Foscorllum

Capítulo cinco

Siento luces a través de mis párpados.

– ¿Señorita?

Abro mis ojos lentamente como si fuera pesado hacerlo y, mientras me incorporo, puedo ver a la mujer policía y todas las patrullas con las luces de hace un rato. Mis padres estaban allí conversando con algunos otros policías, se veían preocupados.

– ¿Qué pasó? – Pregunté.

– Escapaste de la escuela y un chico nos informó que te vio venir aquí cuando fuimos a interrogar. Si no fuera por él, no te hubiéramos hallado.

– Ah...

La manta que me cubrió en la noche ya no estaba más.

– ¿Sabe quién era el chico? – Pregunté curiosa.

– No, pero vestía de negro y tenía un par de ojos celestes. Quizás lo conozcas, él va a tu secundaria.

Él.

Tan pronto como mi madre me vió, vino a abrazarme y mi papá estaba detrás de ella.

– Hija, ¿qué fue lo qué pasó?

Mi mamá y papá me dijeron varias cosas sobre mi "escape", que en realidad, considero como un ataque de pánico. Traté de explicárselos, pero decían tanto a la vez que no entendí y mi cabeza empezó a doler cegando mis pensamientos.

Después de todo aquello, por fin estaba de nuevo en casa, al llegar sorprendentemente mi hermano me abrazó tan fuerte como pudo.

– No vuelvas a hacer algo así. ¿De acuerdo? – Por su voz noté que estuvo llorando.

– De acuerdo. – Afirmé, correspondiendo su abrazo.

Mi hermano y yo podríamos pelear, fastidiarnos y burlarnos del otro, pero después de todo, es mi hermano gemelo y lo amo demasiado, estamos conectados de alguna manera y no podemos soportar que algo le pase al otro, hasta puedo sentir cuando él tiene algún dolor.

Esa noche estuve todo el tiempo con mis papás y Lucas, les expliqué que me dió un ataque de pánico por algo que vi, por supuesto no les dije del tipo con el que sueño, inventé algo más. Por suerte me creyeron o eso pensé, luego fui a la cama a dormir y fue una noche en paz luego de varios meses soñándolo en ocasiones.

***

Me levanté para un día más de escuela.
Lo primero que pensé es en que si él, sabes a quién me refiero, fue el que avisó a la policía. Sin embargo, traté de apartar todos esos pensamientos y olvidarlo todo, sí como si nada hubiera ocurrido, porque al final, últimamente ya no sueño con él y tampoco lo hacía todo el tiempo. Solo trataré de que sea simplemente algo raro que me pasó durante un periodo e ignoraré todo, incluyendo el hecho de que lo veré todos los días, a lo mejor él ni siquiera está enterado de todo esto y yo simplemente soñé con su figura por haberlo visto en algún lado. Me quedaré así más tranquila y dejaré de tener ataques extraños.

Después del desayuno y todo lo necesario, ya estábamos en el autobús camino a la secundaria y, al llegar a mí salón, no había nadie. Ayer llegué muy tarde, hoy muy temprano.

Me senté en una de las carpetas de en medio. Acomodé mi mochila y saqué mis cuadernos. Luego escucho a alguien entrar y una mochila azul es colocada en la carpeta al lado mío y la persona se sienta, era Nicolás, no sé porque recuerdo su nombre, apuesto que él no tiene idea del mío.

– Hola – Saluda con una amable sonrisa cerrada y, dibujada en su cara tierna, tenía un par de ojos verdes, además de el cabello castaño con rulitos. Es muy lindo.

– Hola – Respondí tratando de sonreír, pero no me era muy fácil hacerlo

– Y... Julieta, ¿así te llamas, como en Romeo y Julieta?

Hola Pedro, ¿Te llamas Pedro como en Pedro pica piedra?
¡No, se llama Bob como en Bob Esponja! (Sarcasmo)

Lo pensé y obviamente no lo diré.

– Sí, mamá ama ese libro. – Tal vez di muchos detalles.

– Mm... – Dio una pequeña mirada a la ventana y luego volvió a mirarme – te escapaste del colegio.

Y fue en ese preciso momento cuando la vergüenza se apoderó de mí y de mis mejillas.

– Eh, no... yo-

– No tienes que explicarlo, tranquila.

– Gracias. – No dije más, soy muy tímida como para continuar la conversación, debo mejorar eso.




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