Folded Dreams

30

Duval salió del cuarto de baño secándose la cabeza vigorosamente con una toalla. La ducha no habia tenido ningun efecto relajante en su enorme cuerpo y tampoco había servido para mejorar su humor. Aún chorreando agua atravesó la habitación todavía a oscuras y entró a la oficina adyacente a sus habitaciones privadas. El resplandor de las pantallas que flotaban en el escritorio de Willy llamaron su atención inmediatamente.
—¿Que rayos haces ahí? —preguntó avanzando entre los escritorios.
El programador levantó la vista pero no se sorprendió en absoluto en ver a su jefe casi desnudo y con una toalla húmeda aún atada a la cintura. —Joyner ha salido de Jenne. —dijo simplemente volviendo a mirar una de las pantallas frente a su cabeza. —Y aunque no lo crea, esta vez sin llamar la atención de medio planeta.
—Eso merece una celebración. —dijo el Director arrimando una silla que crujió bajo el peso de su enorme cuerpo, pero de inmediato se giró y miró en la dirección en donde se encontraban los dos sillones vacíos. —¿Dante ha regresado a su departamento? —pregunto.
—Dijo que al terminar su misión de reconocimiento empacaria sus pertenencias y luego se instalaría aquí mañana por la mañana. —respondió Willy ante la mirada atenta de su Jefe. 
—Su departamento no es seguro… —razonó el enorme Director. —Si su identidad fué comprometida como sospechamos, bien podrían aprovechar que está en Calypso para entrar sin que se de cuenta.
El programador se encogió de hombros. —Incluso si plantan algún micrófono o cámara en su habitación o baño, Joyner va a mudarse aquí de todas formas… y todas sus pertenencias serán revisadas por la seguridad de los militares; dudo mucho que puedan salirse con la suya.
Duval no parecía muy convencido con la respuesta de su empleado pero decidió cambiar de tema por el momento. —¿Han filtrado ya la noticia entre los jugadores? —preguntó en cambio.
—¿Lo del adelantamiento del salto? Solo he visto rumores en las redes, pero el gobierno de la flota aún no lo ha anunciado al público.
—Tal vez esperen a media mañana o al mediodía. —reflexionó Duval. —Pero para ese momento ya lo sabrá toda la nave.
—No le quepa ninguna duda. —aseguró Willy. —Ah… ST-04 está pasando justo por encima de ellos. —dijo abriendo una de las pantallas.
Duval en cambio miró hacia una de las ventanas. —¿Alguna información sobre la Teniente? —preguntó.
—Nada desde ayer, pero aparentemente su escuadrón entró en preparativos pre-salto así qué debe estar ocupada con todo el papelerio y preparativos varios… tal vez no la veamos hasta después que entremos en espacio FOLD.
La preocupación en el rostro del Director era evidente. —¿Haz hablado con el departamento de relaciones públicas? ¿Cómo están manejando los sucesos de ayer?
Willy se encogió de hombros. —De la manera usual. —respondió. —”La Administración no tiene injerencia sobre los eventos de la simulación y cualquier episodio generado por el juego que afecte a los jugadores debe considerarse como un ejemplo de jugabilidad emergente”—recitó.
El Director hizo un gesto con la mano y una nueva ventana con imágenes de los momentos posteriores a la explosión sobre lo que quedaba de la Caída del Ermitaño aparecieron en ella. —Por suerte nadie pudo grabar el momento exacto de la explosión. —dijo suspirando. —A ver que nos muestra el satélite.
El programador agrandó su pantalla y le posicionó en primer plano para que su jefe pudiera ver mejor. Frente a ellos la interfaz de uno de los satélites de órbita baja que atravesaban los cielos de Calypso apareció mostrando las llanuras de hierbas bajas que se extendían al este de Jenne hasta los inicios del Bosque Viejo a un centenar de kilómetros de distancia. La luz del sol todavía no llegaba a elevarse por encima de las montañas por lo que la cámara del satélite utilizaba una mezcla de filtros varios para aumentar la calidad de la imagen.
—¿Esos son…? —preguntó Duval adelantandose en la silla al ver los dos caballos galopando por la llanura.
—La Party de Joyner. —respondió Willy. —Son cuatro: Dante con Diógenes en un caballo y La Druida Natural y una Arquera Voldoriana en el otro.
Una sombra de duda apareció en el semblante del Director. —¿Sabes algo de esas dos que acompañan a Joyner? ——preguntó.
—Sus perfiles están en modo privado. —explicó. —Y además ambas son menores de edad, por lo que solo tengo acceso a la información básica de contacto y puntaje de conducta… ninguna de las dos tiene reportes por anti-juego o quejas relacionadas en la simulación.
—Eso no me tranquiliza en lo más mínimo. —respondió Duval. —Tanto el Enjambre como El Imperio utilizan chicos y chicas para su espionaje sabiendo que la ley de la flota no nos permite registrar sus datos y conversaciones privadas.
Willy se encogió de hombros. —Estamos atados de manos con ese tema. —reconoció. —Tendremos que confiar en Joyner.
—Eso es lo que más me temo. —afirmó un desesperanzado Duval. 

Mientras tanto el sol se había finalmente asomado por sobre las montañas y los primeros rayos de luz pintaron de cientos de tonos de verde las llanuras cubiertas de hierbas que se extendían hasta el horizonte. En ese momento vieron como los caballos se detenian y uno de los jinetes se ponía de pié sobre la grupa del caballo y escaneaba el horizonte.
—Esa debe ser la Arquera Voldoriana. —dijo Willy señalando los pixels que apenas podian distinguirse en la imagen. —Su vista le permite detectar peligro a varios kilómetros a la redonda y ahora que hay luz, definitivamente querrán estar seguros de no ser seguidos.
—O de toparse con algo en su camino. —afirmó el Director mientras observaba como los dos caballos volvian a ponerse al galope en dirección al sol saliente. —Dame una imagen más general del terreno que tienen por delante. —ordenó mientras el programador manipulaba la interfaz para deshacer el zoom que habia aplicado al satélite. De inmediato la imagen abarcó el terreno circundante y pudieron ver los primeros árboles que se extendían a unos veinte kilómetros de su posición.
—Aplica los filtros uno a uno en dirección Norte y ve rotando treinta grados al terminar el ciclo.
Willy activó los diferentes modos de imagen de las que disponía el satélite para poder ver las señales infrarrojas y térmicas, así como espectro electromagnético y de ondas de radio (Aunque de estas últimas no existían aún en Calypso)
—Allí. —dijo Duval señalando un punto en la pantalla. —A Doscientos Treinta y dos grados, veo algo.
—Una hoguera. —respondió el programador. —O los restos de una, parece que el fuego está apagado y solo podemos ver las brasas calientes, parece ser un campamento.
—¿Hay humo?
—No. —respondió Willy. —No hay humo.
—Avisaré a Joyner de que van en dirección a un campamento. —dijo abriendo la interfaz de comunicación. —Sin humo que delate la presencia de ese campamento no podrán verlo a tiempo y además tienen el sol de frente… eso hará que los ojos de la Voldoriana sean menos efectivos. —afirmó preocupado.
El programador se alejó de la pantalla y se volteó hacia su jefe. —Señor… —dijo. —Le recuerdo que en esa Party hay jugadores que no están involucrados o forman parte de la Administración de Calypso.
—Ya lo se. —respondió molesto Duval.
—Suministrar ayuda desde la Administración está terminantemente…
—Ya conozco el reglamento Willy, gracias por recordarme. —gruño el enorme Director ignorando la advertencia de su empleado.



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En el texto hay: videojuegos, isekai, macross

Editado: 27.12.2020

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