Te vi en sus brazos, aunque no estuvieras,
sentí tu mentira quemar mi verdad,
el frío de tu engaño abrió mil trincheras,
dejándome sola en mi soledad.
Prometiste un amor eterno y sincero,
pero tus palabras hoy saben a hiel,
fueron espejismos de un sueño ligero,
que el viento borró como un triste papel.
Cada noche me ahoga tu cruel ironía,
escucho tus risas que no son para mí,
¿cómo pudiste fingir amor con tal osadía,
mientras yo te entregaba todo sin medida?
Lloro no solo por lo que me hiciste,
sino por el amor que jamás existió,
por esas promesas que nunca cumpliste,
y el futuro roto que tu engaño dejó.
El espejo refleja mi rostro marchito,
la sombra de alguien que ya no es feliz,
¿Cómo curar un alma tan destrozada,
si mi amor se fue y me dejó abandonada?
Te llevaste mi todo, mi paz, mi mañana,
dejaste un vacío que no puedo llenar,
y aunque mi alma te grite que es en vano,
mi corazón tonto no deja de amar.