Forzando el Amor [disponible en Fisico]

52.

⊷⊶⊷⊷⊶⊷《 MATTHEW 》⊷⊶⊷⊷⊶⊷

 

— Señor oficial, está mujer tiene orden de arresto, pueden llevársela — hablo mi padre al oficial a cargo, el hombre tomo a Sarah de una manera no tan delicada y esposo sus manos a la espalda, sentí un poco de alivio, ya solo faltaban dos.

Miré por toda la oficina y fruncí el ceño, ¿Dónde estaba Katherin? Me había distraído tanto con esa asquerosa mujer que había perdido de vista a mi esposa, lo peor de todo es que no sabía si me había dejado.

— Matthew, Jenny me dejó un mensaje, están llevando a Kathe al hospital, dijo que estaba sangrando — dijo mi mamá entrando a la oficina algo agitada por correr.

Sentí que el alma abandonó mi cuerpo y sin pensarlo dos veces empecé a correr hacia la salida importándome poco los gritos a mis espaldas, al llegar al estacionamiento mis nervios no me permitían abrir el auto, varias veces mis llaves cayeron al suelo.

— Déjame, yo conduzco — dijo papá levantando las llaves del suelo, corrí rápido al asiento del copiloto mientras mamá y Mags subían a la parte trasera.

— Calma hijo, todo saldrá bien — intenté calmar mis nervios, pero era casi imposible, mi cabello estaba completamente desordenado por tantas veces que había pasado mis manos por él.

— Matthew, ¿No tienes algo que preguntarle a mamá? — me preguntó Mags, podía jurar que su tono era malicioso.

— Es cierto, mamá, ¿Si sigo teniendo relaciones con Kathe voy a meter más niños en su vientre? — pregunté con toda la seriedad posible, era una pregunta muy importante, tenía que estar cien por ciento seguro, con un bebé por el momento me bastaba.

Papá freno de golpe mientras escuchaba la estruendosa risa de Maggie, entonces entendí todo, la muy tonta se estaba burlando de mí.

— Te dije que no tomarás ese trago de vino en tu embarazó, mira cómo nos salió el pobre — dijo papá mirando a mamá por el espejo retrovisor mientras retomaba el camino.

Maggie y mamá no podían dejar de reír y me sentí como un estúpido por creerle.

— Muy graciosa ¿no? Me la vas a pagar, vas a ver —

— Tenía que calmarte de alguna manera — respondió encogiéndose de hombros.

— Debes respetarme, soy tu hermano mayor —

— Solo eres mayor por tres minutos, y aún tienes mentalidad de niño de tres años —

A pesar de la situación en la que estábamos, estos momentos en familia me reconfortaban, volver a escuchar la risa de Maggie después de tantos años, sentir la felicidad de mi padre, ver a mi madre más risueña que de costumbre, ahora tenía a mi lado todo lo que un día estuve tan desesperado buscando.

Luego de que me molestaran en todo el camino evitando que me preocupara llegamos al hospital, casi no deje estacionar a mi padre y entre corriendo al hospital, tenía que encontrar a Kathe.

Una amable enfermera me guío a la habitación de ella, justo cuando estaba a punto de abrir la puerta escuché una voz masculina.

— como aún es muy pequeño voy a pedirte que abras las piernas para introducir este aparatito — Nadie iba a tocar a mi mujer.

— Usted no va a introducir nada en mi mujer —

 

✶⊶⊷⊶⊷⊶⊷⊷❍⊶⊷⊶⊷⊷⊶⊷✶

 

Después de ese mágico momento, dónde escuché por primera vez a mi hijo, decidí contarle todo a Kathe, ya no iba a tener más secretos con ella. Afortunadamente, ella creyó en mí, y nuestra relación se fortaleció.

Las semanas empezaron a pasar rápidamente, mi mujer fogosa con hormonas alborotadas prácticamente me violaba cada mañana, y definitivamente me sentía muy a gusto con ello.

El día de mañana se cumplían cuatro meses de su embarazo, en este momento me encontraba acostado a su lado después de una maravillosa sesión de sexo que la dejó completamente exhausta y complacida, dormía plácidamente en mis brazos con una de mis manos descansando sobre mi hijo, mañana conoceríamos el género del pequeño y los nervios me estaban matando, al punto de no dejarme pegar el ojo.

Me senté teniendo cuidado de no despertarla y apoyé mi rostro sobre su vientre hinchado.

— Hola hijo, yo... Soy tu padre — le dije mientras imitaba la voz de Darth Vader.

— Gracias por ser fuerte y quedarte en el vientre de mami, te prometo que trataré de ser el mejor padre, y cuidare de ti y de tu madre hasta el último aliento de mi vida — bese su estómago.

— Por cierto, intenta que tu madre no tenga esos cambios de humor tan drásticos —

Volví a acostarme, está vez, tal y como me gustaba dormir, con mi cabeza enterrada en los suaves pechos de Kathe, que ahora estaban más grandes.

Unos gritos me despertaron sobresaltado, ¿En qué momento me dormí? Palpé la cama a mi lado y mi mujer no está en la cama, un poco desorientado me levanté lo más rápido que puedo para salir corriendo hacia donde se escuchan los gritos, el baño, al entrar Kathe está completamente desnuda cantando bajo el agua, o, mejor dicho, aullando una canción. Suspiré un poco antes de hablar.




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