y esa adorable cara de preocupación.

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Algo que no tuvo en todo ese tiempo que vivió fue aprecio, nada ni nadie sentía preocupación por el otro es ese pequeño interés el que golpeo a Olivia, ese día Olivia estaba más alegre y no dejaba de pensar en ese momento. Al día siguiente Olivia salió al trote, realizó nuevos y pequeños negocios para Washington DC y al llegar la tarde quedó pensante en su jardín.

Hugh.

—Aquí está el jardinero señorita.

Jardinero.

—Un gusto.

—Dígame ¿Cuál es mi trabajo?

Olivia observo aquel hombre de mediana edad y como investigándolo a fondo noto que sus manos eran las correctas para la labor de jardinero con solo mirarlo con más detalle aquel hombre parecía tener la experiencia más que suficiente.

Olivia.