Capítulo XIII

Días después, en casa de Velvet; ella y Alex conversaban amenamente en la sala de estar, ideando un plan para visitar el Submundo y salir ilesos.

ALEX: ¿Sabes qué día es la fiesta?
VELVET: En una semana.
ALEX: Iremos, ¿cierto?
VELVET: Sí –dijo asintiendo con la cabeza-.
DANIEL: Ustedes no irán a ningún lugar, es muy riesgoso -se hizo notar saliendo detrás de la pared-.
VELVET: ¿No te enseñaron a no escuchar tras las paredes?
DANIEL: Viene de familia.
VELVET: Pero tenemos que ir.
DANIEL: ¿Ah, sí? ¿A qué?
ALEX: Para evitar que Matt entre en mi camino.
DANIEL: Qué inmaduro eres.
ALEX: ¿Por qué?
DANIEL: ¿Qué pretendes hacer una vez que bajes? ¿Buscar pelea?
ALEX: ¿Por qué demonios te metes en mis pensamientos?
DANIEL: En vez de hacer eso, deberías intentar conquistarla.
ALEX: Es que desde que apareció ese tal Matt, me ha arruinado todos mis planes con ella.
DANIEL: ¿Te das cuenta? No eres capaz de luchar limpiamente por quien te gusta.
ALEX: ¿A qué te refieres?
DANIEL: ¿Crees que los golpes arreglarán todo?, ella creerá que eres un salvaje.
ALEX: Entonces, ¿qué debería hacer?
DANIEL: Conquístala.
ALEX: Eso trato de hacer… pero el día que decido decirle lo que siento, me deja después de dos horas.
DANIEL: Tal vez pensó que era muy rápido.
VELVET: O algo la hizo cambiar de opinión.
DANIEL: Velvet… no ayudes.
ALEX: Y esa razón se llama Matthew –gruñó-.
DANIEL: Aun así, tienes oportunidad con ella; solo actúa bien.
ALEX: Eso haré.
DANIEL: Por millonésima vez: ¡No vas a bajar!
ALEX: Ya deja de espiar lo que pienso –le arrojó un cojín a la cara-.
DANIEL: -Agarró el cojín antes de que lo golpeara. -De acuerdo, haz lo que quieras, que te vaya bien –le lanzó el cojín de vuelta. -Suerte –se dirigió a las escaleras con grandes zancadas-.
ALEX: ¡No la necesito! –le gritó-.
VELVET: ¡Chicos, ya basta!
DANIEL: Y a ti tampoco se te ocurra bajar –dijo desde el penúltimo escalón-.
VELVET: ¿Qué dices? –trató de sonar tierna para disimular-.
DANIEL: El ser invisible no ayuda mucho.
VELVET: Tendré mucho cuidado.
DANIEL: ¿Saben qué? ya no me interesa, es su responsabilidad, hagan lo que quieran –observó a cada uno-, espero que no se arrepientan –terminó de subir las escaleras rumbo a su habitación su habitación enojado y dando pisadas fuertes-.

En el castillo Blackmoon. Dos de la madrugada. En el jardín.

MATT: Me voy, hermosa.
HOSHI: Hasta mañana, Matt.
MATT: ¿No te vas a despedir como se debe?
HOSHI: ¿Cómo es eso? –Preguntó nerviosa y a la vez confundida, mientras jugueteaba con sus manos-.
MATT: Así –la tomó del brazo llevándola hacia él y la besó-.
HOSHI: –Correspondió por unos segundos y luego lo alejó. - ¿Quieres dejar de hacer eso? Por favor –se sonrojó-.
MATT: ¿Y si pido permiso antes de hacerlo… me dejarías? –Le lanzó una mirada tierna-.
HOSHI: -Respondió sin pensar: -Tal vez –pronto reaccionó a sus propias palabras. -No, espera, ¡aaah!, ¿ves lo que me haces decir? –respondió nerviosa y casi tartamudeando-.
MATT: –Rió burlonamente. -Eres un amor –la besó castamente de nuevo-.
HOSHI: -Se sonrojó y agachó la cabeza. -Cállate, no te rías de mí.       
MATT: -Dejó de reír. -Es lo que me gusta de ti… inocente… tierna…
HOSHI: ¿Gustar? –Preguntó sorprendida-.
MATT: Así es… -volvió a acercarse a Hoshi- Yo te…
 

Llegó May a donde estaban ellos.
MAY: Hosshh… -Los observó muy juntos y nerviosos- ¿Interrumpo algo?
MATT: Para nada, ya me iba –le lanzó un guiño discreto a Hoshi-. Adiós.
HOSHI: Adiós –sonrió en forma tierna-.
MATT: Mañana terminaremos la plática –le guiñó de nuevo-.
HOSHI: -“sí, claro… plática, Matt me las pagarás”, eran lo que pasaba por su mente- Por supuesto –le miró sospechosa-.
MATT: Adiós, May.
MAY: Adiosito –le respondió en tono irritado-.

Matt se fue, dejando así a al adorable par de gemelass solas en el amplio jardín a la luz de la luna llena-
MAY: ¿De qué estaban hablando? -Quiso saber-.
HOSHI: D-de… la fiesta, dice que conoce un grupo que tocan música excelente, quedó de pasarme los datos mañana - “Oh rayos y ¿ahora qué voy a hacer?”, se preguntaba-.
MAY: ¿Ah, segura?
HOSHI: Claro, ¿por qué he de mentirte?
MAY: No lo sé… siento que me ocultas algo –mostró una expresión triste-.
HOSHI: Eso no es cierto, sabes que yo te cuento todo lo que me pasa –sonrió-.
MAY: Tienes razón, creo que exagero un poco las cosas –dijo un poco más aliviada al escuchar el tono seguro en la voz de su hermana-. Vayamos adentro, me estoy congelando.
HOSHI: -Rio. -Eres muy friolenta para ser un vampiro, ¿no crees?
MAY: N-no t-te b-bur-rles –le dijo tartamudeando de frío-.
HOSHI: Creo que te enfermarás, mejor entremos.

Una semana había transcurrido de forma extremadamente rápida. Sin casi notarlo, ya estaban a tres horas antes de la fiesta.

Castillo de los BlackMoon.

COREY: -Estaba hablando con los miembros del Consejo- ¿Ya mandaron a hacer las instalaciones en el reino?
MIKKO: Los adornos ya están colocados en todas las calles, señor.
AKKI: Los músicos ya han llegado junto con los del espectáculo.
COREY: Eso me parece muy bien, ¿qué me dicen de los cocineros?
EIXA: Acabo de hacerles una llamada y dicen que están en camino.
COREY: Bien, no hay mucho problema, la comida puede esperar un poco más.
EIXA: ¿Solicita algo más, su majestad?
COREY: Es todo por ahora, Eixa, me haré cargo del resto.
EIXA: De acuerdo, iremos a hacer unas rondas por el reino antes de comenzar.
COREY: Me parece buena idea, si hay problemas, avísame.
EIXA: Descuide.
MIKKO, AKKI, EIXA: Con su permiso –Se retiraron a terminar los detalles-.