Anely caminaba por la playa. Era uno de esos días que ella llamaba "Días estúpidos de mujeres".
Esos días en los que no sabes bien que quieres o al contrario quieres demasiadas cosas.
Anely pensaba que ella y su mejor amiga eran la excepción de mujer.
Creia firmemente que las mujeres eran demasiado complicadas a menos que fueran personas normales como Melody.
Ambas se reían de lo tontas que parecían la chicas alrededor preocupadas por caber en el estereotipo de belleza que cambiaba tantas veces como esas chicas cambiaban de humor.
Y ese día había sido un día "estúpido".
Había vagado por la casa luego de ducharse con el pijama de monopolio y la camiseta naranja( su favorita) con las letras negras " I left my shoes in New York".
Un pastel de chocolate para el desayuno y Coca-Cola con pollo para el almuerzo.
Y la misma canción sonando una y otra vez en el reproductor del móvil.
Luego de la segunda ducha y revisar por tercera vez sus libros. Concluyó que no quería repetirse ninguno ni tenía ánimos de buscar nada nuevo.
Se calzo los viejos converse negros y el jeans.
Así que mientras contemplaba el mar tan tranquilo bañado del dorado sol del atardecer vio las llamas de una fogata que emergía de la arena.
No muy lejos de esta habian unas cuatro más a lo largo de la playa.
Se sentó frente a una de ellas para contemplar el fuego.
Su cabello suelto se revolvía con la suave brisa salina y ahora la canción tenía un nuevo video musical frente a sus ojos.
El agua se mecia lentamente sin mucha fuerza. Parecía como si hubieran tocado el centro de mar y las pequeñas olas fueran esos círculos que se generan al perturbar la quietud de un estanque.
El fuego hacia la madera crepitar. Parecía como si la llama bailará al ritmo de los acordes de guitarra acústica sonando en sus audífonos.
Al saber que no había nadie en la playa comenzó a moverse suavemente de un lado a otro al compás del ritmo continuo.
A los pocos segundos estaba cantando el coro de la canción.
Y de pronto se había puesto de pie bailando junto a la fogata despidiendo al sol
Al girarse en medio de aquella lunática danza se encontró con un par de ojos y una sonrisa risueña que la observaba.
Se quitó los audífonos y se tambaleó levemente.
- Y ¿Donde esta él?
- ¿Quien?
- El chico de tu canción. La manzana de tu pastel, la jalea de tu mantequilla de maní.
Sonrió divertido.
- Sigue en la era victoriana. Atrapado en un libro.
- Y qué tal si hoy yo soy las patatas fritas y tu la hamburguesa.
Sonreía sacando las hamburguesas de una bolsa.
- Y ¿ Porque tú serías las patatas fritas?- dándole un mordisco a la hamburguesa
- Por que es un complemento. La hamburguesa es la protagonista del combo- se rió - y ¿ Qué te ha traído a hacer la danza al rededor del fuego ?
- Hoy ha sido un día estúpido de mujeres.
- Y ¿Cuáles son esos?
- Esos días en los que ni siquiera nosotras sabemos que queremos y les complicamos los días a los demás. Por eso no he llamado a mi amiga.
- Suena duro.
- No tienes idea- bebió de la soda- no te recomiendo tener amigas mujeres. Demasiado complicadas. Los chicos son mejores.
- ¿Que hay de tu amiga?
- Somos mujeres- se rió - no nos libramos de esos días. En cambio los chicos no los tienen.
- Pues déjame decirte "Hamburguesa" que las "patatas fritas" también tenemos días estúpidos. De hecho por eso hice las fogatas en la arena. Creí que crearían un buen fondo para una foto o algo así.
- ¿Eres fotógrafo?
- Solo con mi móvil- ambos rieron
- Gracias por haber tenido un día estúpido "patatas fritas". Tal parece que necesitaba una danza alrededor del fuego y patatas fritas.
- Gracias a ti por dejarme complementar el combo. Necesitaba a alguien para mi foto y una hamburguesa.
Soy Richard por cierto- tendiendo su mano.
- Anely ... Anely Hamburguesa
Ambos volvieron a sonreír.
- Deberíamos hacer las fogatas de nuevo Richard- al notar que ya tres de ellas se habían apagado.
- Solo si cantamos juntos- le sonrió.
- Hecho.
Dedicado a mi mejor amiga E.C. mi media sandía.