Forzando el Amor [disponible en Fisico]

55.

⊷⊶⊷⊷⊶⊷《 MATTHEW 》⊷⊶⊷⊷⊶⊷

 

— ¿Qué haces aquí y cómo entraste? — pregunté furioso, sentí a Kathe removerse en mis brazos.

— Tranquilo hermano, vengo a negociar — rodé los ojos, otro con el tema de negociar.

— No tengo nada que negociar contigo Ethan, lárgate —

— ¿Estás seguro hermanito? Yo sé dónde está Alice y la pequeña bebé llorona — me le quede mirando desconfiado.

— ¿Qué es lo que quieres? — pregunto Kathe levantando su cabeza.

— ¡Oh! mujer de negocios, que lista — lo fulmine con la mirada.

Kathe apretó mis brazos y entendí lo que quería, con delicadeza la dejé en el suelo, sin apartarme de ella.

— Mírate no más, dónde quedaron esas sensuales curvas, tienes varios kilos de más, debí aprovechar cuando estabas decente —

— Mis kilos de más son temporales, dentro de poco recuperaré mi cuerpo, pero tú estupidez dudo mucho que se quite algún día — le contesto Kathe.

— La gatita saco las garras — se vuelo de nuevo.

— Habla — la firmeza en la voz de Kathe me encantaba.

— Bien, se dónde se esconde William, quiero hablar con papá también — le asentí con la cabeza y dejé que pasará primero hacia la sala.

Cuando bajamos las escaleras los oficiales de inmediato le apuntaron con sus armas.

— Vengo en son de paz, con información importante — los oficiales se miraron unos a otros sin saber que hacer. — papá, sé dónde está Alice y la bebé, vengo a negociar con ustedes — papá frunció el ceño antes de hablar.

— Está bien, escucharemos lo que tengas que decir — los oficiales siguieron apuntando hasta que uno de ellos lo esposo, y lo guiaron al comedor.

— Bien, habla — papá se quedó de pie del otro lado de la habitación

— Primero tengo algunas condiciones que poner, no quiero que solo usen la información y luego simplemente me manden a prisión como si nada —

— Tú no tienes derecho a exigir nada, agradece que no te están llevando a prisión ahora — quería saltar sobre él, pero mi parte sensata me lo impedía.

— Bien — mire a papá sorprendido, — si la información que nos brindas es correcta, quitaré todas las denuncias que están a tu nombre, al igual que quite tú nombre de mi testamento — él endurecido la mandíbula.

— Me parece justo, están en esta dirección — dijo señalando su bolsillo, uno de los oficiales que lo custodiaba metió la mano en el bolsillo sacando un sobre.

— Por cierto, Kathe, saliste hermosa en todas esas fotos — antes que el policía abriera el sobre lo arrebate de sus manos.

Mis ojos casi salen de sus órbitas al encontrarme con al menos veinte fotos de Kathe, la mayoría de ellas desnuda.

Saque el papel del sobre, la dirección que mostraba nos dejó a todos en shock.

— Es nuestro antiguo departamento — susurré para mí mismo, aquel dónde todo empezó con Katherin.

— ¿Y entonces? Un trato es un trato, ya les di la información, ahora... — movió sus manos mostrando las esposas — quiero mi libertad —

— De eso hablaremos después, primero quiero a mi mujer y mi nieta a salvó en casa — 

Empezamos a alistar todo para salir cuando el teléfono encontrado en la canasta empezó a sonar, todos nos miramos con nervios hasta que papá se acercó a contestar, lo primero que escuchamos al conectarse la llamada fueron los gritos de mamá, seguido de jadeos del infeliz.

— Maldito — le gritó mi padre golpeando la mesa.

— Collins que agradable escucharte, ahh — apreté mis manos en puños. — No sabes cómo estoy disfrutando de mi mujer, es más sensual de lo que recordaba —

— Déjala ir maldito desgraciado —

— No, ahhh si, que bien te sientes primor — su respiración era bastante agitada y los gritos de mamá no dejaban de escucharse. — ya la disfrutaste mucho, tomaste lo que era mío, y ahora te devuelvo el favor, entrega a mi ángel y a mi pequeña Margarita, y puede ser que entregué a Alice — la llamada se cortó.

Mi padre cayó de rodillas al suelo, veía como movía sus hombros, ambos estábamos llorando, mamá estaba pasando por un infierno en este momento y no podíamos hacer nada para ayudarla.

— Tenemos su ubicación — grito uno de los chicos mirando mal a Ethan, — Están a las afueras de la ciudad.

Mire a Ethan con desaprobación, el solo se encogió de hombros, — No me mires así, estaban en el apartamento antes de irnos, la pequeña bebé solo sabe llorar y defecar, tenía que irme no aguantaba mucho con el llanto — mi puño se estampó de lleno en su rostro, con tanta fuerza que cayó al piso con todo y silla.

— Imbécil, voy a matarte, es mi hija de quién hablas — Kathe se lanzó sobre él en el suelo y empezó a golpearlo. — Dime la verdad, ¿Dónde está mi hija? — gritaba sin dejar de lanzar golpes.

— Ya te dije dónde están, no miento — tenía el descaro de mentir en nuestra cara. — Matthew, quítame a tu mujer, está loca —




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