ALEX: -Mostró una expresión de infinito desconcierto y tristeza tras ver aquella escena, no podía aceptar que ella ahora saliera con Matt, pero, sobre todo, no acababa de entender por qué ella había hecho eso frente a él, entendía con simples palabras, los actos estaban de más. -No tenías que hacer eso… entiendo perfectamente con palabras, Hoshi.
HOSHI: -Enarcó una ceja confundida. - ¿Hacer el qué?
ALEX: Claro, ahora te haces la desentendida.
HOSHI: Alex… no te entiendo, ¿quieres explicarte?
ALEX: No creí que fueras ese tipo de persona.
HOSHI: ¿Disculpa?
ALEX: ¿Cómo puedes besarlo y luego decir que no sabes de lo que estoy hablando?
HOSHI: ¿Besar? –Dijo con una voz tan queda que sonó como un susurró - ¿En qué momento…?
ALEX: Me decepcionaste… -dio media vuelta y se marchó a paso acelerado-.
MATT: Adiós –le dijo en tono divertido-.
HOSHI: ¿Qué fue eso? –Preguntó, confundida-.
MATT: No lo sé, pero ahora estamos solos.
HOSHI: … Pero…
MATT: ¿Qué sucede?
HOSHI: Nunca se había comportado así conmigo, es más ¿¡Qué hice!?
MATT: Tú nada, yo engañé su mente –dijo sin preocupación-.
HOSHI: ¿Qué? –Le espetó, enojada-.
MATT: Que engañé su mente ¿Está mal, acaso?
HOSHI: Claro que está mal… no puedes usar tus poderes fuera del Submundo.
MATT: ¿Lo… siento?
HOSHI: Oh, claro que lo sientes… -le respondió tono agresivo -él es un buen amigo…
MATT: ¿Lo prefieres a él? –Hizo una pausa en busca de respuesta, pero esa nunca llegó, así que decidió continuar -Amor… -empezó a decir-.
HOSHI: -Lo interrumpió. -Ve a disculparte con él y dile que fue culpa tuya.
MATT: No haré tal cosa.
HOSHI: Bien, entonces lo que hay entre nosotros: ¡Se terminó!, hasta luego –pasó por un costado de él-.
MATT: -La detuvo del antebrazo. -No te vayas.
HOSHI: Suéltame -dijo sin voltear a verlo-.
MATT: No te vayas… por favor.
HOSHI: ¡Suéltame!
MATT: Perdóname.
HOSHI: Déjame ir, debo solucionar esto con Alex.
MATT: Hoshi…
HOSHI: Matt, suéltame –giró para encararlo -no quiero estar con una persona como tú.
MATT: ¿Puedo buscarte después?
HOSHI: En un par de años… quizá
MATT: No seas así.
HOSHI: -Logró zafarse. -Adiós.
MATT: Espera…
- “¿A dónde con tanta prisa?”
VELVET: -Lanzó un bufido. - ¿No te cansas de que te ignoren, Tego?
TEGOSHI: Si eres tú la que me ignora –se encogió de hombros -me fascina, si eso me permite el volver a verte –le mostró una sonrisa tierna-.
VELVET: Pierdes tu tiempo conmigo.
TEGOSHI: Esta es la razón por la cual siempre me has gustado… desde que te conocí.
VELVET: Supéralo.
TEGOSHI: Eres difícil de superar –se subió sobre el cofre del auto de Vel. Un Bugatti en color rojo-.
VELVET: Ay, Santos Infiernos.
TEGOSHI: Te lo dije una vez y te lo vuelvo a repetir: no me daré por vencido contigo esta vez.
VELVET: Y yo te he dicho que pierdes tu tiempo -entró en el asiento del conductor-. Ah, y por favor, bájate de mi coche… no quiero que lo abolles.
TEGOSHI: No me bajo.
VELVET: -Hizo sonar el motor. - ¿Te bajas o te bajo?
TEGOSHI: Pues no me bajo –sonrió triunfante-.
VELVET: Yo te lo advertí –hizo arrancar el automóvil, arrojando así a Tegoshi diez metros hacia el lado derecho. - ¡Bye-bye!
TEGOSHI: ¡Auch! –Se quejó mientras se sobaba la espalda baja -Esto no ha terminado ¡Vel!
Velvet sacó la mano izquierda por la ventana y le hizo una señal con el dedo medio. Tegoshi maldijo por lo bajo, se levantó sacudiéndose la tierra de la ropa y se dirigió a su auto, un Acura en color gris para seguir a toda velocidad el auto de Velvet.
MAY: -Entrecerró los ojos. -Lo averiguaré por mi cuenta.
TOM: Suerte. Ah, y por si las dudas… yo no veo películas, prefiero los libros.
MAY: Vamos, dime, ¿cómo lo sabes?
TOM: Si te contase, ya sería mi secreto.
MAY: Ush, deja de hablar con ese acento, me estresas.
TOM: ¿Cuál acento?
MAY: Ese –le lanzó una mirada asesina-.
TOM: Pero si es adorable –siguió hablando con el mismo acento-.
MAY: ¡Bien!, no me digas nada. Adiós –se levantó de su asiento y caminó hacia la puerta-.
- “Hola, encanto.”
MAY: Amor -sonrió tiernamente-.
DANIEL: ¿Ya saliste?
MAY: Sí, ¿y tú?
DANIEL: ¡Perfecto!, yo también he terminado este largo día ¿Vamos a mi casa a comer?
MAY: Sí, tengo hambre…
DANIEL: ¿Qué quieres comer?
MAY: Ahm curry –lo hizo sonar más como pregunta-.
DANIEL: Es mi favorito y me queda exquisito.
MAY: ¿Sabes cocinar? -Enarcó una ceja-.
DANIEL: Es mi mejor talento además de leer la mente de los demás.
MAY: Me gustaría probar…
DANIEL: ¿Segura?
MAY: -Se sonrojó. - ¡Eso no!
DANIEL: Ya me había ilusionado –hizo pucheros-.
MAY: Daniel… -comenzó-.
DANIEL: Es broma, es broma, descuida –alzó las manos en señal de inocencia -no voy a hacerte nada.
MAY: Gracias…
Caminaron hacia el estacionamiento, subieron al auto Alfa Romeo 4c rojo de Daniel y se encaminaron a la autopista.
DANIEL: ¿Sí aceptas mi propuesta?
MAY: ¿Cuál propuesta? –Preguntó, dudosa-.
DANIEL: De cocinar para ti.
MAY: Me encantaría, mi amor.
DANIEL: Bien, debemos ir de compras –sonrió-.
MAY: ¿Me vas a hacer caminar?
DANIEL: Vamos, no seas floja.
Estacionó el auto frente al supermercado, hicieron las compras necesarias, procurando no tardar demasiado. Una vez terminadas las compras, se dirigieron a casa de Daniel.
Alex condujo hasta la mansión de Lindsey en el mundo mortal. Llamó a la puerta sin pensárselo dos veces.