Fotografía Perfecta || Kim Taehyung #1

Capítulo Cinco.

Capítulo Cinco: Miedos.

Katherine Husdon

20 de marzo del 2014

—¿Trajiste mi encargo, mi querida Kathe? —pregunta con una sonrisa, recostado en mi sofá.

Avanzo hasta él sosteniendo lo que le pedí a Danik Jhonson, y sé qué está mal que lo esté ayudando, pero lo hago porque no tengo otra alternativa. Es ello o mi vida.

—Tiendo la familia tanto dinero, tú decides vivir en este lugar...tan mierda. —dice quitándome los pases y yo solo apreto los labios.

Ser independiente no me hace menos, pero para él es como si yo viviera en un basurero, igual piensa Evan, mi segundo hermano mayor.

Él me observa con su asquerosa sonrisa divertida, sabiendo que todo lo que dice me afecta, y quizás no mienta porque de alguna manera lo hace. Sus amenazas van en serio y eso lo tengo entendido desde la primera vez que tuve un accidente cuando estuve en Londres, había decidido decirles a mi padre que Bryan estaba cerca a mi y que no me dejaba en paz, pero que no lo cubría y que lo mataran para que dejará de hacerme daño. Pero no llegué a casa de mis padres sino directo al hospital de emergencia cuando él mandó a callarme con un accidente, donde estuve en coma por cuatro meses. Una clara advertencia de que si volvía hablar esta vez iba a matarme.

Mi padre y mis dos hermanos lo buscan por haber traicionado a la familia y haber atentado contra la vida de mi madre, pero nadie se imagina que Bryan está en Nottingham donde acecha a su querida prima, claro que él fue astuto porque mi familia siguió una pista falsa que él dejó, piensan que está en Irlanda.

—Dime Kathe, ¿mi querido tío y primos te llamaron? —se acerca a paso lento y mi corazón comienza a latir rápidamente del miedo, pero no lo demuestro.

—¿Quieres que te manden saludos...— sonrío —..o quieres ser tú quien les mande la próxima vez que llamen?

—Que graciosa, la ironía es parte de ti, lo olvidaba. —Cuando su mano quiere sostener mi brazo doy un paso hacia atrás. —Pero no me provoques que con esa boca puedo hacer muchas cosas.

Mi espalda choca con el filo de la mesa y él me observa de arriba abajo y tan solo eso me da asco.

—Eres repudiable, Bryan. —siseo con asco y a él solo le divierte. —¿Tan monstruo serías?

—Tu me provocas y yo accedo. —se alza de hombros. —sabes cuando eras una cría no me fijé en ti porque se me daban las de mi edad, pero ahora que te veo no voy a negar que tienes todo en su sitio. —su toque hace que se me erice la piel del miedo. —así que compórtate o cumpliré mis fantasias contigo y créeme que estoy deseando hacerlo.

Su mano se afianza en mi cintura cuando quiero apartarlo y me jala hacia él, su mano recorre mi pierna queriendo tocar mi zona baja y antes de que lo hago lo empujo y él suelta una carcajada.

—Me pone cuando haces eso.

—Lárgate de mi casa.

—¿A esta mierda le llamas casa? —voltea mirando todo el lugar.

—Vete Bryan, ya te di lo que querías.

—Quería diversión, pero no te preocupes se con quien tenerlo. —su mano aprieta mi mejilla para acercar su rostro y por mas que trato de alejarlo su agarre es más fuerte que yo, y termina plantando un beso en la comisura de los labios.

Se aparta y sin más camina hasta la puerta, pero antes de salir gira nuevamente hacia mi.

—Te estoy observando, Katherine. —dice serio para luego salir azotando la puerta.

Y sin más mis manos tiemblan, mis ojos se humedecen. Tengo miedo, en verdad lo tengo, porque no solo es él. Son varios.

Me limpio el rostro sintiendo su agarre y sus asquerosos labios, me restriego con la manga de mi sudadera una y otra vez incluso cuando siento ardor en la zona, mis mejillas húmedas mojan la manga y un sollozo se escapa de mis labios.

—Quiero que pare. —susurro sentándome en el suelo escondiendo mi rostro en mis brazos.

ººº

22 de marzo del 2014

Sostengo mis pequeñas converse dejándolas al lado del sofá unos segundos. Me adentro a mí habitación para colocarme mi blusa, esto de andar en solo sujetador hace frío, abotono mientras me veo en el espejo, me doy una última pasada con el cepillo de cabello dejándolo liso nuevamente, corro al baño para darme breves golpecitos en la mejilla antes de maquillarme un poco.

Un pequeño rato más tarde estoy sentada en el sofá colocándome las converse rápidamente, me pongo de pie, cuelgo en mi cuello mi cámara y en mi hombro mi pequeño maletín junto a mi abrigo y salgo de casa.

El día no es muy soleado, pero es adaptable, normalmente si estuviera en Londres saldría con un paraguas porque a pesar de que no tomo en cuenta el pronóstico del clima, la lluvia siempre termina conmigo.

—Buenos días, Katherine. —la señora Margo sonríe mientras me extiende una pequeña cajita de cartón. —Veo que ni siquiera has desayunado, cariño. Llévate este sándwich para que puedas ingerirlo. —dice. Lo recibo con una sonrisa.

—Gracias. —ella asiente para seguir subiendo.

—Ten un buen día. — es lo último que escucho al salir del edificio.

Es bueno tener una muy buena vecina, pese a que siempre está tocando mi puerta para verificar si algo me falta y yo agradezco eso.

ººº

Efectivamente, hubiera traído conmigo un paraguas, al parecer hoy no es mi día. 

Me detengo en la tienda de discos donde espero a que la lluvia pare para poder llegar a la facultad. Ni siquiera me percate de que no traigo auriculares.

—Si no llego a tiempo, no podré ingresar y mi presentación del trabajo se irá a la borda... —me callo de golpe cuando se escucha la bocina de un auto.

Subo la mirada al auto negro con las lunas polarizadas y cuando creo que no es para mi el llamado o eso espero porque no veo a nadie mas alrededor del lugar, excepto algunos adolescentes que ingresan a la tienda, pero entonces la luna del lado del copiloto se baja y la mirada intensa de aquel chico asiático se posa en mi.




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