Fotografía de un corazón roto

DESENFOQUE

—Otra vez está en la tapa de Vogue internacional y en Grazia —Jes lanzó ambas revistas sobre la mesa de trabajo de su estudio de fotografía, escondido en un edificio de estilo art déco en el corazón de Bangkok. En su voz la irritación era palpable.

—Jes, creo que es tiempo de que te acostumbres a eso —su amigo y colega de años, Mew Suppasit, apoyó su mano sobre el hombro de este y lo apretó suavemente —se ha vuelto muy famoso en los últimos meses. Trabajó duro para estar donde está.

—Yo no diría que Bible es precisamente la persona más…trabajadora —Jes sonrió levemente como si estuviera encontrando humor en la absurdidad de todo.

—Bueno —suspiro Mew —una lastima para tí.

—¿De qué hablas? --indago Jes.

—Tienes una sesión de fotos con él mañana por la mañana.

—No, no lo creo —Jes negó furiosamente. Casi deja caer el bolso.

—Pidieron al mejor fotógrafo y yo estoy ocupado —Mew se encogió de hombros con falsa modestia y le sonrío con suficiencia —por lo que van con el segundo, ese eres tú.

—Sabes que no puedo estar cerca de él —se pasó las manos por la cara y luego despeinó su pelo con molestia.

—Lo sé. Pero eres un profesional, actúa como tal —Mew camino con rapidez hacia afuera, se negaba a seguir escuchando a su irracional amigo.

Miro hacia atrás cuando salió, el calor húmedo de Bangkok envolvía a Mew como un abrazo pesado. La calle Silom bullía con vida, los tuk-tuks y los coches se deslizaban entre la multitud, mientras los vendedores ambulantes ofrecían sus productos en voz alta. El sol tropical brillaba intensamente en el cielo.

Se detuvo un instante y se dió cuenta que nunca supo la razón del desprecio de Jes hacia el modelo y estaba empezando a molestarse. Su comportamiento era como un coche sin frenos, que se descontrolaba y se estrellaba sin remedio cuando se trataba de Bible.

Mew había trabajado con Bible en varias ocasiones y siempre lo había encontrado agradable y servicial. Era un profesional comprometido, siempre dispuesto a hacer lo que fuera necesario para obtener las fotos perfectas. Además, se distingue por su respeto hacia los trabajadores, a diferencia de otros modelos que, creyéndose superiores, se comportan de manera prepotente y altanera.

Dentro del local Jes tomó lo que necesitaba para trabajar y salió sintiéndose completamente irritado.

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—Buenos días —saludo Jes al otro día entrando al estudio, donde ya estaban todos listos para comenzar la sesión de fotos.

El estudio estaba transformado en un oasis de lujo y elegancia, diseñado específicamente para la campaña publicitaria del nuevo perfume "Eternidad". Las paredes de color crema y los suelos de madera oscura creaban un ambiente cálido y sofisticado. Un gran ventanal en la pared posterior permitía que la luz natural inundara el espacio.

En el centro del estudio, un sofá de terciopelo negro y una mesa de cristal reflejaban la luz de los focos, creando un punto focal para la sesión. Rodeando el área de rodaje, había una variedad de elementos decorativos: flores frescas, velas aromáticas, y objetos de arte minimalista que evocaban la esencia del perfume.

Detrás del sofá, un gran telón de fondo de seda blanca y negra ondulaba suavemente, creando un efecto de movimiento y textura. Los técnicos de iluminación ajustaban los focos para crear un ambiente dramático y sensual, mientras que el equipo de maquillaje y peluquería ultimaba los detalles finales en los modelos.

En un rincón del estudio, una mesa de trabajo estaba llena de frascos de perfume, accesorios y ropa de diseño, lista para ser utilizada durante la sesión.

Los presentes respondieron el saludo con entusiasmo, conscientes de que trabajar con Jes significa compromiso y perfeccionismo. Era un profesional dedicado y meticuloso, que no dejaba nada al azar y podía invertir horas en buscar la toma perfecta.

—Bien, comencémos —Jes estaba listo para trabajar.

—Ah. Jes. Lo siento mucho, pero Bible aún no ha llegado —se apresuró a decir la manager, con una expresión de vergüenza en su rostro

—No es tu culpa…—comenzó a decir Jes, pero fue interrumpido por la llegada apresurada de Bible.

—¡Buenos días! lo siento mucho por la demora —exclamó Bible, entrando corriendo al set y haciendo una profunda reverencia —estaré listo en un momento, no me tardaré.

Veinte minutos después, gracias a la habilidades y agilidad de las maquilladoras, Bible se transformó y lucía increíble.

—Lo siento, lo siento mucho —siguió disculpándose —daré lo mejor de mí.

—Cómo si eso fuera posible —masculló Jes con disgusto.

Todos oyeron el mordaz comentario.

Bible pestaño rápido aguantando las ganas de llorar. Un dolor que irradiaba en su cadera y espalda lo hizo tambalearse un poco hacia atrás.

Jes frunció el ceño y negó con la cabeza.

—Estás borracho ¿Crees que puedas con el trabajo? —cuestiono con desdén, lo miró de arriba hacia abajo con desprecio.

Bible solo asintió. El dolor era demasiado, tanto que no podía hablar. Además, no tenía caso explicarle a Jes que no tomaba alcohol.

—Colócate allí y sostenen el frasco de perfume —indico con desgana, señalando el sofá negro donde debía posar.

Bible avanzaba con pasos cautelosos, esforzándose por no tropezar y evitar un momento embarazoso, pero el dolor que tenía en su cuerpo se lo dificultaba.

Mientras tanto, Jes lanzaba comentarios sarcásticos, aunque sin dirigirse a nadie en particular, esperando que Bible los escuchara.




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