La noche es tenebrosa, los sucesos más terribles suceden bajo la luz oscura, porque no te avisa, solo te toma y te envuelve sin que te des cuenta, para qué al despertar, no tengas idea de lo que ha sucedido.
Las mismas imágenes que vuelven cada noche, son una pesadilla, que cada vez se vuelve más borrosa. No logro entenderla, no logro visualizarla bien, aun asi, su inocente voz de él, es lo único que sigue resonando en mi mente tan claro.
Es como si fuera pequeña y brillante bola azul con verde que mamá nos ponía para vigilarnos todo el tiempo, la cual no dejaba de decirnos lo que no podemos hacer, pero esta vez en diferente, porque esa voz es de él y solo lo escucho cuando me sumerjo en el sueño infinito de la oscuridad, al cerrar los ojos.
"Kati"
"Kati"
La dulce voz sin malicia que conozco, me llama en susurros, me encuentro aturdida, no sé qué ha pasado, mi visión es borrosa y oscura, no veo nada, solo puedo sentir un calor infernal que busca consumir mi cuerpo, trato de reaccionar, aunque sea un poco, para evitar que el calor abrasador me haga cenizas.
"Kati"
Vuelvo a escuchar su voz y comienzo a mover mi cuerpo hacia una dirección desconocida. Me arrastro por el suelo a ciegas, la poca luz de la noche no ayuda y menos, si el líquido que baja por mi frente interfiere al meterse en mis ojos. Hubiera preferido solo eso, pero no es lo único que me prohíbe avanzar, varias cosas se incrustan tanto en las palmas de mis manos como en mis rodillas y estómago, es algo tan filoso, que duele cada vez que avanzo. Son vidrios.
Lo sé, su filo no se compara con nada y a pesar de las cortadas junto a todo el dolor que provocan al traspasar mi piel, sigo sin detenerme, al igual que el sonido de las llamas quemar todo a su paso.
Llego a un lugar donde no hay más cortadas, no hay más calor abrumador, o al menos, no como lo sentía en un principio.
"Kati"
El susurro débil sigue llegando hasta mis oídos, pero no sé de dónde viene. Cierro las palmas de mis manos que se encuentran estiradas y la textura que siento es granulada y suave, que se moldea y desliza con facilidad entre mis manos, la tierra junto a pequeños pedazos de hojas de árbol es lo que percibo.
¿Qué pasó?
No entiendo nada. Mi cuerpo solo... se siente como si hubiera vuelto a entrenar con Buster sin descanso, estoy débil, cansada, aun asi con dificultad abro mis ojos, observando la tierra pegada en cierta parte de mi rostro y cuerpo.
Muevo mis ojos tratando de recordar y sin saber cómo fue que terminé asi, hago un esfuerzo para levantarme y buscar el susurro de Thiago.
— Kati — la voz que conozco no deja de llamarme, miro hacia el frente buscando a mi hermano, pensé que lo vería a simple vista; sin embargo, solo veo las llamas ardientes quemar parte del gran bosque.
Miro el cielo oscuro con la poca fuerza que me queda. Nunca imaginé, que el viaje en familia que hicimos para celebrar el cumpleaños de mi hermano y mío, terminaría en un bosque donde las llamas lo consumen sin piedad.
Estoy tan confundida que pega con fuerza en mi corazón la tristeza, y mis lagrimas comienzan a recorrer mi rostro, porque no sé en qué momento sucedió esta desgracia.
"Princesa"
"Princesa”
"Princesa"
Otra voz diferente me llama con preocupación, pero ya nada es claro y visible para mí, lo único que puedo sentir es como me cargan y me sacan de ahi.
...
— Princesa...Princesa — llamados de desesperación escucho algo lejanos — Por favor reaccione — me mueven y como puedo abro mis ojos viendo en la oscuridad los parpados caídos de Alfred, mostrando su preocupación y temor en sus ojos al verme.
— Fallriptar, gracias — susurra con alivio tocando mi rostro que se encuentra sudando, por aquel sueño que no he podido superar, porque todos los días es lo mismo, incluso siento que estoy provocando que Alfred se haga más viejo con cada día que pasa aquí cuidándome.
— ¿Qué pasa Alfred? — susurro muy bajo por las fuerzas débiles que tengo. Debo verme fatal si lo he preocupado de nuevo.
— Tiene fiebre princesa, una muy alta. — Sus ojos cafés me miran con cierta tristeza, no quiero que este triste por mí, pero ¿cómo decirle que sea el mismo de antes? Si yo no puedo con mis sentimientos que me asfixian con cada día que pasa.
— ¿De nuevo? — pregunto cómo si no lo creyera, pero la verdad es que toda esta semana he sufrido de fiebre alta.
Solo ha sido una semana, pero en toda la semana siempre he tenido el mismo sueño, por lo que me despierto con fiebre, la tristeza consume mi alma de solo recordarlos.
— Princesa — susurra con dolor en su voz acariciando mi cabeza — sé que es muy duro para usted haber perdido a su familia, usted no merecía experimentar eso — sonrío ante su halago, pero mi ánimo cambia al recordar lo sucedido. No he podido superarlo y creo que nunca lo haré, porque es un dolor al que no estaba preparada y que la vida me cambie asi de drástico es algo que no puedo asimilar. — Pero tiene un peso muy grande sobre sus hombros, princesa, usted no tiene tiempo.
El tiempo le preocupa mucho y una parte de mi lo quiere entender, pero otra solo quiere recordar lo que pasó, porque no saber la verdad me está consumiendo por dentro.
— No puedo recordar Alfred...no sé qué pasó ese día. — mi voz chillona tiembla. No sé quién me sacó de ahí aquel día que ardía el carruaje entre las llamas, y Alfred no me quiere decir nada, guarda silencio siempre que se lo pregunto o me cambia de tema, lo que me causa dolor, porque yo quiero recordar la razón por la cual la voz de mi hermano está llamándome, es un sentimiento que no me deja tranquila y por más que trato... no puedo, no puedo olvidar su voz susurrar mi nombre.
— Lo lamento, princesa — sigue acariciando mi cabello con delicadeza y pasa saliva, él sin duda es más fuerte que yo. — Usted debe querer recordar cada detalle de lo sucedió, pero le voy a pedir como consejero de todos los años trabajando para su padre y si usted aun asi lo quiere...que no lo intente más. — sus palabras me hieren más de lo que una espada podría hacerme al atravesar mi corazón. — No más princesa, solo se está lastimando, sé que apenas es una semana desde que despertó, pero...debe concentrarse en aprender a liderar un reino. No tiene mucho tiempo, princesa, se lo ruego.