Forzando el Amor [disponible en Fisico]

41.

⊷⊶⊷⊷⊶⊷《 MATTHEW 》⊷⊶⊷⊷⊶⊷

 

Me había enamorado por completo de Katherin, no solo creía amarla, ahora sabía que estaba completamente enamorado de esa bella mujer de ojos verdes y lengua afilada, que no temía darme una patada en las bolas si me la merecía, que no le importaba lo que pensarán los demás, que era fuerte y podía lograr lo que quisiera.

Solo faltó el sentir que la perdía para saber que ahora el dinero era lo que menos me importaba en la vida, podría vivir bajo un puente, sí Katherin estaba a mi lado lo sentiría como un palacio, porque a mí lado tenía un tesoro más valioso que cualquier herencia.

Me senté en la cama a verla dormir, su rostro pálido y sus marcadas ojeras me hacían saber que se estaba sintiendo realmente mal.

— Discúlpame amor, todo fue un malentendido —le dije mientras delineaba su rostro con mi mano.

La veía tan frágil y débil, como nunca antes la había visto, le había puesto una de mis sudaderas y parecía tenerla muy acalorada, sin embargo, prefería que fuera así, abajo solo había puesto un top.

Vele así sueño por más de una hora, sentía mis piernas entumecidas así que me levanté y rodeé la cama para mirar por la ventanilla, veía el mar bajo nuestro y las nubes pasar a gran velocidad, me perdí en el paisaje y mis pensamientos hasta que escuche la puerta abrirse.

— Matt, te traje tu desayuno — la voz de Melody me hizo poner de mal humor.

— No quiero una mierda que venga de tus manos, lárgate —

— Podemos pasarla bien, no importa que estés casado —

— No hay nada que puedas ofrecerme que a mí me interese, tengo a mi esposa y eso es más que suficiente —

— Ay por favor, ¿Que tiene esa que no tenga yo? Es una simplona —

— Dignidad, ella es toda una dama, tú eres una cualquiera —

— Matt no te conviene que me hables así — rodee los ojos.

— Te hablo como me dé la gana, solo necesitaba una cosa, y era ordenar la cama para traer a mi esposa a descansar, no sé qué pensaste que te haría —

— Lo de siempre, es obvio, de hecho — me sonrió maliciosa, — aún tengo unas muy buenas fotos de nuestro último encuentro — abrí los ojos tan grandes que sentí que saltarían de sus orbes.

— ¿Que? —

— Lo que te dije, sería una lástima que se filtraran en la web — no era posible, esta mujer estaba loca, ¿De dónde mierda saco fotos? Y lo peor ¿Cuándo?

— ¿Qué es lo que realmente quieres por esas supuestas fotos? — la voz de Katherin me desconcertó.

Me acerqué a la cama y me puse de rodillas a su lado para detallarla bien, aún se encontraba muy pálida y sus ojos completamente rojos, seguro por llorar, me sentí una completa basura.

— Son asuntos entre Matt y yo —

— Desde que Matthew se convirtió en mi esposo no hay asuntos del uno o del otro, cualquier cosa que se deba solucionar, el problema ahora de los dos, así que habla, ¿Qué es lo que quieres por las fotos? Y habla rápido antes que mi paciencia se agote y me den ganas de lanzarte de este avión — esa era mi esposa, tan firme y determinada.

— Lo único que quiero es una noche con Matt, y les devuelvo las fotos — esta mujer enserio estaba loca, pero estaba seguro que no tan loca como mamá que se encontraba atrás de ella.

— ¿Entonces estás chantajeando a mi hijo y a mi nuera? — lo que pasó después fueron golpes y jalones de cabello de parte de mamá hacía Melody.

Papá logro acabar con esa discusión, y alejar a Melody de mamá, yo había decidido no intervenir, simplemente me senté cerca de Katherin a mirar, estaba seguro que si intervenía se iba a malinterpretar todo y ya estaban mal las cosas como para sumarle más.

Luego que quedáramos solos me senté frente a Katherin tomando sus manos, — Nada de lo que viste es como piensas, yo vine a ordenar la habitación y ella salto sobre mi —

— Que conveniente ¿No? — era lógico que dudará de mí, no había sido el mejor esposo al principio.

— Es la verdad, lo juro, tu misma la escuchaste — suspiré un poco.

Lo mejor era esperar que ella estuviera más tranquila, por ahora me ocuparía de su salud.

— ¿Cómo te sientes? — ella suspiro sobando sus sienes.

— Ya un poco mejor, pero con algo de hambre —

— Te buscaré desayuno, aún nos quedan cinco horas de viaje, podrás dormir un poco más — ella me dio una sonrisa que parecía más una mueca.

Luego de desayunar nos sentamos en la cama, rodeé sus hombros con mi brazo y la atraje a mi pecho.

— ¿Mejor? —

— Si, ya estoy mejor, hacía bastante que no me daban estás crisis de migraña, siempre me afectan bastante —

— Es porque te sobre esforzaste mucho estas últimas semanas, duerme un poco más, tenemos la gala de inauguración está noche — ella asintió

— Discúlpame por lo sucedido hoy, yo no supe cómo reaccionar a tiempo —

— Está bien, escuché lo que ella decía, de hecho, estaba despierta desde que entró, eso es lo que pasa por tus acciones pasadas —




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