Capitulo 25.

Olivia.

—¿por qué en la esquina?

Negociante.

—Yo hasta aquí llegue…

—A menos que quieras explicarles a esos sujetos porque en tu maletero hay armas de alto calibre…

Olivia.

—¿Acabas de llenar de armas mi maletero?

Negociante.

—Te advertí que llegué por negocios…

Olivia.

—No dañes el coche ningún solo tiro en el…

Negociante.

—Claro tenlo por echo…

Olivia

—Espera

—Cuál es tu nombre?

Negociante.

—¿Es otra de sus tontas apuestas?

Olivia.

—No.

Esperando aquella respuesta mientras sosteniendo aquel volante el suspiro tomando de nuevo a mirada de Olivia…

Negociante.

—Hakim Azaryam.

Olivia

—Gracias Hakim.

Mientras bajaba observo aquel deportivo marcharse, Olivia caminando recordó la oxidada reja… después de un suspiro entrando los escucho jugar en aquel pequeño patio, estaba unos cuantos guardaespaldas que se asombraron de ver a Olivia… preguntando le indicaron que estaba en la cocina…

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Mientras se sentaba en aquella pequeña mesa redonda recordaba, a Bianca y ese aromático café… no pudo evitar pensar también en Romano… luego de ese arbitrario pensamiento, nadie se apreció vistiendo unos jeans con una musculosa blanca se asombró de ver a Olivia.

Maddie.

—Vaya parece que decidiste acordarte de nosotros…

Olivia.

—¿No hay buenos días?

Maddie.

—No sé si lo sean para ti…

Ignorándola quizás de espaldas Maddie en la cocina solo escucho lo que Olivia mencionaba…

Olivia.

—Que… ¿porque esta casa Maddie? tengo mejores casas que…

Maddie.

—Fue… apresurado Dante fue quien me indico el camino….

—Después de la nada aparecieron esos tipos grandotes me di cuenta que eran tu gente cuando preguntaron por ti…

Olivia.

—El rastreador funciona…

Maddie.

—Funcionaba…

Olivia.

—¡Que? ¡le sacaste el rastreador?

Maddie.

—Sí, no son animales Olivia ¿cómo se te ocurre? Cuando me dijeron… los lleve al médico y se lo sacaron… es ilegal y no esta consentido por los padres…

—Si, también les di de tu dinero para que se callaran…

Soltando en aquella mesa se dejo ver una tarjeta de crédito…

Olivia.

—Maldición Maddie pague millones por esas cosas…

—¡Lo hice para protegerlos!

Maddie.

—No, son, animales…

Mientras decía esas palabras dejaba dos tazas de café…

Olivia.

—No lo hice por maldad me siento más segura si…

Maddie.

—No tengo ganas de discutir no dormí bien…

—Sí te tranquiliza, esos dos grandotes desde que llegaron estuvieron todo el tiempo aquí…

—Se negaron irse... tuve que darles de comer sabes…

Olivia.

—Les pago lo suficiente para que…

Maddie.

—Ya para… ¡dinero, pagos deja de ser… millonaria…!

Olivia.

—Es lo que soy es lo que…

Maddie.

—¡Es lo que Adom hizo contigo…! una excéntrica, desconfianza, y quizás soberbia mujer millonaria… si su muerte logro quebrarte… no puedo sentirme segura…

Olivia.

—Si… lo sé, pero no me negaste nada por ello…

Maddie.

—No te lo negué porque realmente te quiero, pero estas mal Olivia…

Olivia.

—¿De qué hablas? ¡mírame firme y empoderada como siempre!

Maddie.

—¿Que? Olivia, ¡de un día para otro enloqueces! y ahora… Olivia no estas bien ¿que quedara para esos niños?

—¿Eres consiente que estas a cargo de dos niños?

Olivia.

—Tan consiente como mi amor por ti…

Maddie.

—Sí me quieres… haz algo por mi…

Olivia.

—Hare lo que sea.

Maddie.

—Quiero que hables con un profesional… y cuéntame en realidad ¿que era Adom para ti?