Borré tus mensajes, tus huellas, tu risa,
pero aún tu fantasma conmigo avisa.
Cierro los ojos, respiro profundo,
tratando de sacarte del fondo del mundo.
Te pienso sin querer, maldigo el reflejo,
tu sombra persiste detrás del espejo.
Le hablo al silencio, le pido que calme,
que borre tu voz… que no me desarme.
Saqué tus recuerdos de cada rincón,
quemé tus promesas, tu falsa pasión.
Te busco en mis sueños y aún te presiento,
como si el olvido doliera en el viento.
Te juro que intento no extrañarte más,
que el tiempo me cure, que me dé paz.
Pero amar y olvidar no van de la mano,
borrar tu nombre… me cuesta humano.
Y aunque en mis labios tu eco persista,
te borro despacio, verso por pista.
Porque no hay herida, ni amor, ni mentira,
que el alma no apague cuando respira.