Había pasado una semana desde esa ultima vez que te busqué, había decidido irme y dejar atrás mis sentimientos por ti. Esa madrugada no podía dejar de pensarte y no sabía el por qué ya que tenía dos días sin pensarte, me estabas perdiendo.
Pero llegó un mensaje tuyo a esa horas de la madrugada en el que mis pensamientos eran dedicados a ti, era un simple "¿Qué haces?" pero decidí no contestarlo, así que salí del chat y entre en la película que veía antes de desconcentrarme por mis ruidosos pensamientos, pero llegó otro mensaje.
"Te extraño" seguido de ese llegó otro mas largo "Hace unos meses me dijiste que tu dejabas de amar cuando ya no hacías ruido, este silencio me está atormentando" pensé que ese día no me había escuchado, porque se lo susurré mientras usaba mi teléfono y él jugaba un videojuego, pero mis palabras se le habían quedado tatuadas en los pensamientos.
"No quiero verte" fue lo que respondí, hacía esto difícil, ya lo estaba logrando. Me respondió con un "No puedo dejar de amarte" mis latidos se aceleraron y volví a dejarlo en visto, pero él insistía y me envió un "¿Y si me llamas?" me di cuenta en ese momento que a esa expresión le sobran dos "eles".