Soy yo, soy yo,
la que aprendió a caminar entre sombras y luces,
la que volvió a brillar cuando todo parecía gris,
la que abrazó su fuerza y su risa,
y convirtió sus lágrimas en alas.
Soy yo, soy yo,
la que amó sin medida y sufrió sin perderse,
la que entendió que el pasado no dicta el presente,
que cada caída fue un peldaño
y cada adiós, una lección de libertad.
Retomo las cosas que amo:
mi risa que vuela, mis sueños que laten,
mis amigos, mis flores, mis mañanas,
los libros, la música, mis manos creadoras…
todo aquello que hace vibrar mi esencia.
Soy yo, soy yo,
la que no necesita cadenas ni juegos ajenos,
la que se mira al espejo y se reconoce,
la que sabe que su paz es su tesoro,
y que el amor más verdadero
comienza y termina en su propio corazón.
Hoy camino firme,
con la cabeza alta y el alma entera,
mi vida, mi historia, mi luz…
todo es mío,
porque...
soy yo,
solo que en una versión mejorada