Olivia
—¿Cómo lo hacen? —¿Cómo son felices cuando le faltan cosas? —cuando son... pobres.
Olivia habia olvidado quien era ya hace mucho tiempo y aun que hay remanentes recuerdos de su antigua vida ve a Carlo con recelo, envidia y un sentimiento de odio, quizas por ser alguien muy bueno que apenas conoce... Carlo observa sentado en aquella silla de playa a Olivia quien estaba pensando perdidamente.
—¿Que está pensando Olivia?
Olivia.
—¿Hum?
—¿Como conseguiste ser feliz?
Carlo.
—¿Feliz?
Olivia.
—¡Claro!
—Mírate, una buena esposa dos hijos sanos.
—Y un trabajo... ¿honrado?
—No puedo entender como las personas como tú son felices sin tener nada.
Carlo.
—¿Quien dijo que no tengo nada?
—¿Lo que esta ahi es no tener nada?
—No se trata de tenerlo todo, aunque lo quisiera...
—Pero no tendría tiempo para estar con las personas que quiero.
—La verdad admiro su capacidad de hacer dinero, pero ni con todo eso cambiara por mi familia.
—Se trata de buscar la felicidad, y las personas que ve ahí esa es mi felicidad
—En fin... solo debes tratar de buscar tu felicidad...
Olivia.
—Eso ya lo tengo...
Carlo.
—No, esa felicidad no...
—El amor hoy en día es monótono.
—Siempre es igual nunca cambia cada vez veo más parejas en quiebra, por que repiten sus mismos gustos.
—Yo te hablo de algo más...
—Como cuidar niños no se...
Olivia.
—¡ah! ¿niños?
—jajaja.
Carlo.
—¿No pensó alguna vez que su infelicidad se debe a algo más que amor de parejas?
Olivia no hizo más que pensar aquella noche... Al otro día la familia costa se despidió de Olivia y esa magnifica mansión, Olivia volvió a sus actividades normales comer, dormir, hacer ejercicio y disfrutar de masajes, disfrutar de una vida rica y aburrida sin problemas o razones por las que preocuparse.
Olivia.
—¿Leo que es lo más activo que he hecho estos días?
Leo.
—Aparte de aquella cena nada más...
Leo.
—Ah, sigo recibiendo mensajes de aquel celular que me dio...
Olivia.
—Solo apágalo te diré cuando lo necesite.
Leo.
—Entendido.
Olivia.
—Qué hay del informante...
Leo.
—Dijo que esta todo en orden sus actividades son las de siempre.
Olivia.
(suspiro).
—Tengo que encontrar algo que hacer me aburro aquí.
Leo.
—¿No quiere preparar un viaje?
Olivia.
—Solo existe una persona con la que mi viaje no sería aburrido...
Olivia tenía un aburrimiento fatal ya no sabía que más hacer la casa no necesitaba nada, creo un sistema para el personal y compro lujos italianos, unos meses después Olivia se puso a hacer planes para empresas nuevas, como un “mata tiempos” solo los hacia y los acumulaba.
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Fue ahí que recordó a una amistad en latino américa, y que estaba ansiosa de que le presente un negocio que puedan ser explotados en américa latina. tan pronto termino varios modelos pidió a Leo un viaje a panamá. Olivia junto a su grupo de seguridad fue a América latina.
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En busca de Miriam López una mujer que tenía contacto con todo político latino americano, sería imposible hacer negocios sin política expreso una vez Miriam. Cuando llego a panamá se encontró con Miriam quienes aprovecharon el día para manejar los negocios.
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Cuando finalizo la selección de que negocio vendría bien Olivia hizo un ingreso de cinco millones para empezar el negocio Miriam lo sabía, el dinero también trabaja a la política, y más cuando se tiene en cuenta su valor… Cuando finalizaron Olivia decidió salir.
Miriam.
—¿Piensas quedarte por aquí?
Olivia.
—Si, estoy pensando en comprar alguna casa de campo.
Miriam.
—En ese caso puedo contactarte a la persona correcta.
—Diego Romero.
—Es un ex convicto no sé por qué razón, pero está metido en el negocio de bienes raíces, te puede conseguir un lugar.. y facilitar ya sabes todos los tramites.