Matt, enojado, se dirigió a su mansión en el mundo mortal.
MATT: ¿Lind? -Llamó a su hermana apenas cruzar el umbral de la puerta principal, pero sólo obtuvo silencio - ¿Lindsey, estás en casa? -Volvió a insistir, pero recibió la misma respuesta: silencio. Se encogió de hombros, restándole importancia al asunto, tal vez su hermana había salido a divertirse como ya era costumbre en ella. -Creo que no… -se encaminó hacia su habitación, que está ubicada en el segundo piso, a la izquierda. Recibió una llamada de su padre y atendió sin dejar que sonara más de dos veces - ¿Qué sucede?
LEMMY: ¿Ocupado, hijo?
MATT: No… ¿se te ofrece algo?
LEMMY: Necesito que vengas al castillo lo más pronto posible.
MATT: ¿Se puede saber el por qué?
LEMMY: Nuestro acuerdo, ¿con quién estás?
MATT: Oh, bien. Con nadie. Dame veinte minutos y estoy allí –colgó-.
Atravesó el portal y condujo al castillo Bäckmann detrás del Bosque de las Tinieblas, estacionó su auto en el garaje y se encaminó al vestíbulo de su padre.
MATT: Ya estoy aquí, padre -dijo al entrar-.
LEMMY: -Se encontraba observando por el ventanal y al escuchar la voz de su hijo dio media vuelta. -Hola, hijo.
MATT: ¿Qué es lo que tienes planeado, ahora?
LEMMY: Dile que quieres algo serio con ella.
MATT: -Resopló. -Acabamos de pelar, me dejó…
LEMMY: Se suponía que tú debías dejarla, no ella a ti…
MATT: Arreglaré las cosas lo antes posible, descuida.
LEMMY: Eso espero. Le dirás que quieres algo formal.
MATT: Algo, cómo… ¿presentártela?
LEMMY: Podría funcionar eso también.
MATT: ¿Qué hay después?
LEMMY: Le entregarás un anillo de compromiso.
MATT: ¿Tan rápido?
LEMMY: No puedo creer que seas mi hijo, Matt, me decepcionas.
MATT: -Se hizo el ofendido. -Oh, lo siento; si tanto te decepciono, ¿por qué no te encargas de seducirla tú?, oh, claro… estarías grande para ella.
LEMMY: ¡Mide tus palabras conmigo Matthew! –Le reprimió-.
MATT: Deja de criticar mi avance, ella es una chica complicada.
LEMMY: ¡Pero tú eres inteligente!
MATT: Haré lo que pueda, de todos modos, ¿para qué quieres que le dé un anillo?, ya no estamos en el siglo VII –se podía escuchar el tono de burla en su voz-.
LEMMY: -Suspiró. -Necesitamos que su padre confíe en ti…
MATT: ¿No se supone ustedes son amigos?, eso debería bastar.
LEMMY: Esa historia algún día te la explicaré. Dentro de tres meses le darás el anillo.
MATT: Bien, ¿qué hay después?
LEMMY: Boda –sonrió con malicia-.
MATT: ¿Una boda… falsa?
LEMMY: Comienzas a entenderme. Pero no será con un “final feliz” –utilizó sus dedos para crear las comillas -si sabes a lo que me refiero.
MATT: -Sus palabras lo dejaron intrigado. - ¿Qué le harás?
LEMMY: Lo sabrás en su momento.
MATT: ¿La lastimarás? –Dijo en voz baja-.
LEMMY: ¿Acaso te importa o sientes algo por ella? –Entornó sus ojos hacia su hijo-.
MATT: - “¡Sí, la amo!” deseaba gritarle a su padre. -Por supuesto que no, solo quiero saber si le harás algo… y si puedo ayudarte a conseguirlo.
LEMMY: No le haré nada grave, no necesitaré de tu ayuda; tan solo mantenla a tu lado, ¿de acuerdo?
MATT: Claro…
LEMMY: Bien, ¿qué esperas para ir a buscarla?
MATT: -Se sorprendió. -Ya voy…
LEMMY: Que sea rápido –dijo en tono autoritario-.
MATT: A la orden, señor –rodó los ojos-.
El joven regresó a su Aston Martin, encendió el motor y atravesó el gran portal de oro sólido del castillo, avanzando a través del Bosque de las Tinieblas hasta llegar a las montañas del Norte, donde yace en la cima el castillo de los Blackmoon, para ganar anonimato decidió estacionar su Aston detrás de los grandes robles un kilómetro atrás del castillo. Al salir del vehículo y dar unos pasos, tuvo un encuentro inesperado…
TEGOSHI: -Se apresuró a tomarla por el brazo. - ¿Por qué me evades tanto?
VELVET: ¿Acaso no me has lastimado ya lo suficiente? –Respondió con un nudo en la garganta-.
TEGOSHI: Eso puede cambiar, solo necesito que vuelvas a confiar en mí, por favor… Vel…
VELVET: ¿Piensas que simplemente puedes volver, pedir perdón y que todo regresará a ser como antes?
TEGOSHI: Ya sé que no, únicamente dame una oportunidad…
VELVET: ¡No! –Respondió gritando-.
TEGOSHI: ¿Por qué? -Expresó, sorprendido-.
VELVET: No quiero volver a pasar por el mismo infierno… -respondió con voz temblorosa-.
TEGOSHI: Prometo que esta vez no será así.
VELVET: ¿Cómo confiar en ti después de lo que hiciste?
TEGOSHI: Sé que aún sientes algo por mí… solo que no lo quieres reconocer.
VELVET: Déjame tranquila.
TEGOSHI: De acuerdo. Vendré a buscarte mañana a las tres de la tarde, si no sales… entenderé que ya no soy nada ni nadie para ti. Solo quiero una oportunidad…
VELVET: Yo… no lo sé… -agachó la mirada a sus manos, entrelazando sus dedos-.
TEGOSHI: Piénsalo… -levantó el rostro de la joven, clavó un suave, dulce y corto beso en sus labios. Tan solo un roce -Adiós –dio media vuelta, subió a su auto y dejó atrás la casa de la joven-.
VELVET: Adiós –murmuró aún impactada por el beso. Entró a la casa - ¿Alex? ¿Daniel? ¿Chicos? –Hizo una pausa deseando alguna respuesta, pero en su lugar solo obtuvo un incómodo silencio - ¿Dónde estarán? Uhm… -fue a su habitación del segundo piso al fondo-.
DANIEL: Y bien… ¿Cuáles son tus habilidades? –Le dijo, manteniendo la mirada al frente de la carretera-.
MAY: ¿A qué te refieres?
DANIEL: En qué eres buena –le dedicó una mirada rápida, pero dulce - ¿Algún juego en el que seas hábil?
MAY: -Sonrió de lado. -Veamos, en lo que concierne a juegos: ajedrez, dominó, cualquier juego de azar, s…