Forbidden Love

Capítulo XVIII

MAY: -Encontró a Daniel sentado en su cama, leyendo el diario privado de ella; eso la hizo sentir indignada, pues ni su hermana gemela se había atrevido a husmear en su diario. Aclaró su garganta para llamar la atención de Daniel. - ¿Se puede saber qué-haces-tú-leyendo-mi-diario? ¡Ha!

DANIEL: Ahora que eres mi novia no podemos tener secretos…

MAY: -Le arrebató su diario, enfurecida. -Eso no te da derecho a leer mi diario.

DANIEL: ¡Vamos! ¿No me tienes confianza?

MAY: La confianza es diferente a leer cosas privadas.

DANIEL: ¿Acaso hiciste algo malo en el pasado que no deba saber?
MAY: Yo no soy ninguna delincuente.
DANIEL: Entonces déjame terminar de leer –le lanzó una mirada tierna-.

MAY: ¡No!

DANIEL: Algún día lo haré y no pediré permiso.
MAY: Sobre mi cadáver.

DANIEL: Eso no es justo, nosotros somos inmortales.

MAY: Lo siento, cariño.

DANIEL: -Se levantó de la cama y tomó a May por la cadera. -Eres mala conmigo... –la tomó por el mentón y la besó-.

MAY: -Se alejó de él en cuanto sintió el contacto con sus labios. - ¿Qué haces?

DANIEL: Beso a mi novia…

MAY: ¿No te das cuenta de que puede entrar mi papá?

DANIEL: No sería gran problema.

MAY: No lo conoces.

DANIEL: Me gustaría hacerlo.

MAY: Cuidado con lo que deseas…

DANIEL: ¿Qué tan malo puede ser?

MAY: Es mejor que no lo averigües tan pronto –le dio unas palmaditas en el pecho-.

DANIEL: Sabes que algún día lo tendré que conocer.

MAY: Por ahora así estamos bien –rio nerviosa-.

DANIEL: Bien… me tengo que ir, amor.

MAY: Te veo mañana.

DANIEL: Tenlo por seguro -sin previo aviso, besó a la vampiresa de cabellos azules y se retiró dejándola perpleja-.

  

VELVET: ¿Has oído hablar sobre… los vampiros? -Preguntó dudosa por la respuesta-.

SUGIZO: Un par de veces en ese canal… ¿History? En lo particular no me gustan esos seres del demonio chupasangre, si llegara a encontrar uno… estaría muerto en un segundo.

VELVET: -Sintió como se le helaba la poca sangre que transitaba por sus venas. - ¿Ah… sí? –Se obligó a responder, aunque tartamudeó en su intento-.

SUGIZO: ¿Por qué lo preguntas, mi amor?

VELVET: -Se revolvió incómoda en su asiento. -Sólo saber tu punto de vista acerca de ellos.

SUGIZO: Para mí no son más que un invento de la gente… un mito.

VELVET: ¿Y… si no lo fueran?
SUGIZO: Me convertiría en una especie de caza-vampiros, tal vez -se encogió de hombros-.

VELVET: -Su piel se puso aún más pálida. -En realidad los detestas. –rio nerviosa-.

SUGIZO: Y tú, ¿qué piensas de ellos?

VELVET: Eh… tampoco creo que existan…

SUGIZO: ¿Te sucede algo, amor? -Acarició delicadamente la mano de Velvet-.

VELVET: N-no, estoy bien –sonrió tímidamente-.

 

Velvet decidió cambiar el tema de conversación ya que por el momento le incomodaba saber que su novio detestaba a su especie… ¿Qué haría él si supiera la verdad? ¿La seguiría queriendo de la misma manera? ¿La odiaría por lo que es? Jamás sabría la respuesta… no le preguntaría, era mejor quedarse con la duda. Siguieron platicando de trivialidades a tal punto que las horas pasaron volando y ya pasaban de las diez. Sugizo llevó de vuelta a Velvet a su casa.

 

Con Alex y Lindsey. Luego de tanto insistir, Alex accedió a contarle un poco más sobre él y cómo había sido cuando era más joven, le contó anécdotas divertidas, travesuras que él junto a su hermano hacían y otros acontecimientos que prefería mantener en secreto, pero sintió que podía confiar en la pequeña vampiresa rubia que tenía frente suyo; a decir verdad, era la primera vez que una vampiresa le inspiraba esa clase de confianza.

 LIND: Vaya, tu vida ha sido algo…

ALEX: ¿Desastrosa?

LIND: No es lo que iba a decir, pero funciona como sinónimo –dijo burlonamente-.

ALEX: Es la verdad, soy un caso perdido…

LIND: Todo en esta vida puede cambiar…

Alex se acercó lentamente a Lind hasta robarle otro beso, pero esta vez la besó con más pasión; Lind respondió al beso casi de inmediato, no perdería la oportunidad de poder saborear sus labios, a ella le gustaba y mucho; ansiaba que él se diera cuenta de ello.

ALEX: -Se alejó de ella después de algunos cuantos segundos. -L-Lo sien…to, Lind, me deje llevar –miró hacia abajo-.

LIND: -Se ruborizó un poco. -Descuida –sonrió abiertamente-.

ALEX: -Entrecerró sus ojos. - ¿Puedo pedirte un favor?

LIND: Eso depende –dijo dejando caer su copa de helado sobre la mesa-.

ALEX: Un favor de amiga a amigo…

LIND: -Sintió como un nudo se aferraba a su garganta al escuchar la palabra “amiga”. -Por supuesto –dijo con un esfuerzo muy grande - ¿De qué se trata?

ALEX: Tú conoces a los Blackmoon, ¿cierto?

LIND: Sé directo, ¿quieres? Detesto los rodeos y suspensos.

ALEX: Vale, pero no te exaltes. Se trata sobre Hoshi, ¿te suena su nombre?

LIND: Sí –rodeó sus ojos disimuladamente -fuimos muy buenas amigas en el pasado, ¿a qué viene todo esto, Alex? –Dijo algo irritada-.

ALEX: Ella me gusta… y quiero recuperarla…

LIND: ¿Recuperarla? -Enarcó una ceja-.

ALEX: Así es, estuvimos en una relación, al parecer fue demasiado rápido y nos dimos un tiempo…

LIND: -Sus palabras capturaron su interés. - ¿Cuánto tiempo exactamente?

ALEX: Un mes… –bajó la mirada y jugueteó con su cuchara-.

LIND: Interesante –dijo entre dientes-.

ALEX: ¿Dijiste algo?

LIND: ¿Ah?, no… ¿No crees que es algo extraño el que se hayan distanciado durante un mes?

ALEX: ¿Qué dices?

LIND: Nada… solo que… quizá… ¿esté con alguien más?

ALEX: Calla. Ella no es ese tipo de chica, por esa razón me gusta.

LIND: Entonces… ¿no estarías dispuesto a darle una oportunidad a otra vampiresa? –Le reprochó enojada-.



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En el texto hay: vampiros, misterio, romance

Editado: 05.11.2020

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