Folded Dreams

36

Cuando la Party de aventureros (ahora con un nuevo miembro entre sus filas) emergió de la caverna a la espesura del bosque, Las Hermanas estaban ya altas en el cielo salpicado de estrellas y la niebla de la floresta se había disipado por completo. Incluso Diógenes, cuya vista era horrible en noches normales, podía ver bastante bien a la luz de las lunas.
Nelly avanzaba por delante seguido de cerca por Karina, quien aún tenia sus serias dudas sobre agregar al grupo a quien menos de una antes apareciera como uno de los monstruos de Calypso en su interfaz de juego. Diógenes y Dante cerraban la marcha caminando en aparente silencio aunque en realidad, no paraban de intercambiar mensajes de chat desde que salieran de la sombra del milenario árbol de las Driadas.
—¿Conoces sobre la Matriz de personalidad de los NPC’s de Calypso? —preguntó el Archivista una vez que sus ojos se hubiesen acostumbrado a la luz del bosque.
El joven asintió. —El asistente de nuestro Jefe nos explicó un poco de cómo funciona. —reconoció. —Aparentemente tu personaje tiene una afinidad bastante buena con ese sistema.
—Si, eso lo noté desde la primera vez que llegué a la ciudad de Mir. —explicó Diógenes. —Los espías e informantes también tienen capacidades mejoradas para interactuar con los habitantes de Calypso, pero ninguno de los tutoriales que miré antes de entrar al juego comprendian ni un diez por ciento de las opciones de las que yo disponía.
—¿Sabías que tenías el potencial para convertirte en un “natural”? —preguntó Dante.
—No, pero lo descubrí demasiado pronto. —reconoció el hombrecillo. —Por suerte es un atributo que pasa relativamente desapercibido.
Dante miró las lunas que brillaban por entre las hojas oscuras de los árboles que pasaban lentamente por sobre sus cabezas. —Me pregunto cuantos más secretos esconde este juego. —dijo. 
—¿Como el de nuestra nueva compañera Nelly? —preguntó Diógenes. —En cuanto la comunidad se entere que un NPC que clasifica como una raza “neutral” en el juego puede, de hecho, unirse a una party y encima compartir rasgos de interactividad con el sistema… los foros de discusión y redes sociales van a explotar.
—Algo me dice que será mejor no difundir esto último. —razonó el joven. —¿En serio no había sucedido antes?
—No que yo sepa. —reconoció el Archivista. —Como te dije, es normal en las Quest de escoltar o proteger a un NPC este figure listado como miembro temporal de la Party que realiza dicha misión… pero lo que vemos aquí es una interfaz que no difiere en nada con la de otro jugador normal. —explicó Diógenes señalando el retrato y barras de información de Nelly.
—Eso probablemente sea el resultado de tus ridículas habilidades de interacción. —dijo Dante suspirando. —Dudo mucho que haya otro jugador en todo Calypso que pueda hacer lo mismo.
—Eso no lo sabemos. —lo corrigió el Archivista. —Una vez que algo es posible en el juego SIEMPRE puede ser replicado. —afirmó.
—¿Con magia? ¿Quieres decir con otro de esos… artefactos?
—Toda mecánica de juego puede ser explotada si se conocen los parámetros adecuados. —afirmó Diógenes. —Es parte de la teoría de juego y lo que hace a los jugadores “hardcore” justamente ser “hardcore”.

Los dos aventureros guardaron un momento de silencio mientras pensaban en aquello. Mientras tanto unos cuantos metros por delante, Karina y Nelly avanzaban en silencio. La joven Teniente estaba sorprendida por el movimiento de la exploradora, quien parecía caminar entre las plantas sin siquiera doblar bajo sus pies la hierba que pisaba. Seguir el rastro de un ser como aquel en un bosque sería prácticamente imposible. Se preguntó si la firma de calor de su cuerpo aparecería en su visor nocturno. Con mucho cuidado de que Diógenes no la viera (Al fin y al cabo todavía seguía tratándolo como a alguien ajeno a la misión) se colocó las gafas y las activó en modo rastreador infrarrojo.
El bosque se transformó a su alrededor y pudo ver claramente a la Dríada que caminaba por delante. La temperatura corporal de la misma era muy por debajo de la que debería irradiar de un cuerpo humanoide como aquel. Esa tal Nelly podría fácilmente pasar desapercibida entre las demás señales infrarrojas del bosque si se movía con cuidado.
—¿Sucede algo? —preguntó de pronto la forma de colores dándose la vuelta.
Karina se quitó rápidamente el visor nocturno y sacudió la cabeza. —No. —dijo. —Solo estaba revisando que nadie nos siguiera.
La joven asintió. —Estamos solos en varias leguas a la redonda. —afirmó. —La Matriarca ha ordenado que todas sus hijas se oculten esta noche.
—Comprendo.
La joven Driada volvió a ponerse en marcha pero era evidente que que sentía curiosidad por aquellos aventureros. —¿Tu también eres una guerrera, verdad? —preguntó al cabo de unos minutos de marcha.
Karina se sorprendió por la pregunta. —Algo así. —respondió.
—Lo vi en tus ojos. —afirmó la joven Exploradora. —A diferencia de esos dos, tu tienes los ojos de una guerrera.
—¿Hay algún problema con mis compañeros? —preguntó aún más intrigada la Teniente O’Higgins.
—Es que… parecen ser más diestros con la lengua que con las armas. —dijo encogiéndose de hombros. —Ese que llamas Dante… tiene el físico de un guerrero, pero no se comporta como tal, es como si mantuviese la guardia baja todo el tiempo ¿Es algún truco? —preguntó.
—Dante es de los que luchan con el cerebro. —respondió Karina sacudiendo la cabeza. —Aunque a veces hasta yo dudo que al menos sea bueno en eso. Desde que nos conocimos que nuestros planes se tuercen de una forma u otra.
—Comprendo. —respondió pensativa la Driada. —El otro pequeñín…. ni siquiera transmite una sensación de amenaza, es casi completamente inofensivo pero…
—¿Pero?
—Sus palabras… sus palabras tienen algo que su cuerpo no tiene…. no se como explicarlo. —dijo moviendo las manos. —Es como si sus palabras fueran más grandes que su cuerpo.
—De donde yo vengo los llamamos “Políticos”. —explicó la piloto con una sonrisa. —Son personas que representan cosas más grandes de lo que son en realidad… y se creen superiores a los demás por ello.
—Comprendo. —dijo la Driada. —Me alegro entonces que al menos tú seas una guerrera, o nuestra misión estaría condenada al fracaso.
—¿Sabes que soy una guerrera solo con verme a los ojos? —preguntó la Teniente O’Higgins con curiosidad.
—Si. —dijo Nelly. —Tus ojos me dicen que ya has matado antes.



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En el texto hay: videojuegos, isekai, macross

Editado: 27.12.2020

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