Forever Is Never

Capítulo 9 - Malditos Exámenes

Joder, los maestros quieren qué me explote la cabeza o qué.  


   ¿Cómo puede ser posible que alguien se aprenda diez temas en dos días?

   Voy a morir joven. 


   Me levanto de mi cama, me estiro y siento que mis músculos se destensan.

   He pasado más de 3 horas sentada leyendo.

   Me acerco a mi ventana al oír el jaleo que están montado fuera. Visualizo a Henry y a otro que no sé cómo es que se llama peleándose. Cojo mi chaqueta, me pongo los zapatos y bajo corriendo lo más rápido que puedo, cuando ya he bajado unas seis escaleras recuerdo que vivo en la quinta planta y que para llegar más rápido tengo que coger el ascensor, termino de bajar las escaleras para coger el ascensor de la planta cuatro. Una vez dentro me desespero porque se me hace largos los segundos que paso en el ascensor.  


   Al salir del ascensor me choco con una chica, le pido perdón rápidamente, esto de chocarme con gente en los ascensores se me está haciendo habitual. Cuando llego al lugar diviso a Henry debajo de un chico moreno con risos y musculoso.

   Intento separarlos, pero en vez de es consigo un  golpe en mi  brazo de parte  del chico desconocido. 


   Como un auto reflejo le pego una bofetada y logro que caiga al suelo.

   Todos me miran. 

   ¿Acaso nunca han visto que una chica que pegue a un chico?

   Bueno, pero eso es lo que menos me importa ahora.


   Henry se levanta y se pone encima de él para darle el golpe final y dejarlo en el suelo. 


   Lo ayudo a levantarse del suelo y lo llevo dentro a mi residencia, mientras el desconocido se retuerce de dolor en el suelo.


   -No se lo digas a nuestros amigos.
   -¿Por qué?
   -Porque  se enfadarían muchísimo conmigo si se llegan a enterar que me he peleado otra vez y más aún si se enteran  fue contra Liam. 
   -Vale, yo no se los diré... 
   -Gracias.
   -Porque se lo vas a decir tú. 
   -Ah. Vale, pero creo que ya se enterarán por su cuenta. Los cotilleos por aquí llegan muy deprisa.      


   Decido callar por el hecho de que no sé qué más decir.

   Al llegar a habitación le pido que se siente en la cama, mientras voy a por el botiquín que compré cuando llegué a Stanford. Saco de él alcohol y algodón.

   Primero le lavo la herida con un poco de agua, se la seco y empiezo a pasar el algodón con alcohol.

   -¡Auch! ¡Duele mucho!
   -Deja de ser tan llorica Cristian Grey.
   -¿Cristian Grey?
   -Sí, señor Grey. Te va el sado.
   -¿Por qué dices eso? Señora Grey.
   -En primer lugar soy la señorita Goldstain y en segundo porque te has peleado ya muchas veces y según lo que me dijo un pajarito el 85% de veces ha sido con es tal Liam, por cierto ¿ese era Liam, el Liam con el que siempre te pelead?
   - Sí. Pero, ¿te han dicho el porque?
   -No.
   -Pues es mejor que siga siendo  así.
   -¿Por qué? -mira que soy cotilla.
   -No quiero hablar de eso ahora.

   Tocan la puerta de mi residencia y yo abro.


   -Henry, cariño ¿estás bien?
   -Sí, Natalie, estoy bien. - Responde Henry de manera cortante a su novia.
   -Me han dicho que Liam y tú os peleasteis por alguna tontería que Liam había dicho acerca de una tal Samantha, ¿es verdad?

   ¿Ha dicho que se han peleado por mí?

   ¿Por qué haría eso Henry?

   Mi cara tiene que ser todo un poema, nunca mejor dicho, porque Natalie y Henry me ven como si viniera de otra dimensión. 

   -¿Te explico luego? -Pregunta Henry a Natalie y luego se vuelve a mí y añade-. Ahora hablo contigo.
   -Vale -respondemos Natalie y yo al unísono.
   -Natalie, vete por favor.
   -Vale, pero hablamos luego. -Le responde ella a su novio.


   Sale lo más lento posible, o por lo mínimo es me parece a mí. 


   -Verás, Liam es un imbécil que siempre se intenta tirar a todas las chicas nuevas del campus y lo hace porque  sabe que está bueno y puede hacer que cualquier chica caiga a sus pies en cuestión de segundos...y pues bueno, yo iba pasando entre el comedor exterior porque iba para el Suad, cuando escuché tu nombre salir de su boca, dijo algo como de una apuesta entre todo su grupo de amigos hacer a de quien se podía tirar más rápido a la nueva y que de seguro eras virgen... que no tendrías novio, nada de que preocuparse etc. Entonces al escuchar todo eso de él y ver que allí estaba María y no dijo nada para defenderte reaccione y me tiré hacia donde estaba él para golpearle en todo su maldita cara de idiota.  
   -¿Qué hacías tú allí?  Según lo que tu me dijiste no te gustaba el café que sirven en Suad.
   -Y no me gusta, pero Natalie me había dicho que fuera allí para hablar de yo qué sé que.
   -Gracias por defenderme, pero no tienes que meterte en problemas por mí, que ese idiota diga lo que quiera decir, ni de broma que acostaría con él, y te pido por favor no te metas en más problemas ya sea por mí o por ti, pasa de la gente, yo eso lo aprendí con el tiempo. 



#46055 en Novela romántica
#12127 en Joven Adulto

En el texto hay: universidad, amores, alcohol

Editado: 02.05.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.