CAPITULO 1

Códice etéreo: Juramento al Trono

Apartado 9: Restricción de la Sucesión por Alianzas Demoníacas”

“Cualquier heredero o soberano que haya hecho pactos con demonios o fuerzas oscuras será despojado de su derecho al trono de forma inmediata.”

“Recuerdos del Pasado”

Kate

Todavía recuerdo con exactitud aquellos dos días antes del accidente.

Mi vida era perfecta antes de todo lo sucedido, sonreía, no había día que no lo hiciera, y cuando todo ocurrió, todo eso cambió en un instante, lo peor es que no tengo alternativa más que avanzar y.…demostrar la fuerza que hay en mí, para proteger lo que por derecho me pertenece.

…

Mi día podría decir que empezó como cualquier otro, pero eso no era así, mi cuerpo, mi mente, mi corazón están alegres desde que desperté y eso es solo por una sencilla razón…mañana es nuestro cumpleaños, por lo que debido a eso estoy más que feliz.

Estoy en mi habitación con la atención de las sirvientas a mi alrededor; sin embargo, escucho el sonido fino de unos pasos caminando en dirección a mi habitación y me emociono aún más.

Aquellos pasos al instante llaman con alegría mi atención, tanto que incluso las sirvientas que están alrededor de mí, me detienen del brazo con delicadeza para impedir que baje corriendo y me aviente hacia él como de costumbre.

Levanto de nuevo mi mirada de manera rápida hacia el reflejo de su cuerpo completo que veo gracias al espejo que tengo enfrente y mi corazón se infla de alegría al ver a mi papá con una sonrisa en su rostro al ver que las sirvientas me están arreglando con un hermoso vestido de encaje color rosa pastel.

— Papi — grito de alegría al instante con la intención de bajarme de nuevo del soporte cilíndrico donde las sirvientas me colocaron para poder arreglarme una vez que mi mamá terminó de bañarme y colocarme lo esencial.

— No te muevas — Su voz dulce me detiene de bajar y mejor se acerca él para impedir que baje. — Deja que terminen de arreglarte, mi princesa. —Acaricia mi rostro de una manera muy delicada y tierna a la vez, el brillo en sus ojos color verdes junto a sus dientes resplandecientes, hacen que me quede en mi lugar emocionada hasta el último momento en que dejan de arreglarme.

— Todo listo su majestad, con su permiso — hablan con respeto las sirvientas haciendo una reverencia a mi papá, para después salir de la habitación.

Yo no aguanto ni dos segundos al ver que se van y me lanzo a los brazos de mi papá, quien no duda en cargarme al saber que me aventaré hacia él.

Los abrazos de mi papá son los mejores, además de que su capa roja que sea puesto hoy es muy suave.

— ¿Lista para su cumpleaños? — Lo miro con una gran felicidad que no solo se refleja en mis labios, sino también en mis ojos, porque para mí él es mi número uno y no es algo que pueda controlar porque lo amo, lo amo mucho.

— Sí. — sonríe el rey ante mi respuesta de su pequeña princesa y junta su frente con la mía moviendo su cabeza de un lado a otro siendo copeado aquel movimiento igual por mí, pero su barba corta me comienza a dar cosquillas.

— Pica — suelto entre risas y él pega aún más su barba a mi barbilla haciendo que me dé más cosquillas.

— Te pica, te pica, mi princesa — juega conmigo mientras me hace cosquillas en mi panza.

— ¡Yaa papi! — las risas inundan la habitación hasta que una voz familiar para ambos nos interrumpe.

— Tan dulces como siempre — la dulzura sale en una voz femenina y volteo enseguida al saber quién es.

— Mami — hablo fuerte y mi papá que jugaba conmigo se queda quieto al ver a tan hermosa dama frente a sus ojos. Siempre es lo mismo con él, papá no puede ver a mi mamá sin perderse en su mente.

Mi mamá se encuentra vestida con un largo y divino vestido brillante color lila que es escotado de sus hombros, dejando a la vista su piel blanca de sus piernas desde su muslo hasta su zapatilla, pero a mí lo que me llama más la atención es lo que trae en sus brazos.

— Thiago — Grito al ver a mi hermanito con una enorme sonrisa en los brazos de mamá y sin prestarle atención a mi papá que se queda sin habla. Me sacudo de sus brazos y solo así reacciona.

Mi mamá, igual baja a Thigo y corremos a abrazarnos y ver que estamos vestidos del mismo color.

Veo a mi mamá, su bello cabello color oro rizado está suelto, y los accesorios como el collar de diamantes plateado de corazones, junto a las pulseras y el anillo de zafiro azul como sus ojos, son solo adornos que la hacen ver lo que es, una reina.

— ¿Qué hace señor Roussell? — Se acerca mi mamá a mi papá dándole un beso en la boca, provocando que Thiago y yo los veamos asqueados.

— Que hermosa estás mi reina — reacciona por fin mi papá que siempre está perdido por la belleza de mi mamá. No entiendo por qué, ósea mi mamá si es muy bella y esa belleza igual yo la heredé a excepción de los ojos, son verdes como los de mi papá, pero no entiendo por qué siempre se le queda viendo como si fuera un tonto.

— Me vestí para ti.

Vuelvo a ver a Thigo y él a mí y como si nuestro cerebro se conectara sin decirnos nada hacemos una imitación instantánea para que sepan que aún seguimos con ellos.

Thiago o Thigo como yo suelo decirle de cariño, somos mellizos y este tipo de escenas las hacemos constantemente, para que no se olviden que estamos nosotros frente a ellos.

— ¿Qué hace señor Roussell? — Miro a mi hermano que tiene el cabello rubio y ojos azules iguales a mamá.

— Que hermosa estás mi reina — El príncipe sigue el juego y toma mi mano dejando un beso en el dorsal de mi mano.

— La etiqueta niños, respeten. — mi papá nos reprende como siempre que se olvida de nosotros.

Mi hermano y yo nos paramos derechos como si fuéramos guardias reales al oír la voz de mi papá