Forbidden Love

Capítulo XXVI

-19 de mayo, Alemania.

Comenzó el día enérgicamente, bajó a desayunar a las 11:45 a.m. para evitar encuentros con su primo y volver a discutir por lo de la noche anterior, al terminar, tomó un largo y relajante baño de burbujas, al cabo de las dos de la tarde finalizó por alaciar su largo cabello negro y vestirse para la ocasión: Un corsé con falda negra, mallas de red y botas negras de plataforma –vestimenta típica de vampiros, dado a que la cita sería en su mundo, el Wampworld-.

Entró a la habitación de la joven sin previo aviso. -“Hola, Vel…” -cerró la puerta y dio media vuelta -“Wow, qué linda te ves.”

VELVET: Hola, Alex, gracias… ¿se te ofrece algo?

ALEX: Amm bien… verás –balbuceó -, yo… necesito un pequeño consejo.

VELVET: Seguro, confiésate –se sentó en su cama e invitó a su primo a sentarse junto a ella dando unas palmaditas al colchón-.

ALEX: -Aceptó la invitación y se sentó junto a ella. -Primero que nada, nadie, por ningún motivo, debe enterarse, ¿me lo prometes?

VELVET: Descuida, tu secreto estará a salvo conmigo; mi boca es un ataúd, entra el vampiro, pero no sale –sonrió ampliamente-.

ALEX: -Suspiró. -Está bien… lo que sucedió es que… ¿recuerdas a Lindsey? La vampiresa del Submundo con la que un par de veces salí…

VELVET: Cómo olvidarla, si es la hermana de Matt, el novio de mi mejor amiga.

ALEX: Oh, no suenas muy de acuerdo.

VELVET: Tengo mis razones, pero a mí no me hagas caso. Cuéntame lo que ibas a decir respecto a ella, soy toda oídos.

ALEX: Ayer fui a su casa a buscar consuelo… bueno alguien con quien hablar sobre lo de –suspiró -Hoshi, a estas alturas ya sabrás que me dio por mi lado… esa parte luego te la cuento. A lo que voy es que ella y yo…

VELVET: Espera, espera, ya me revolviste con “ella” ¿te refieres a…?

ALEX: Lindsey…

VELVET: De acuerdo, prosigue.

ALEX: Bebí té de hada y lo último que recuerdo es que –se interrumpió de improviso y agachó la cabeza-.

VELVET: ¿Qué sucede, Alex? 

ALEX: -Alzó de nuevo la mirada. -Nada, no tengo nada, olvida que te dije algo, suerte en tu cita –se levantó de la cama y avanzó hacia la puerta-.

VEL: -Lo alcanzó al pie del umbral y lo detuvo por la muñeca. -No te vayas y me dejes con el beneficio de la duda, primo… si hay algo en lo que pueda ayudarte sabes que cuentas con mi apoyo.

ALEX: Gracias, Vel, pero no es de importancia –le sonrió tiernamente-.

VEL: Por el inframundo, Alex, ¿crees que no te conozco? Yo sé que algo te pasa, vamos, cuéntame.

ALEX: No tienes por qué enterarte de mis estupideces.

VEL: Oh, vamos, ¿qué pudo ser tan grave?

ALEX: -Respiró hondo y exhaló. -Yo me acosté con ella –lo dijo tan rápido que la joven apenas pudo entender lo que pronunció-.

VEL: ¿Qué- qué tu qué? -Preguntó sorprendida-.

ALEX: Eso, lo que escuchaste –volvió a agachar la cabeza-.

VEL: Bueno si eso pasó fue porque tú la quieres y… -trató de consolarlo-.

ALEX: No, Vel, no entiendes. Ella puso algo en mi bebida, yo no recuerdo nada, sin embargo, sé lo que pasó en su habitación.

VEL: Alex… -lo tomó de la mano -Estás ardiendo…

ALEX: ¿Qué? –La miró incrédulo-.

VEL: Tu piel… no es normal, nosotros tenemos ausencia de temperatura corporal y tú estás ardiendo y no de manera bochornosa…

ALEX: ¿Qué dices? ¿Cómo voy a tener fiebre? Los vampiros no nos enfermamos.

VEL: O eso creíamos.

ALEX: No ha de ser nada, luego se me pasa –le sonrió de lado-.

VEL: -Lo abrazó. -Descuida, hallaré una solución para eso, hablare con Hoshi y veremos qué podemos hacer.

ALEX: ¡No! No, a ella no le cuentes lo que sucedió. Vel, por favor, te lo ruego, a quien quieras… menos, menos ella.

VEL: Si no es ella, ¿quién?

ALEX: Eso no lo sé, pero por favor, no le digas a Hoshi.

Sonó el timbre y al parecer alguien atendió la puerta ya que no tuvieron la oportunidad de volver a hacerlo sonar.

DANIEL: ¡Velvet, te buscan! -Gritó desde la planta baja-.

ALEX: Te dije que se le pasaría el enojo.

VEL: ¡Ja! Es un orgulloso, en todo el día no ha cruzado palabra conmigo, me fulmina con la mirada y me evita, ¿a eso le llamas que se le haya pasado el enojo?

ALEX: Es ganancia que abriera la puerta sabiendo que se encontraría al otro lado a Tegoshi –comenzó a sentir otro episodio de dolor estomacal, se llevó la mano al estómago e hizo una mueca-.

VEL: ¿Estás bien?

ALEX: No te preocupes por mí, es solo un pequeño dolor, se me pasará.

VEL: Prométeme que vas a tomar algo, ¿de acuerdo?

ALEX: Sí, señora –le mostró su lengua-.

VEL: Ya me voy –se despidió de su primo con un beso en la mejilla-.

ALEX: Te portas bien.

VEL: No eres el indicado para el consejo.

ALEX: No me tortures, suficiente tengo con mi conciencia.

VEL: Vale, ya, era broma, nos vemos a las siete.

ALEX: Que te vaya bien.

VEL: Gracias –bajó apresuradamente las escaleras hasta llegar al living, dónde Daniel se encontraba sentado en un sofá reclinable viendo su serie favorita de televisión, con la mano izquierda sostenía el control remoto mientras que en la derecha una copa de sangre. En el sofá más grande se hallaba Tegoshi sentado en posición de recién regañado-.

TEGOSHI: -Vio llegar a Velvet por el rabillo del ojo y de inmediato se puso de pie- Hola –la besó en la mejilla. -Qué linda te ves así.

VEL: Gracias, Tego, tú también te ves bien.

DANIEL: -Se aclaró la garganta ruidosamente. -Te recuerdo que sigo aquí.

VEL: -Rodeó los ojos. -Vámonos, Tego.

DANIEL: -Antes de que salieran, decidió llamar a su prima - ¡Vel!

VEL: ¿Qué quieres, Daniel? –Preguntó exasperada-.

DANIEL: -Pensó en disculparse con ella, pero no era el momento indicado y menos frente a Tegoshi, no le daría el gusto de verlo débil. -No llegues tarde, tenemos un asunto pendiente y… cuídate.



#14190 en Fantasía
#5757 en Personajes sobrenaturales
#7854 en Joven Adulto

En el texto hay: vampiros, misterio, romance

Editado: 05.11.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.