JENZIIH: -Al entrar en la habitación se sorprendió al ver a su hijo despierto. -Alex… me alegro de que hayas despertado.
ALEX: Hola, papá.
JENZIIH: -Se apresuró a acercarse a la cama junto a su hijo. - ¿Cómo te sientes?
ALEX: Un poco mareado, pero estoy bien.
JENZIIH: ¿Podrías explicarnos lo que pasó?
ALEX: No tengo idea, no me acuerdo de nada, ayer después de que Vel salió con Tego ya no recuerdo que sucedió…
SCARLETT: Alex… llevas inconsciente un mes…
ALEX: ¿Qué? Eso no… no puede ser posible… -respondió alterado-.
JENZIIH: Tu madre tiene razón. Has estado en coma durante un mes, es por eso que nos preocupaba tanto tu estado. Había un 90% de probabilidad de que no despertaras.
ALEX: ¿De verdad no les supieron decir lo que me sucedió? Es decir, estuve en coma por un mes y nadie dijo nada… -dijo un poco exaltado-.
JENZIIH: Lo único que nos dijeron es lo de la fiebre vampírica.
ALEX: Eso es lo que me acaba de decir mamá…
SCARLETT: Pero no nos supieron explicar cómo la contrajiste.
ALEX: ¡Bah! Es solo una leyenda para asustarnos cuando somos niños, no puedo haber contraído tal enfermedad y así como así…
JENZIIH: No es ninguna leyenda para asustar a nadie, es demasiado real, así como el sida para los humanos y solo hay dos maneras posibles de contraerla.
ALEX: Lo sé, lo sé; por lo mismo es imposible.
JENZIIH: ¿Seguro?
ALEX: -Se revolvió incómodo en la cama. -Pero claro que estoy seguro…
SCARLETT: Amor, acaba de despertar, no lo hagas alterarse, puede empeorar.
JENZIIH: -Suspiró. -Tienes razón, dejaremos esta conversación para otra ocasión; le comunicaré al doctor que has despertado para saber qué debemos hacer ahora –salió de la habitación-.
ALEX: ¡Oh, es cierto!
SCARLETT: ¿Qué pasa, Alex?
ALEX: ¿Cuándo volviste de tu viaje de trabajo?
SCARLETT: Dos semanas antes de que estuvieras en coma.
ALEX: ¿Significa que estás de vacaciones?
SCARLETT: -Negó con la cabeza. -No, ya no es necesario que esté en el Ministro.
ALEX: ¿Ha sucedido algo?
SCARLETT: Nada de lo que debas preocuparte. Lo importante es que desde ahora estaré en casa con ustedes.
ALEX: ¡¿Regresarás al castillo?! –Preguntó emocionado-.
SCARLETT: Sí –sonrió amplio-.
-23 de junio 21:34. Alemania-.
LIND: Ten piedad de mí, estoy enferma y me dices que te caigo mal –hizo pucheros-.
MATT: -Rio. -No me tardo.
Quince minutos después, Matt regresó a la habitación con una bandeja donde transportaba un plato de curry y un vaso de sangre.
MATT: -Colocó la bandeja sobre el soporta-bandejas en la cama. -Come, aunque sea un poco –le sonrió y se cruzó de brazos mientras la observaba detenidamente-.
LIND: -Observó la bandeja y luego a su hermano. - ¿Te sientes bien?
MATT: Pero, ¿qué pregunta es esa?
LIND: No es usual en ti preocuparte por mí.
MATT: Soy tu hermano mayor y, aunque no lo parezca, te aprecio.
LIND: ¿Seguro que no pusiste ajo en mi comida?
MATT: ¡Oye! Qué cruel de tu parte.
LIND: -Rio. -Debía comprobarlo.
MATT: Qué desconfiada eres.
LIND: Solo un poco… -probó el primer bocado de la comida que había llevado su hermano-.
MATT: ¿Cómo te sientes?
LIND: Me lo has preguntado una y otra vez desde que desperté. Ya te respondí que me encuentro bien.
MATT: ¿Estás segura?
LIND: -Lanzó un bufido. -Te he dicho que sí.
MATT: ¿Recuerdas algo antes de esto?
LIND: Eso quisiera, pero no.
MATT: ¿Nada?
LIND: En efecto.
MATT: Qué raro…
LIND: Quien sabe…
MATT: Bien, creo que avisare a nuestros padres que has despertado.
LIND: Oh, sí. Quiero ver a mamá…
MATT: Iré a llamarles, ya vuelvo. Tú termina de comer.
LIND: Sí, sí, sí, lo que digas.
MATT: No quiero que dejes nada en el plato, ¿escuchaste?
LIND: Sí, Matt; qué terco eres.
MATT: Ya vengo –salió de nuevo de la habitación-.
Sonó el timbre de la puerta principal.
VEL: Yo atiendo –se apresuró a abrir la puerta - ¿Qué haces aquí, Tego?
TEGO: Hola –sonrió tierno -Solo pasaba por aquí y quise hacerte una visita, ¿acaso está mal eso?
VEL: Digamos que no es el momento apropiado.
TEGO: Contigo nunca se sabe si es o no el momento indicado.
VEL: Exactamente.
TEGO: Cínica.
VEL: ¿Qué? ¿Por qué?
TEGO: No, yo solo digo…
VEL: ¿Ves?, solo vienes a molestarme.
TEGO: Yo no pretendía eso –se acercó a ella hasta robarle un beso-.
VEL: -El beso la tomó por sorpresa, pero eso no le impidió reaccionar y alejarse. -P-pero ¿qué…? ¿qué crees que estás haciendo? -respondió con el rostro completamente sonrojado-.
TEGO: Eres adorable cuando te sonrojas, ¿sabías eso?
VEL: Vete al demonio –agachó la mirada-.
TEGO: -Rio - ¿Por qué no aceptas el volver a salir conmigo?
VEL: Ya lo hemos hablado.
TEGO: Sabes que no acepto un no, por respuesta.
VEL: Entonces que te vaya muy bien –comenzó a cerrar la puerta-.
TEGO: -Detuvo la puerta con el pie para volverla a abrir. - ¿Qué te cuesta darme una segunda oportunidad?
VEL: Tanto, que ni te imaginas.
TEGO: Oh, vamos…
VEL: No hablaré más del tema.
TEGO: Por favor…
VEL: ¿Qué? –dijo sorprendida-.
TEGO: Por favor… vuelve a salir conmigo. Vel –la tomó del brazo -mírame a los ojos y dime que ya no sientes nada por mí, sí lo haces, me alejaré. Te lo prometo.
VEL: -Lo encaró. -Eso es sencillo… yo ya no te quiero…
TEGO: -La jaló del brazo y la atrajo hacia él. -No sabes mentir –volvió a besarla-.
VEL: -Luchó por salir de su agarre, lo cual consiguió, aunque no del todo, tan solo pudo romper el beso. - ¿Qué te pasa? Te he dicho que ya no te quiero, suéltame.