Forever Young

Capítulo 12

Al día siguiente.

Malditas pesadillas, las odio. Maldito insomnio. Van de mal en peor. Siento mi cuello húmedo por el sudor, me llevo los dedos a mis ojos para tallarlos con las yemas, y me detuve un momento para recordar lo que acabo de soñar, simplemente no sabría como explicar… Tiene que ver con algo de mi etapa de la niñez, en la que moría siendo atormentada y luego acuchillada por multitudes con capuchas, me torturaban arrancándome las uñas y hacerme cortes en mi delicada piel; veía a mi padre apartado de mí presenciando lo que le hacían a su hija, sin embargo no podía hacer nada para salvarme ya que dos tipos cuyos rostros no recuerdo lo sostenían con cadenas.

Entonces mi pregunta ahí era: ¿Dónde estaba mi madre cuando la necesitábamos? ¿Su intención no era “protegerme”? En pocas palabras, esta pesadilla es para llorar hasta quedar con los ojos secos.

La ventaja del insomnio es que le gané al despertador, lo desactivé antes de que fuera a sonar. Aún estando acostada sobre mi espalda, recordé la excursión que tendríamos hoy, suspiré pesadamente y me levanté. Giré a la derecha para alcanzar mi móvil que descansa sobre la mesita de noche, lo desbloqueo y veo un nuevo mensaje que siempre recibo.

De: Papá : “Buenos días mi niña, que tengas un bonito día”.

Respondo con un “Igualmente, te quiero mucho” y dejo el celular.

Sin fuerzas para seguir con mi vida me pongo de pie, mis pies descalzos hacían contacto con el suelo frío para ir al baño, frente al espejo me observo, mis ojeras son un poco más visibles y mi horrendo cabello echo un desastre. Elevo mi cabeza hacia arriba mirando el techo, nuevamente suspiro de cansancio.

Luego lavé mi cara con agua fría, para aplicarme maquillaje, peiné mi cabello en un moño y me vestí con un jean ajustado, mis converse y un jersey color gris. Vacié en mi cama todos los libros que había en mi mochila, de ahí también salió una foto de la boda de mamá y Adam, también aparecemos Ethan y yo, la miré por unos segundos y luego la rompí en dos.

―Angie, hora de desayunar —escucho la voz de mamá del otro lado de mi puerta.

―Enseguida voy.

Ella se limitó a no responderme y escuché sus zapatillas contra el suelo mientras se alejaba.

Metí a mi mochila mis lentes solares y repelente contra insectos, espero que igual funcione para mantener alejado a Jayden. En unos minutos más bajo a la cocina, tomé algo de café y pan tostado con mermelada, tan sencillo ya que mi apetito no es de lo mejor.

Lo siguiente de mi rutina es caminar hacia el colegio, al llegar están cuatro buses y todo el alumnado de quinto semestre están divididos en sus grupos. A lo lejos miré a Nina y Mikael y los saludé con la mano. Me uní a mi grupo, esperamos a que llegaran los profesores y se irían como mínimo dos en cada bus, en eso la profesora Chávez de ecología y el profesor Hamilton.

―¿Todos están listos? —gritó la profesora como si fuera una animadora de fiestas.

―¡Listos! —respondieron casi todos con emoción.

Mis compañeros iban subiendo y típico ocuparon todos los asientos de atrás para hacer y decir estupideces en todo el camino, y yo, me senté en los asientos de adelante lejos de esos idiotas y de Jayden.

Me puse los audífonos y me quedo observando por la ventanilla, “In My Remains” de Linkin Park inunda mis tímpanos. Como en una media hora escuchando música llegamos al parque, mis ojos miraron con mucha curiosidad el lugar en el que estábamos por adentrarnos; puestos de dulces y otras chatarras, ropa y recuerdos e incluso tienditas de artículos de arte abstracto y discos musicales de famosos poco reconocidos, lo sé por las carteleras publicitarias.

Y como dije, el viaje había durado aproximadamente treinta minutos, el chófer estacionó en un terreno exclusivo para buses. Esperé a que bajaran todos antes de que fuera pisoteada por esos gorilas que tengo como compañeros.

―¡Buenos días jóvenes! —saludó un señor por medio de un megáfono, supongo que es el guardabosques.

―Buenos días —contestaron todos en coro.

―Sean bienvenidos a Central Park, para los que nunca habían visitado este hermoso bosque les daré un pequeño dato: Bosque Real, el lugar ideal para vivir y disfrutar la naturaleza dentro de una atmósfera altamente cosmopolita. A continuación mis compañeros y yo les daremos un recorrido a este hermoso bosque.

Dicho es, enseguida nos acomodaron en grupos grandes y al parecer estábamos revueltos como mezcla de una ensalada rara, en donde me tocó estar incorporada veo distintas caras pero ninguna que yo conozca como Nina y su goma de mascar, pero bien que sí estaré con el insoportable de Jayden. Que irónica es la vida cuando te pone con personas que no soportas su presencia y tener que compartir el mismo espacio para caminar.

―Grupo “A”, mi nombre es John, seré yo quien estará con ustedes para el recorrido, síganme y no se separen. Si alguien desea detenerse para ir al baño o beber agua, con gusto nos detenemos —se había dirigido a nosotros un muchacho como de unos veinticinco años, un tipo alto, tez blanca, ojos verdes acompañados con unas largas pestañas y unas cejas densas y cabello castaño y algo rizado. Varias chicas de mi grupo quedaron hechizadas por ese muchacho atractivo, lo es, pero no es para tanto―. Ah, y favor de no tirar basura en las áreas verdes, más que en los contenedores de basura que vean.

A cada grupo se le asignó un guía, muchos estaban emocionados por ésta visita y en cuanto a Jayden, él no dejaba de quejarse y de torcer los ojos.

―Quita esa cara —me atreví a decirle.

―¿Qué hay de malo con ella? —me contesto de mala gana.

―Pues que espantas a las personas —solté con burla.

―¿Y para qué quiero cerca a los demás? —dijo ofendido, esta pelea era igual a la que tuvimos el sábado en la fiesta…



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En el texto hay: romance, drama, amor odio sufrimiento

Editado: 17.11.2020

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