Capítulo nueve: Gracias.
Kim TaeHyung
Cuando escucho la puerta principal ser cerrada; volteo y observo el armario.
No sé porque la escondí. Debí decir que la tenía aquí y así ser suficiente para NamJoon, sin embargo, no lo hice.
Escucho su quejido y voy rápidamente hacia ella. Abro la puerta y ella se sostiene como puede con una mueca.
—Ven. —tiendo mi mano y aunque ella dude unos segundos; la toma.
La ayudo a caminar hasta mi cama, se vuelve a sentar.
—Ya puedo irme. —dice, alejando su mano de la mía.
La observo y aunque tiene el pómulo amoratada, sonrío.
—Puedes. —camino hasta la puerta de mi habitación, pero antes de salir me detengo— Verás tú como. Claro, si puedes caminar.
Cierro la puerta y escucho algo caer.
Voy directo a la sala y ahí está Jimin con el móvil en manos. Cuando me ve alza me señala.
—Voy a morir por tu culpa. —deja su móvil al lado.
Ya somos dos.
—¿Debería preguntar por qué?
—YoonGi no va a cubrirnos por mucho. —se cruza de brazos —Un favor por otro favor.
—No sabe que la persona que tengo ahí es a ella.—menciono refiriéndome a Katherine.
Jimin pone los ojos en blanco y se acerca a la vez que sus manos terminan en hombro.
—Veo que no has entendido. —frunza sus labios unos segundos y vuelve hablar— Te envían a una fiesta para que cuides a tu presa, luego pasa un tiroteo y ellos se enteran. Vienen para saber que pasó exactamente y ¡oh casualidad! Tienes escondida a una chica.
—No creo encontrar respuesta a eso. Porque no dice nada. Ni revela nada. —quito sus manos de mi hombro.
—TaeHyung, ellos también nos vigilan…yo no quería decirlo hasta estar seguro, pero lo he visto. Me han estado siguiendo.
Frunzo el ceño confundido. Esto no podría ser cierto.
—Confían en nosotros. Somos un grupo.
—Lo mismo dije y la persona es la misma que he visto en Seúl.
—Quizás…
—No me digas una estupidez como; está se vacaciones. —lo veo comenzar a frustrarse.
Sería lógico que nos vigilen. Lo veo posible. No quieren errores, no quieren que perjudiquemos lo que nos costó con tanto esmero construir y mucho menos que echemos todo a perder y mucho menos por una mujer, es caer bajo. Según NamJoon es una pérdida de tiempo. Eso mismo escuché cuando se lo dijo a Jungkook luego de lo que pasó con Jiely.
Yo nunca he hablando sobre nada de estas cosas. No es que piense lo mismo, pero creo que a veces encontramos a personas que nos comienzan a dar sentido a la vida y los gustos. Yo no sé si lograré encontrar pero de lo que si estoy seguro es que a veces no me gustaría tener una debilidad porque por ello dejaría todo a un lado sin importar nada.
Sé que eso aterra a YoonGi y a NamJoon. Tener una debilidad y que nosotros también lo tengamos.
—¿Jungkook se a contactado contigo? —Pregunto y niega.
—Créeme que lo voy a matar. No me contesta el móvil y su auto está sin GPS al igual que su móvil. —sus manos van hasta su cabeza. Comienza a estrenarse.
Es difícil verlo estresado, pero ahora mismo la desaparición de Jungkook lo está haciendo.
—¿Sí le dispararon? ¿Lo mataron? ¿Lo botaron a un basurero?
—Jimin, ya exageras.
—Son posibles respuestas.
—Vaya lógica. —ironizo.
Eso. Vas mejorando.
Jimin alza las cejas sorprendido, pero por su molestia no dice nada de mi Ironía.—Lo que si serán resultados, son las palizas que le voy a dar cuando lo vea.
—No suena muy convincente.
—¿Quieres ver el golpe que le daré cuando lo vea?
—Me encantaría.
—Ser irónico no es lo tuyo, pero admiro que lo estés practicando.
Jimin observa detrás de mí sonriente. No hace falta que me diga quién está atrás mío.
Volteo y es Jimin quien va primero hacia ella. La sostiene y me sorprende que ella se deje agarrar por él que por mi. Pongo los ojos en blanco y aunque veo el poco interés de Jimin hacia ella, no me afecta. Lo hace por creerse buena gente.
—¿Te irás? —le pregunta.
Y eso que hace minutos andaba quejándose.
Doble cara.
—Sí. Ni siquiera debería estar acá…
—Se dice gracias. —la interrumpo— De nada.
Ambos nos quedamos mirándonos. Aún con el pómulo Golpeado la sigo viendo atractiva.
Ella quita la mirada primero y vuelve hacia Jimin con una sonrisa.
—Gracias. Puedo sostenerme yo sola. —le dice con una pequeña sonrisa.
—¿Segura?
Me pongo de pie. —Ella puede sola. Por cierto, cuando te vayas cierra la puerta.
Ella quiere decir algo más, pero calla rápidamente y veo lo roja que está. Seguro debe estar maldiciéndome internamente.
El móvil de Jimin suena y por un momento veo el miedo pasar por sus ojos. Se retira de la sala sin antes sonreírle a Katherine y ella le corresponda.
Camino directo a la puerta y la abro esperando a que Katherine se retire. Esto debe convertirme en la persona con los peores modales del mundo, pero ella comenzó y yo solo soy rencoroso.
Camina hasta mí y antes de que cruce el umbral de la puerta, se detiene.
—Yo…—inspira hondo y la noto derrotada en lo que sea que vaya a decir— ¿podrías llevarme?
Alza su mirada y esta vez la tengo cerca. Se abraza así misma.
La dejo en la puerta y voy directo mi habitación por mis llaves y mi abrigo. Cuando regreso ella esta saliendo de la casa con la cabeza agachada.
La alcanzo y dejo mi abrigo sobre sus hombros cubriéndola. Noto como se tensa, pero no digo nada, solo nos observamos y creo que con la mirada transmito que lo necesita por el frío.
***
Cuando estaciono el auto fuera de su edificio, volteo a verla y lo primero que observo es a ella dormida. No quiero despertarla, se ve tan cómoda durmiendo que si lo hago sería un desperdicio, cuando verla así tranquila me hace olvidar en el mundo que ando metido y la razón por la cuál estoy comenzando a estar a su lado.
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Editado: 03.07.2023